Zacarías 14: 16-18 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

Reino universal de Dios

 

 

 

14 He aquí, viene el día del Señor cuando serán repartidos tus despojos en medio de ti. Y yo reuniré a todas las naciones en batalla contra Jerusalén; y será tomada la ciudad y serán saqueadas las casas y violadas las mujeres; la mitad de la ciudad será desterrada, pero el resto del pueblo no será cortado de la ciudad. Entonces saldrá elSeñor y peleará contra aquellas naciones, como cuando El peleó[a] el día de la batalla.Sus pies se posarán aquel día en el monte de los Olivos, que está frente a Jerusalén, al oriente; y el monte de los Olivos se hendirá por el medio, de oriente a occidente,formando un enorme valle, y una mitad del monte se apartará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur. Y huiréis al valle de mis montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis tal como huisteis a causa del terremoto en los días de Uzías, rey de Judá. Y vendrá el Señor mi Dios, y todos los santos con El[b]Y sucederá que en aquel día no habrá luz; las luminarias se oscurecerán[c]Será un día único, conocido sólo del Señor, ni día ni noche; y sucederá que a la hora de la tarde habrá luz.En aquel día sucederá que brotarán aguas vivas de Jerusalén, una mitad hacia el mar oriental y la otra mitad hacia el mar occidental, será lo mismo en verano que en invierno.

Y el Señor será rey sobre toda la tierra; aquel día el Señor será uno, y uno su nombre.10 Toda la tierra se volverá como una llanura desde Geba hasta Rimón, al sur de Jerusalén; pero ésta se levantará y será habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta Primera, hasta la puerta del Angulo, y desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey. 11 Y habitarán en ella y no habrá más maldición; y Jerusalén habitará en seguridad.

12 Esta será la plaga con que el Señor herirá a todos los pueblos que han hecho guerra contra Jerusalén: se pudrirá su carne estando ellos aún de pie, y se pudrirán sus ojos en sus cuencas, y su lengua se pudrirá en su boca. 13 Y sucederá aquel día que habrá entre ellos un gran pánico del Señor; y cada uno agarrará la mano de su prójimo, y levantará su mano contra la mano de su prójimo. 14 También Judá peleará en Jerusalén; y se amontonarán las riquezas de todas las naciones circunvecinas: oro, plata y vestidos en gran abundancia. 15 Como aquella plaga así será la plaga del caballo, del mulo, del camello, del asno y de todos los animales que haya en aquellos campamentos.

16 Y sucederá que todo sobreviviente de todas las naciones que fueron contra Jerusalén subirán de año en año para adorar al Rey, Señor de los ejércitos, y para celebrar la fiesta de los Tabernáculos[d]17 Y sucederá que los de las familias de la tierra que no suban a Jerusalén para adorar al Rey, Señor de los ejércitos, no recibirán lluvia sobre ellos. 18 Y si la familia de Egipto no sube ni viene, entonces sobre ellos no habrá lluvia; será la plaga con la cual el Señor herirá a las naciones que no suban a celebrar la fiesta de los Tabernáculos. 19 Este será el castigo[e] de Egipto y el castigo[f] de todas las naciones que no suban a celebrar la fiesta de los Tabernáculos. 20 En aquel día estarágrabado en los cascabeles de los caballos: Santidad[g] al Señor. Y serán las ollas en la casa del Señor como los tazones delante del altar. 21 Y toda olla en Jerusalén y en Judá será consagrada al Señor de los ejércitos; todos los que ofrezcan sacrificios vendrán y tomarán de ellas y en ellas cocerán; y no habrá más mercader[h] en la casa del Señor de los ejércitos en aquel día.

                            

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

Promesas – Toma el Control… Piensa!

¿Cuántas veces hacemos las cosas más difíciles de lo que son por no detenernos, tomar el control de la situación, e intentar la solución más simple y obvia?

¿Cuántas veces nuestros desafíos parecen imposibles solo porque pensamos que lo son?

 

Si queremos dirigir nuestras vidas debemos tomar control de nuestras acciones. No es lo que hacemos una vez lo que moldea nuestra vida, sino lo que hacemos de manera constante.
- Anthony Robbins

 

Proverbios 12:8

El hombre será alabado conforme a su discernimiento, pero el perverso de corazón será despreciado.

