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Santiago 5:18 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

Exhortaciones varias

 

12 Y sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni con ningún otro juramento; antes bien, sea vuestro sí[j], sí, y vuestro no[k], no, para que no caigáis bajo juicio.

13 ¿Sufre alguno entre vosotros? Que haga oración. ¿Está alguno alegre? Que cante alabanzas. 14 ¿Está alguno entre vosotros enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndolo[l] con aceite en el nombre del Señor; 15 y la oración de fe restaurará[m] al enfermo, y el Señor lo levantará, y si ha cometido pecados le serán perdonados[n]. 16 Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración[o] eficaz del justo puede lograr mucho. 17 Elías era un hombre de pasiones semejantes a las nuestras[p], y oró fervientemente[q] para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. 18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.

19 Hermanos míos, si alguno de entre vosotros se extravía de la verdad y alguno le hace volver, 20 sepa[r] que el que hace volver a un pecador del error de su camino salvará su alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

¿Por qué La Biblia Llama a Los Hijos Flechas En La Manos Del Guerrero? (Sal. 127:4)
Publicado por: Cristianos en Preguntas y Respuestas Cristianas, Respuestas Cristianas 0


“COMO FLECHAS EN LAS MANOS DEL GUERRERO, ASÍ SON LOS HIJOS…” (Salmo 127:4, NVI)
¿Por qué La Biblia Llama a Los Hijos Flechas En La Manos Del Guerrero?
La Biblia dice que los padres son como arcos y los hijos como flechas. Padres, como arcos que sois, es vuestra obligación:

1) Protegerlos en la aljaba (el hogar).
Tras el asesinato de su esposo, el presidente de los Estados Unidos, le preguntaron a Jacqueline Kennedy si tenía intenciones de entrar en la política. ‘No’, contestó, ‘mi mayor prioridad debe ser dedicarme a mis hijos. Si se tuercen, nada de lo que consiga en el ámbito político tendría ningún sentido.’
Nuestros hijos están creciendo en una generación donde pueden conseguir drogas, comprar armas, encontrarse con pederastas, tener sexo virtual, etc. y hacerlo todo bajo tu techo, con su ordenador y con Internet. ¡Eso debería alarmarte! Pero dices: ‘Yo me las tuve que arreglar solo a su edad, que ellos también lo hagan.’ No, “…el muchacho consentido avergüenza a su madre. Corrige a tu hijo y… dará alegría a tu alma.” (Proverbios 29: 15,17).

Sin embargo deberás ser sabio. Si tus hijos te ven como alguien dogmático y tristón, te van a evitar, y un día explotarán como una bomba de relojería. Construye un hogar en el que puedan hacer preguntas abiertamente, obtener respuestas y desarrollar unos valores que les sirvan de por vida. La palabra “guerrero” del versículo se refiere a que tú debes luchar por ellos.

2) Apúntales en la dirección correcta.
“Instruye al niño en su camino…” (Proverbios 22:6). No los sobreprotejas para no ahogar su creatividad, no los sacrifiques en aras de cosas materiales y no impongas tus sueños frustrados en ellos. Ayúdales a descubrir sus talentos y discierne el plan de Dios para su vida; luego, sé su animador por excelencia.

3) Suéltalos.
Es difícil soltar. Pero cuesta menos cuando sabes que les has enseñado la verdad, están cubiertos por oración y se encuentran bajo la protección de Dios.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


La decisión.

 

 

Cierta vez en un programa de tv un famoso jugador de fútbol confesó una parte de su vida que nunca antes había contado en público.

Durante la entrevista dijo que su padre murió cuando él tenía 7 meses de gestación y después de haber nacido, su mamá no pudo cuidarlo junto a sus otros 12 hermanos porque no tenía los ingresos económicos suficientes para mantenerlos; además vivían en un barrio muy peligroso donde la delincuencia y la drogadicción era algo de todos los días. Esas razones fueron suficientes para que ella decidiera enviarlo a vivir con la familia de su hermana.

Al pasar los años ese muchachito demostró que tenía grandes cualidades jugando futbol, de esa manera logró hacer pruebas con algunos equipos importantes de su ciudad y de entre muchos otros él fue de los pocos que fueron aceptados para integrar la plantilla titular.

No pasaron muchos años cuando un equipo de otro país le ofreció una importante suma de dinero para que jugara con ellos. Con mucha felicidad firmó el contrato y con las primas económicas que recibió compró una casa para que su familia salga del peligroso barrio en el que vivían. Sin embargo, aunque la intención con todo eso era mejorar las condiciones de vida para los suyos, él cuenta durante la entrevista que uno de sus hermanos hoy en día está preso.

Todos en su hogar sufrieron el azote de la pobreza y los problemas sociales que acarrea el vivir en un barrio donde la drogadicción es algo normal, pero uno de ellos pudo salir adelante y decidió invertir lo que había ganado en darle a su familia una oportunidad de mejorar. Algunos la aceptaron, pero hubo otro que eligió una vida criminal.

Algo similar ocurre en la vida de todo cristiano.

Deuteronomio 11:26-28 dice: “He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido.” Versión Reina-Valera 1960

Estas fueron las palabras que dijo Moisés a Israel después de haber salido de Egipto. Recordemos que en ese lugar ellos eran esclavos y no podían determinar nada por sí mismos, pero Dios los rescató dándoles la libertad de elegir por cuenta propia qué camino querían tomar.

Eso mismo ocurre al aceptar a Jesús como Señor y Salvador.

Él nos ha hecho libres de la esclavitud del pecado para darnos la opción de vivir bajo sus mandamientos o desobedecer completamente. Dios lo ha dispuesto de esa manera y para asegurarse de que así sea, personalmente ha vencido al diablo, al pecado y al mundo para que elijamos sin ningún tipo de oposición.

¡No dudes más! Elige seguir a Dios porque en Él hay vida.

 

 

Héctor Colque
CVCLAVOZ