Job 31:33

La Biblia de las Américas (LBLA) 

 

 

 

Job afirma su integridad

 

 

 

31 Hice un pacto con mis ojos,
¿cómo podía entonces mirar a una virgen?
¿Y cuál es la porción de Dios desde arriba,
o la heredad del Todopoderoso[a] desde las alturas?
¿No es la calamidad para el injusto,
y el infortunio para los que obran iniquidad?
¿No ve El mis caminos,
y cuenta todos mis pasos?

Si he caminado con la mentira,
y si mi pie se ha apresurado tras el engaño,
que El me pese en balanzas de justicia,
y que Dios conozca mi integridad.
Si mi paso se ha apartado del camino,
si mi corazón se ha ido tras mis ojos,
y si alguna mancha se ha pegado en mis manos[b],
que yo siembre y otro coma,
y sean arrancadas mis cosechas[c].

Si mi corazón fue seducido por mujer,
o he estado al acecho a la puerta de mi prójimo,
10 que muela para otro mi mujer,
y otros se encorven sobre ella.
11 Porque eso sería una infamia,
y una iniquidad castigada por los jueces;
12 porque sería fuego que consume hasta el Abadón[d],
y arrancaría toda mi ganancia[e].

13 Si he menospreciado el derecho de mi siervo o de mi sierva
cuando presentaron queja contra mí,
14 ¿qué haré cuando Dios se levante?
Y cuando El me pida cuentas, ¿qué le responderé?
15 ¿Acaso Aquél que me hizo a mí en el seno materno, no lo hizo también a él?
¿No fue uno mismo el que nos formó en la matriz?

16 Si he impedido a los pobres su deseo,
o he hecho desfallecer los ojos de la viuda,
17 o si he comido mi bocado solo,
y el huérfano no ha comido de él
18 (aunque desde mi juventud él creció conmigo como con un padre,
y a la viuda la guié desde mi infancia[f]);
19 si he visto a alguno perecer por falta de ropa,
y sin abrigo al necesitado,
20 si sus lomos no me han expresado gratitud[g],
pues no se ha calentado con el vellón de mis ovejas;
21 si he alzado contra el huérfano mi mano,
porque vi que yo tenía apoyo[h] en la puerta[i],
22 que mi hombro se caiga de la coyuntura[j],
y mi brazo se quiebre en el codo[k].
23 Porque el castigo de Dios es terror para mí,
y ante su majestad[l] nada puedo hacer.

24 Si he puesto en el oro mi confianza,
y he dicho al oro fino: Tú eres mi seguridad;
25 si me he alegrado porque mi riqueza era grande,
y porque mi mano había adquirido mucho;
26 si he mirado al sol[m] cuando brillaba,
o a la luna marchando en esplendor,
27 y fue mi corazón seducido en secreto,
y mi mano tiró un beso de mi boca[n],
28 eso también hubiera sido iniquidad que merecía juicio[o],
porque habría negado al Dios de lo alto.

29 ¿Acaso me he alegrado en la destrucción de mi enemigo,
o me he regocijado[p] cuando el mal le sobrevino?
30 No[q], no he permitido que mi boca peque[r]
pidiendo su vida en una maldición.
31 ¿Acaso no han dicho los hombres de mi tienda:
“¿Quién puede hallar[s] a alguno que no se haya saciado con su carne?”
32 El forastero no pasa la noche afuera,
porque al viajero[t] he abierto mis puertas.
33 ¿Acaso he cubierto mis transgresiones como Adán[u],
ocultando en mi seno mi iniquidad,
34 porque temí a la gran multitud,
o el desprecio de las familias me aterró,
y guardé silencio y no salí de mi puerta?
35 ¡Quién me diera que alguien me oyera!
He aquí mi firma[v].
¡Que me responda el Todopoderoso[w]!
Y la acusación que ha escrito mi adversario,
36 ciertamente yo la llevaría sobre mi hombro,
y me la ceñiría como una corona.
37 Del número de mis pasos yo le daría cuenta,
como a un príncipe me acercaría a El.

38 Si mi tierra clama contra mí,
y sus surcos lloran juntos;
39 si he comido su fruto[x] sin dinero,
o si he causado que sus dueños pierdan sus vidas[y],
40 ¡que en lugar de trigo crezcan[z] abrojos,
y en lugar de cebada hierba maloliente!

Aquí terminan las palabras de Job.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

Promesas de Dios ->  A veces estamos tan preocupados contando nuestros problemas que olvidamos contar nuestras bendiciones.

 

 

 

 

Efesios 5:15-16
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.

Efesios 6:13
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes.

Colosenses 4:5
Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo.

2 Tesalonicenses 1:3
Siempre tenemos que dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es justo, porque vuestra fe aumenta grandemente, y el amor de cada uno de vosotros hacia los demás abunda más y más;

Romanos 1:8
En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos vosotros, porque por todo el mundo se habla de vuestra fe.

Efesios 5:20
dando siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre;

1 Tesalonicenses 1:2
Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros, haciendo mención de vosotros en nuestras oraciones;

1 Tesalonicenses 4:1
Por lo demás, hermanos, os rogamos, pues, y os exhortamos en el Señor Jesús, que como habéis recibido de nosotros instrucciones acerca de la manera en que debéis andar y agradar a Dios (como de hecho ya andáis), así abundéis en ello más y más.

2 Tesalonicenses 2:1
Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con El, os rogamos, hermanos,

2 Tesalonicenses 2:13
Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

Tiempo de limpieza

 

 

 

 



“Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios”. Mateo 5:8 NVI

El término limpio refiere a la condición de aseo, cuidado, pulcritud y libre de manchas que puede tener, una cosa, objeto, superficie, mueble o persona, según corresponda. 

Podemos decir que algo está completamente limpio cuando nos hemos tomado el trabajo de eliminar todo tipo de suciedad. 

Pero como sabemos, el efecto de la limpieza no duraría demasiado si no nos esforzáramos en tratar de mantenerlo.

Puede que nos cueste mantener limpio el lugar donde nos desenvolvemos, pero esto es importante ya que a nadie le gusta estar en un lugar sucio.

No debemos descuidamos porque entonces la suciedad se iría acumulando poco a poco.

De igual manera debemos tener cuidado en limpiar nuestro corazón. Aunque tomemos la decisión de apartarnos de todo aquello que nos influencia de manera negativa para no contaminarnos, no servirá de nada si por dentro aún seguimos manteniendo el polvo del odio, rencor, amargura y depresión que ensucian nuestro corazón.

Salmos 51: 10 NVT “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu fiel dentro de mi” El salmista pedía a Dios que limpiase su corazón, esto es parte de la santidad que vamos desarrollando al pasar el tiempo con Él.

Si no ves resultados hasta ahora en tu vida, si tus actitudes siguen siendo las mismas puede que hayas descuidado la limpieza y estés acumulando basura en corazón.

Así como una novia se presenta ante el altar con el esplendor de su inmaculado vestido blanco, de igual forma debiéramos presentarnos delante de Dios con corazón limpio, puro y sin mancha.

Hoy te quiero invitar a cerrar la puerta de tu corazón a todo aquello que quiera manchar tu vida, pero además a que declares un día de limpieza general, comienza a sacar todo lo que ensucia y estorba para que puedas presentarte a Dios con un corazón limpio.



Soraida Fuentes
CVCLAVOZ