1 Corintios 14:20

Hermanos, no seáis niños en la manera de pensar; más bien, sed niños en la malicia, pero en la manera de pensar sed maduros.

Salmo 41:1
Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día del mal el SEÑOR lo librará.

Proverbios 29:7
El justo se preocupa por la causa de los pobres, pero el impío no entiende tal preocupación.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

NO DARSE POR VENCIDO
Devocionales, Enrique Monterroza, Meditaciones, Motivación, Reflexiones Cortas

 

 



Si por cada vez que me he sentido triste, sin fuerzas y derrotado me hubiera dado por vencido, creo que hoy no estuviera escribiendo esto.

Si por cada vez que las cosas no han salido como yo he querido hubiese renunciado, ya hace muchos años que estuviera lejos de Dios.

Lo que quiero decir con esto es que cada uno de nosotros enfrentamos situaciones que nos son muy difíciles, tiempos de silencios de Dios, en donde por alguna razón sentimos que Dios no nos quiere hablar o simplemente no lo escuchamos. 

Periodos de desiertos, en donde el sol y el calor son tan fuertes que sentimos que desfallecemos. 

Momentos de tormentas, en donde las aguas son tan fuertes que por poco y morimos ahogados, sin embargo acá estamos.

Cada uno de nosotros sería capaz de contar por lo menos una historia en donde estuvimos a punto de darnos por vencido pero no lo hicimos porque Dios nos dio fuerzas de donde no las había y puso en nosotros el deseo de seguir luchando.

Cada uno de nosotros podría contar con un gozo indescriptible como Dios uso su creatividad ilimitada para ayudarnos en los momentos que sentíamos que ya no podíamos mas. 

Cómo Dios envió la palabra exacta que necesitamos en el momento exacto, cómo Él propicio todo para que no nos diéramos por vencido y que esa experiencia nos ayudara a crecer espiritualmente.

NO DARSE POR VENCIDO tendría que ser la insignia de todo hijo de Dios, de todo aquel que ha conocido el amor incomparable de Dios.

Y no porque no queramos darnos por vencidos, porque habrán muchos momentos en nuestra vida en donde el deseo de rendirnos querrá apoderarse de nuestra vida, pero nosotros no nos rendimos, porque nosotros somos hijos de Dios, hijos de un Rey, hijos del Señor de señores y no nos damos por vencidos nunca: “Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma”. Hebreos 10:39 (Reina-Valera 1960).

DARSE POR VENCIDO para nosotros jamás será una opción, darse por vencido no tiene que estar en nuestro lenguaje, porque Dios nos ha hecho más que vencedores, pues la Biblia lo declara: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” Romanos 8:37 (Reina-Valera 1960).

Pueda que los últimos días te has estado sintiendo debilitado, sin fuerzas, cansado y con pensamientos constantes sobre rendirte y alejarte de Dios, sin embargo este día Dios había preparado todo para que leyeras exactamente esta frase y supieras que EL NO TE HA DEJADO SOLO, NI TE DEJARA, ¡Avanza! ¡No te des por vencido!

A veces estamos a punto de obtener la victoria, pero estamos tan centrados en rendirnos que la dejamos escapar, sin embargo Dios quiere mostrarnos cada día que si nuestra confianza esta puesta en Él, podemos alcanzar la victoria, no por nuestros medios, sino por medio de su Poder a través de la fe que tengamos en Él.

Dios no te llamo para que te des por vencido, no te llamo para que digas o pienses que no puedes mas, porque en realidad SI PUEDES, si puedes porque ÉL ES TU FORTALEZA, porque con Él junto a ti NO HAY NADA, NI NADIE QUE PUEDA DERROTARTE, porque Él le da fuerzas pues la Biblia lo declara: “El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas” Isaías 40:29 (Reina-Valera 1960).

Nunca habrá una excusa valedera para darse por vencido, mas si sabemos que es Dios quien nos da fuerzas, es Él quien nos ha hecho victoriosos y sobre todo es Él mismo quien estará de nuestro lado en cada momento difícil o critico que pasemos.
¡CON DIOS DE TU LADO NO PUEDES DARTE POR VENCIDO!

“En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total”.
Romanos 8:37 (Traducción en lenguaje actual)

Autor: Enrique Monterroza