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Deuteronomio 27:12-26  La Biblia de las Américas (LBLA)

 

Las maldiciones

11 También Moisés ordenó al pueblo en aquel día, diciendo: 12 Cuando pases el Jordán, éstos estarán sobre el monte Gerizim para bendecir al pueblo: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín. 13 Y para la maldición, éstos estarán en el monte Ebal: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí. 14 Entonces los levitas responderán y dirán en alta voz a todos los hombres de Israel:

15 “Maldito el hombre que haga ídolo[f] o imagen de fundición, abominación al Señor, obra de las manos del artífice, y la erige en secreto.” Y todo el pueblo responderá, y dirá: “Amén.”

16 “Maldito el que desprecie a su padre o a su madre.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

17 “Maldito el que cambie[g] el lindero de su vecino.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

18 “Maldito el que haga errar al ciego en el camino.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

19 “Maldito el que pervierta el derecho del forastero, del huérfano y de la viuda.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

20 “Maldito el que se acueste con la mujer de su padre, porque ha descubierto la vestidura de su padre.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

21 “Maldito el que se eche con cualquier animal.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

22 “Maldito el que se acueste con su hermana, la hija de su padre o de su madre.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

23 “Maldito el que se acueste con su suegra.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

24 “Maldito el que hiera a su vecino secretamente.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

25 “Maldito el que acepte soborno para quitar la vida a un inocente.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

26 “Maldito el que no confirme las palabras de esta ley, poniéndolas por obra.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocional Diario Cristiano – El Remolino del Maelström.

Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocional Cristiano, Devocional Diario, Devocional para Jovenes, Devocionales, Devocionales Biblicos, Devocionales para Mujeres 1 Comentario


Devocional-Diario-The Maelstrom
Voz del Señor sobre las aguas;truena el Dios de gloria, el Señor sobre las muchas aguas.Voz del Señor con potencia; voz del Señor con gloria. Salmo 29:3-4.

El que me oyere, habitará confiadamente y vivirá tranquilo.Proverbios 1:33.

Devocional Diario Cristiano – El Remolino del Maelström

A lo largo de las costas de Noruega, cerca de las islas Lofoten, se halla un brazo de mar muy peligroso a causa de las corrientes remolinantes: el Maelström. Cosa extraña, cuando hace buen tiempo, el lugar es más peligroso. ¡Cuántos barcos, engañados por el aspecto inofensivo del lugar y descuidando las advertencias indicadas en los libros de navegación, se han acercado imprudentemente al torbellino y han zozobrado!

En el plano moral y espiritual, esto nos hace pensar en el comportamiento de numerosos seres humanos seducidos por Satanás. Cierran los oídos a las advertencias dadas por la gracia de Dios y siguen su camino en una dirección peligrosa. Quizá se digan: «Todo me va bien, tengo buena salud, una vida familiar feliz, un trabajo agradable y numerosos amigos…: no necesito nada». Pero a veces todo cambia bruscamente: las dificultades se desencadenan y parece que una espiral de problemas los precipita hacia un abismo sin fondo.

¿Es su caso? ¡No se desanime! Aún hoy es el día de salvación. Dios puede ayudarle a salir del abismo o impedir que caiga en él. De hecho, el verdadero pozo sin fondo hacia el cual el diablo precipita a los seres humanos que no se arrepienten, es aquel que los aguarda en el más allá. Jesús, que podía calmar la tempestad (Marcos 4:35-41), todavía tiene el mismo poder. ¡Confíele su vida; aún está a tiempo!

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


¿Fariseo o Publicano?

Cuenta la parábola que dos hombres estaban orando en el templo, uno de ellos era fariseo y el otro publicano, ambos se acercaban a Dios con distintas oraciones, según Lucas 18:11-14 (TLA) la Biblia nos menciona lo siguiente:

“Puesto de pie, el fariseo oraba así: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres. Ellos son ladrones y malvados, y engañan a sus esposas con otras mujeres. ¡Tampoco soy como ese cobrador de impuestos! Yo ayuno dos veces por semana y te doy la décima parte de todo lo que gano. ”El cobrador de impuestos, en cambio, se quedó un poco más atrás. Ni siquiera se atrevía a levantar la mirada hacia el cielo, sino que se daba golpes en el pecho y decía: “¡Dios, ten compasión de mí, y perdóname por todo lo malo que he hecho!”. Cuando terminó de contar esto, Jesús les dijo a aquellos hombres: «Les aseguro que, cuando el cobrador de impuestos regresó a su casa, Dios ya lo había perdonado; pero al fariseo no. Porque los que se creen más importantes que los demás, son los menos valiosos para Dios. En cambio, los más importantes para Dios son los humildes.”

¿Alguna vez escuchaste este tipo de oración, o quizá de tus labios salieron palabras como estas?

Si analizamos a estos dos personajes que Jesús utilizó, podemos ver que cada oración es distinta; la del fariseo estaba llena de vanidad y de ego, quien en todo tiempo le mencionaba a Dios lo justo que él era. Por otro lado, tenemos al publicano, quizá por su condición no era visto de una forma favorable y con frecuencia era tratado con desprecio, pero la actitud que él tuvo ese día, seguro que conmovió el corazón de Dios. Porque según el versículo 13 el publicano estaba lejos, avergonzado y humillado por lo que hizo, tanto que ni alzar los ojos pudo, sólo pedía perdón por su pecado y misericordia para su vida.

Muchas veces actuamos como el fariseo, creyendo que todo lo que hacemos está bien, y nos es difícil entender que también podemos equivocarnos, que jamás seremos inocentes delante de Dios haciendo buenas obras. Dejemos el orgullo atrás y acerquémonos a Dios con toda humildad y arrepentimiento, así como lo hizo el publicano, lo cual lo llevó a la justificación.

No pierdas más tiempo pensando que por tus propios medios podrás llegar a ser limpio de todo mal, pídele a Dios que quite el orgullo de tu corazón, quizás las situaciones por las que atravesaste te hicieron pensar de esa forma, pero hoy Dios te extiende sus manos de perdón ¿Vas a rechazarlo?

La parábola termina diciendo: “(…) porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido. Lucas 18:14 (RVR).

El fariseo y el publicano son representantes de actitudes típicas en nuestra época. Un hombre lleno de orgullo y el otro de humildad. ¿Con cuál de los dos te identificas? O más bien ¿Cuál de los dos eres tú?

Ruth Mamani
CVCLAVOZ