Salmos 95:6 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

 

Alabanza al Señor y advertencia contra la incredulidad

 

 

95 Venid, cantemos con gozo al Señor,
aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación.
Vengamos ante su presencia con acción de gracias[a];
aclamémosle con salmos[b].
Porque Dios grande es el Señor,
y Rey grande sobre todos los dioses,
en cuya mano están las profundidades de la tierra;
suyas son también las cumbres de los montes.
Suyo es el mar[c], pues El lo hizo,
y sus manos formaron la tierra firme[d].

Venid, adoremos y postrémonos;
doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor.
Porque El es nuestro Dios,
y nosotros el pueblo de su prado[e] y las ovejas de su mano.
Si oís hoy su voz[f],
no endurezcáis vuestro corazón como en Meriba[g],
como en el día de Masah[h] en el desierto,
cuando vuestros padres me tentaron,
me probaron, aunque habían visto mi obra.
10 Por cuarenta años me repugnó aquella generación,
y dije: Es un pueblo que se desvía[i] en su corazón
y no conocen mis caminos.
11 Por tanto, juré en mi ira:
Ciertamente no entrarán en mi reposo.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

Jovenes Cristianos – ¡QUE FIESTITA, NENAS!

Pasaje clave: Números 25.

 

 

Israel acampaba en Sitim, en la región de Moab, y allí perdieron la cabeza con las chicas del lugar.

Ellas le hicieron una invitación muy, muy tentadora…

¿Qué pasó entre ellos y las señoritas de Moab? (25:1 y 2).

A todos nos encanta recibir invitaciones. Nos sentimos tenidos en cuenta y valorados, pero hay invitaciones ¡que matan!

Imagínate qué contentos se pusieron los muchachos de Israel cuando las “simpáticas” y “tiernas” chicas de Moab fueron a invitarlos para una “fiestita privada”.

¡Era algo nuevo para ellos! Dios siempre les había prohibido, prohibido y prohibido, y ellos, pobres chicos de iglesia, no conocían nada de lo que era “divertirse en serio”. ¡Se la pasaban encerrados en sus aburridos templos! Pero, ahora, gracias a estos bomboncitos femeninos, ellos disfrutarían en serio.

¡Por fin libertad! ¡Y meta música no más… y cerveza…, y baile… y striptease… y sexo… y más sexo!…, ¡hot! ¡hot! ¡hot!… y sacrificios a los dioses paganos… y adoración a Satanás. ¡Guuaauuhh! ¡Qué fiestita, nenas!

¿Cuál fue el juicio de Dios para ellos? (25:3 al 5, 9).

Dios no pacta con el pecado. Ya lo sabes. Él te dio la capacidad para evaluar a dónde ir y con quiénes ir, incluso cuando sales con tus amigos/as de la iglesia. No todas las invitaciones que recibes son buenas. Pregunta quiénes van, a dónde es, qué hacen. No sea que por querer probar “cosas nuevas” Dios tenga que “apretarte la cabeza” para aclararte un poco las ideas.

¡Desubicado total fue el que metió a la madianita en el campamento! (25:6).

¿Qué música metes en tu cabeza? ¿A qué videojuegos juegas? ¿Qué tipo de películas miras? ¿Qué revistas lees? ¿Cómo hablas cuando estás con tus amigos cristianos y no cristianos? Tú eres santo. No contamines tu vida.

¿Cuándo cesó la mortandad? (25:7 al 13).

Dios limpió a su pueblo. Pero fue necesario que se levantara alguien con las cosas muy claras para frenar la matanza.

Piénsalo.

¿Te dejas influenciar negativamente por los demás o eres de los que dicen: “Basta con esto, no lo hagamos porque deshonra a Dios”?

¿Eres de los que aceptan que otros te muestren tu error para corregirte o eres de los que dicen: “No pasa nada, está todo bien, sigamos haciéndolo”?

¿Qué tipo de música, películas, novelas, revistas, libros, series de anime o videojuegos necesitas “limpiar” de tu vida?

¿Cuando estas con chicos/as no cristianos tienes el valor para decirles: “Yo no participo de esto porque esta mal”, o “gracias por haberme invitado pero a esa hora tengo el encuentro del grupo en la iglesia”?

¿Te animas a cuidar más tu propia santidad que la amistad de tus amigos o contaminas tu vida para no perderlos a ellos?

Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Números/Deuteronomio”

 

 

 

Por Edgardo Tosoni

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

 

¿Puedes aceptar mi consejo?

 

 

 

A veces creemos que somos lo suficientemente maduros como para confiar en nuestras propias decisiones por lo que, en lugar de agradecer un consejo, preferimos criticarlo o ignorarlo, hasta que los resultados nos demuestran lo contrario.

Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y necio que no admite consejos. Eclesiastés 4:13

La biblia nos menciona que es mejor ser un joven que es pobre, pero sabio, que un viejo que no desea ser aconsejado. Las experiencias que vivimos hacen que seamos más capaces y preparados de enfrentar la vida; sin embargo, podemos caer en el error de pensar que lo sabemos todo y no necesitamos la ayuda de alguien más, olvidando que existe mucho más por corregir y aprender de otros.
Recuerdo que hace años cuando me acerqué a mi pastor solamente para hacerle una consulta, pero antes de que pueda emitir una palabra, él dijo: “Que bueno verte ¿podrías orar por mí?” En esa oportunidad quedé tan impresionada por su humildad, porque me acerqué a él sabiendo que era un hombre sabio, mas nunca imaginé que necesitaría oración de una persona que, en ese tiempo, no tenía mucha experiencia.

“Porque Jehová es excelso y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos” (Salmo 138:6)

Después de esa oportunidad solamente pensaba: ¡con razón Jehová lo atiende! ¡Con razón tiene lindas experiencias con el Señor! Porque Dios no lo mira de lejos, sino de cerca.

El altivo no refleja amor, ni compasión, ni misericordia, porque él se pone en un elevado lugar y a su lado los demás son pequeños. Por lo mismo, no acepta un consejo, una corrección o algún tipo de ayuda.

En este momento es necesario que analices si eres de las personas que acepta la corrección, de qué manera has recibido el consejo de alguien, si te cuesta pedir ayuda o que oren por ti. Si realmente quieres que Dios te mire de cerca, entonces, comienza a ser humilde, recuerda que al soberbio y altivo Dios los mira de lejos.
¡Un consejo no se critica, se agradece!

 

 

 

Shirley Chambi
CVCLAVOZ