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Ezequiel 48:14 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

48 Estos son los nombres de las tribus: desde el extremo norte, junto al[a] camino de Hetlón a Lebo-hamat[b], hasta Hazar-enán en el límite de Damasco al norte, junto a[c] Hamat, desde el lado oriental hasta el occidental[d]: Dan, una parte. Junto al límite de Dan, desde el lado oriental hasta el lado occidental: Aser, una parte. Junto al límite de Aser, desde el lado oriental hasta el lado occidental: Neftalí, una parte.Junto al límite de Neftalí, desde el lado oriental hasta el lado occidental: Manasés, una parte. Junto al límite de Manasés, desde el lado oriental hasta el lado occidental: Efraín, una parte. Junto al límite de Efraín, desde el lado oriental hasta el lado occidental: Rubén, una parte. Junto al límite de Rubén, desde el lado oriental hasta el lado occidental: Judá, una parte.

Y junto al límite de Judá, desde el lado oriental hasta el lado occidental estará la porción[e] que separaréis[f], de veinticinco mil codos[g] de ancho, y de largo como una de las demás partes, desde el lado oriental hasta el lado occidental; y el santuario estará en medio de ella. La porción que separaréis para el Señor será de veinticinco mil codos de largo y diez mil de ancho. 10 Y la porción sagrada será para éstos, es decir, para los sacerdotes, hacia el norte, de veinticinco mil codos de largo, hacia el occidente de diez mil de ancho, hacia el oriente de diez mil de ancho, y hacia el sur de veinticinco mil de largo; y el santuario del Señor estará en medio de ella. 11 Esta será para los sacerdotes santificados de los hijos de Sadoc, que han guardado mi ordenanza, que no se descarriaron cuando los hijos de Israel se descarriaron, como se descarriaron los levitas. 12 Y será para ellos una porción de la porción de la tierra, un lugar santísimo, junto al límite de los levitas. 13 A lo largo del límite de los sacerdotes, los levitas tendrán veinticinco mil codos de largo y diez mil de ancho. La longitud total será de veinticinco mil codos y la anchura de diez mil. 14 No venderán nada de ella ni la cambiarán, ni cederán esta porción escogida[h] de la tierra, porque es consagrada para el Señor.

15 El resto de cinco mil codos de ancho y de veinticinco mil de largo[i]será para uso común de la ciudad, para viviendas y para pastizales[j]; y la ciudad estará en medio de ella. 16 Y éstas serán sus medidas: al lado norte, cuatro mil quinientos codos, al lado sur, cuatro mil quinientos codos, al lado oriental, cuatro mil quinientos codos, y al lado occidental, cuatro mil quinientos codos. 17 Y la ciudad tendrá pastizales[k]: al norte, doscientos cincuenta codos, al sur, doscientos cincuenta codos, al oriente, doscientos cincuenta codos, y al occidente, doscientos cincuenta codos. 18 Lo que quede de la longitud a lo largo de la porción sagrada será de diez mil codos hacia el oriente y de diez mil hacia el occidente; y estará a lo largo de la porción sagrada. Y sus productos servirán de alimento para los trabajadores de la ciudad. 19 Y los trabajadores de la ciudad, de todas las tribus de Israel, la cultivarán. 20 Toda la porción será de veinticinco mil codos por veinticinco mil; separaréis[l] la porción sagrada, un cuadrado[m], junto con la propiedad[n] de la ciudad.

21 Y lo que quede será para el príncipe, a uno y otro lado de la porción santa y de la propiedad[o] de la ciudad; a lo largo de los veinticinco mil codos de la porción hasta el límite oriental y hacia el occidente enfrente de los veinticinco mil, hacia el límite occidental, a lo largo de las partes, será para el príncipe. Y la porción sagrada y el santuario del templo[p]estarán en medio de ella. 22 Y excluyendo la propiedad[q] de los levitas y la propiedad[r] de la ciudad que están en medio de lo que pertenece al príncipe, todo lo que está entre el límite de Judá y el límite de Benjamín, será para el príncipe.

23 En cuanto a las demás tribus, desde el lado oriental hasta el lado occidental: Benjamín, una parte. 24 Junto al límite de Benjamín, desde el lado oriental hasta el lado occidental: Simeón, una parte. 25 Junto al límite de Simeón, desde el lado oriental hasta el lado occidental: Isacar, una parte. 26 Junto al límite de Isacar, desde el lado oriental hasta el lado occidental: Zabulón, una parte. 27 Junto al límite de Zabulón, desde el lado oriental hasta el lado occidental: Gad, una parte. 28 Y junto al límite de Gad, al lado sur, hacia el sur, el límite será desde Tamar hasta las aguas de Meriba de Cades, hacia el torrente de Egipto hasta el mar Grande. 29 Esta es la tierra que sortearéis como herencia para las tribus de Israel, y éstas serán sus porciones —declara el Señor Dios[s].

