Isaías 43:27

La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

Dios, único libertador de Israel

 

 

 

43 Mas ahora, así dice el Señor tu Creador, oh Jacob,
y el que te formó, oh Israel:
No temas, porque yo te he redimido,
te he llamado por tu nombre; mío eres tú.
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo,
y si por los ríos, no te anegarán;
cuando pases por el fuego, no te quemarás,
ni la llama te abrasará[a].
Porque yo soy el Señor tu Dios,
el Santo de Israel, tu Salvador;
he dado a Egipto por tu rescate,
a Cus[b] y a Seba en lugar tuyo.
Ya que eres precioso a mis ojos,
digno de honra, y yo te amo,
daré a otros hombres en lugar tuyo,
y a otros pueblos por tu vida.
No temas, porque yo estoy contigo;
del oriente traeré tu descendencia[c],
y del occidente te reuniré.
Diré al norte: “Entrégalos;”
y al sur: “No los retengas.”
Trae a mis hijos desde lejos
y a mis hijas desde los confines de la tierra,
a todo el que es llamado por mi nombre
y a quien he creado para mi gloria,
a quien he formado y[d] a quien he hecho.

Sacad[e] al pueblo ciego, aunque tiene ojos,
y a los sordos, aunque tienen oídos.
Todas las naciones a una se han reunido
y se han congregado los pueblos.
¿Quién de ellos declarará esto
y nos proclamará las cosas anteriores?
Que presenten sus testigos y que se justifiquen,
que oigan y digan: Es verdad.
10 Vosotros sois mis testigos —declara el Señor
y mi siervo a quien he escogido,
para que me conozcáis y creáis en mí,
y entendáis que yo soy.
Antes de mí no fue formado otro dios,
ni después de mí lo habrá.
11 Yo, yo soy el Señor,
y fuera de mí no hay salvador.
12 Yo soy el que lo he anunciado, he salvado y lo he proclamado,
y no hay entre vosotros dios extraño;
vosotros, pues, sois mis testigos —declara el Señor
y yo soy Dios.
13 Aun desde la eternidad[f], yo soy,
y no hay quien libre de mi mano;
yo actúo, ¿y quién lo revocará?

14 Así dice el Señor vuestro Redentor, el Santo de Israel:
Por vuestra causa envié a Babilonia
e hice descender como fugitivos a todos ellos,
[g]es decir, a los caldeos, en las naves de las cuales se gloriaban[h].
15 Yo soy el Señor, vuestro Santo,
el Creador de Israel, vuestro Rey.
16 Así dice el Señor,
que abre camino en el mar
y sendero en las aguas impetuosas;
17 el que hace salir carro y caballo,
ejército y fuerza
(a una se echarán y no se levantarán,
como pabilo han sido apagados y extinguidos):
18 No recordéis las cosas anteriores
ni consideréis las cosas del pasado.
19 He aquí, hago algo nuevo,
ahora acontece;
¿no lo percibís?
Aun en los desiertos haré camino
y ríos en el yermo.
20 Me glorificarán las bestias del campo,
los chacales y los avestruces,
porque he puesto aguas en los desiertos
y ríos en el yermo,
para dar de beber a mi pueblo escogido.
21 El pueblo que yo he formado para mí
proclamará mi alabanza.

22 Pero no me has invocado, Jacob,
sino que te has cansado de mí, Israel.
23 No me has traído las ovejas de tus holocaustos,
ni me has honrado con tus sacrificios.
No te he abrumado exigiendo[i] ofrendas[j],
ni te he cansado exigiendo[k] incienso.
24 No me has comprado con dinero caña aromática[l],
ni con la grosura de tus sacrificios me has saciado;
por el contrario me has abrumado con tus pecados,
y me has cansado con tus iniquidades.

25 Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo,
y no recordaré tus pecados.
26 Hazme recordar, discutamos juntos nuestro caso;
habla tú para justificarte.
27 Tu primer padre pecó,
y tus voceros[m] prevaricaron[n] contra mí.
28 Por tanto, profanaré[o] a los príncipes del santuario[p],
y entregaré a Jacob al anatema y a Israel al oprobio.

 

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

Promesas – Dedicación y Disciplina

Ningún caballo llega a ninguna parte si primero no se le engancha el arreo.

Ninguna vida jamás crece para ser algo grande hasta que no ha logrado su enfoque, dedicación y disciplina.

El estar concentrado, dedicado y disciplinado, hará la diferencia entre una vida mediocre y una gran vida.

 

 

 

1 Corintios 9:24-25

En una carrera varios son los que corren, pero sólo un obtiene el premio… Para seguir en una competencia uno tiene que abstenerse de cualquier cosa que le impida estar en las mejores condiciones físicas.

Filipenses 3:14
prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Colosenses 2:18
Nadie os defraude de vuestro premio deleitándose en la humillación de sí mismo y en la adoración de los ángeles, basándose en las visiones que ha visto, hinchado sin causa por su mente carnal,

2 Timoteo 4:7
He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe.

Hebreos 12:1
Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

REFLEXION

ES HORA DE QUE OCUPE SU LUGAR – POR KENNETH COPELAND
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Cristianos, Devocional Cristiano

 

 

 

 

 

 



Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres… el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna. Tito 3:4,6,7

Un pacto de gracia: eso es lo que tenemos con el Dios Todopoderoso. 

Si de veras entendiéramos la importancia de este pacto, nuestra vida cambiaría por completo.

¿Qué es exactamente el pacto de gracia? 

Es una relación de favor que le da acceso al poder de otra persona.

Un ejemplo de ello lo vemos en el pacto que los miembros de la “familia” siciliana tenían con el “padrino” de la “familia”.

En ese clan, una persona en una situación de desventaja podía pedirle al padrino un favor. 

El padrino decía: “Te concederé este favor y a cambio te pediré un favor. 

Cuando llegúe el momento, te diré cuál será ese favor”.

Una vez que el padrino decía esas palabras, la persona en desventaja se llenaba de emoción porque sabía que se había quitado un gran peso de encima.

Si alguien trataba de causarle problemas, ese alguien tendría que entenderse con el padrino, quien tenía todo el poder.

La actitud de la persona en desventaja cambiaba por completo: salía de la presencia del jefe de la familia con la confianza plena de que no tenía de qué preocuparse. 

Ya no se veía indefensa ni sin poder porque el poderoso le había mostrado su favor (gracia). 

Esa persona se iba pensando: “Todo está arreglado.

Lo único que tengo que hacer es cumplir lo que el padrino me pida que haga, y él sabe que no tengo nada, así que cualquier cosa que me pida que haga, él proveerá los medios para hacerlo”.

Eso es gracia: el deseo de Dios de hacer un pacto de sangre con nosotros mediante el cual nos da todo lo que Él tiene a cambio de todo lo que tenemos.

Dios tomó nuestro pecado para darnos a cambio la justicia de Cristo; tomó nuestras enfermedades para darnos su salud; tomó nuestra pobreza para darnos todo lo que necesitamos según sus riquezas en gloria.

Siempre que Dios nos pide que hagamos algo pone a nuestro alacance todo lo que necesitamos para llevarlo a cabo.

El gran Jehová, el Dios del cielo y de la tierra, es nuestro Padre. 

¿Entiende usted lo que eso significa? 

Si usted está cubierto por la sangre de Jesús, ha sido hecho hijo de pacto del Ser más poderoso del universo, y es hora de que ocupe su lugar en la familia.