30 Y estas son las salidas de la ciudad: al lado norte, cuatro mil quinientos codos por medida. 31 Las puertas de la ciudad llevarán[t] los nombres de las tribus de Israel; tres puertas al norte: la puerta de Rubén, una; la puerta de Judá, otra; la puerta de Leví, otra. 32 Al lado oriental, cuatro mil quinientos codos, y tres puertas: la puerta de José, una; la puerta de Benjamín, otra; la puerta de Dan, otra. 33 Al lado sur, cuatro mil quinientos codos por medida, y tres puertas: la puerta de Simeón, una; la puerta de Isacar, otra; la puerta de Zabulón, otra. 34 Y al lado occidental, cuatro mil quinientos codos y sus tres puertas: la puerta de Gad, una; la puerta de Aser, otra; la puerta de Neftalí, otra. 35 La ciudad tendrá dieciocho mil codos en derredor; y el nombre de la ciudad desde ese día será: el Señor está allí[u].

 

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

¿Cómo Hacer Que El Dar Sea Un Estilo De Vida?
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Preguntas y Respuestas Cristianas, Respuestas Cristianas 0


“DIOS AMA AL DADOR ALEGRE” (2 Corintios 9:7)

Un niño que acababa de aprender a atarse los cordones de los zapatos se puso a llorar, por lo que la madre le preguntó:

¿Es tan difícil, cariño? “No”, contestó el muchachito, “pero ahora tengo que hacerlo por el resto de mi vida”.

¿Es así como te sientes respecto a dar? ¿Quieres aprender pero no estás seguro de que quieres que eso se convierta en un hábito y un estilo de vida?

Unos gorriones estaban enseñando a sus crías a volar desde una rama por encima de un lago. Uno tras otro, la madre empujaba a cada polluelo hasta el final de la rama hasta que en un momento, entre la rama y el agua, se daban cuenta de que podían volar.
La madre entendía algo que ellos todavía no eran capaces de comprender:

hasta que no aprendes a volar, en realidad no estás viviendo.

Debes entender esto:

dar es una acción que Dios puso en nosotros, es innata, es el aire en el que nacimos. Pero hasta que no captes eso, tratarás de agarrarte a todo lo que tienes.

La Biblia dice: “El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará” (2 Corintios 9:6).

Todo en la vida comienza con una semilla. Tu semilla es cualquier cosa que se pueda multiplicar: tu amor, tu tiempo o tu dinero.

La cosecha es lo que te es devuelto en forma de bendiciones. El gozo, las buenas relaciones humanas “y por qué no- también las finanzas”. Si lo que tienes en esa área no es suficiente para constituir una cosecha, siembra una semilla y cree que Dios la multiplicará en las áreas donde más lo necesitas.

¡Vamos, te encantarán los resultados!

Dar es como volar. Cuando aprendas a soltarte de lo que te ata y a lanzarte afuera, te darás cuenta de que “has nacido para eso”.

 

 

 

 

UN ENCUENTRO CONLA PALABRA

 

REFLEXION

¿Fue por amor?

 

“Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.” 1 Corintios 13:3 Versión Reina-Valera 1960

Hoy en día, vemos muchas cosas que se hacen, supuestamente en nombre del amor. Si vemos los programas televisivos o las novelas actuales y nos adentramos en la trama de la historia, generalmente en lugar del amor, se termina exaltando el adulterio, el divorcio, el egoísmo y otros valores, que difieren mucho del verdadero amor.

Sin embargo la Biblia, nos dice claramente, que no importa tanto lo que hagamos, sino la motivación correcta por la cual lo hacemos.

Los ejemplos bíblicos son bastante fuertes, por ejemplo; si repartiese todo mis bienes para dar de comer a los pobres… Nos habla, no de cualquier persona, sino de alguien que es lo suficientemente generoso, desprendido, no arraigado a los bienes materiales, que es capaz de despojarse de todo lo que tiene por la necesidad del prójimo. Aun así, la Biblia nos dice que si hace todo esto pero no tiene amor, no sirve de nada.

A veces leemos que ante una campaña política, se reparten alimentos, ropa, subsidios económicos a los pobres, pero la pregunta es: el verdadero interés está en ayudar a los pobres o en insertar en la opinión pública la idea de que nos interesa ayudar a los pobres, para recoger más votos? La verdadera y profunda motivación es la que determinará si hay en nosotros amor para el prójimo o si solo lo hacemos por nosotros mismos.

Que en este día, podamos ser conscientes que no basta solo con hacer o con buenas intenciones, sino que es necesario un corazón lleno de amor.

Realiza tus tareas cotidianas con amor a Dios y al prójimo, deja de lado la queja, la pereza, y haz todo esto como para Dios y no para el hombre.

Valora al que trabaja contigo, hoy puedes darle una muestra de amor, esto realmente hace la diferencia.

Como dice la Biblia, que podamos mostrar a Jesús por el amor que nos tenemos unos con otros.

Juan 13:35 “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”.

Daniel Zangaro
CVCLAVOZ