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1 Timoteo 2:1 La Biblia de las Américas (LBLA)

Llamado a la oración

 

 

 

Exhorto, pues, ante todo que se hagan rogativas, oraciones, peticiones yacciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en autoridad[a], para que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignidad[b]. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento[c] de la verdad. Porque hay un solo Dios, ytambién un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre,quien se dio a sí mismo en rescate por todos, testimonio dado a su debido tiempo[d]. Y para esto yo fui constituido predicador[e] y apóstol (digo la verdaden Cristo[f], no miento) como maestro de los gentiles en fe y verdad. Por consiguiente, quiero que en todo lugar los hombres oren levantando manos santas, sin ira ni discusiones.

 

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

¿Cómo Confiar en Dios Cuando No Hay Respuestas?
Publicado por: Devocionales en Devocionales 0

 

 

LAS COSAS SECRETAS PERTENECEN AL SEÑOR (Deuteronomio 29:29)
Las pérdidas de la vida nos dejan heridos y con interrogantes. El cáncer que se lleva a un padre o madre jóvenes; el divorcio que ataca a una familia feliz; la ruina financiera que da al traste con los planes de jubilación; un hijo que va a la cárcel, o que es asesinado o que se suicida. En esos tiempos surgen preguntas que son difíciles, si no imposibles, de responder. Examinamos una y otra vez las circunstancias, especulamos sobre cada detalle, buscando pistas que le den sentido y que nos ayuden a sobrellevarlo. Nos ponemos en el punto de mira, luego ponemos a otros e incluso a Dios, preguntándonos qué se podría o se debería haber hecho diferente para evitar la tragedia. Vamos a los amigos, a otros creyentes, a los pastores para oír lo que no parecen más que obviedades religiosas y esfuerzos inútiles de paliar nuestro dolor. Cuando no encontramos las respuestas por ninguna parte y Dios está en silencio, ¿qué debemos hacer?

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Aquí hay dos versículos que te ayudarán en tales momentos:

1) “Las cosas secretas pertenecen al Señor, nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros” (Deuteronomio 29:29).
Cuando se trata de entender cosas, nosotros tenemos nuestro ámbito y Dios el suyo. Y el nuestro está limitado por lo que Él decide revelar. Cuando llegas ahí, “confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia”. (Proverbios 3:5).

2) “Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien”. (Romanos 8:28).
Tal vez Dios te de una explicación o tal vez no. Pero Él es “el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin” (Apocalipsis 22:13), lo que significa que tiene un plan y está haciendo que ese plan redunde en tu bien y en Su gloria. Por ello, ¡confía en Él!

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

Seguramente es verdad

 

 

Recuerdo que un amigo muy querido llegó de visita a la ciudad y me resulta muy gracioso traer a mi memoria el afán que él tenía por cumplir lo que le había dicho a su hijo pequeño. Tiempo atrás le había prometido que le regalaría un juego de mesa.

El niño le insistía mucho y le recordaba a cada momento acerca de su promesa. Muchos le decían al pequeño que tal vez su papá lo había olvidado, pero él en ningún momento dudó de la palabra de su padre, a pesar de que le decían que tal vez no había el dinero suficiente o que ya se había agotado el stock del juego de mesa que él quería, etc.

Ni las palabras, ni las circunstancias hicieron que la fe que el niño le tenía a su papá disminuyeran. Y muy gratamente vio que su padre, una vez que llegó de su viaje, traía consigo ese juguete tan esperado; pero la felicidad que irradiaba el niño, más que ser por la alegría por tener el juego era por saber que su papá no le falló, que recordó su promesa y sobre todo porque su fe no fue defraudada.

Nosotros, al igual que este niño, deberíamos sentirnos siempre seguros de lo que nuestro Padre nos promete diariamente; aunque los problemas, la gente y las circunstancias nos quieren hacer dudar de que Él cumplirá.
“y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.” Mateo 18:3 (RVR-1960)

¿Por qué no comienzas a creerle a Dios lo que te dice? A diferencia de las personas, Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta, por lo que si te ha prometido algo, lo hará sin lugar a dudas.
Has a un lado lo que te haga dudar y empieza a creer como un verdadero niño que si tu papá te lo dijo ten por seguro que es la verdad.

 

 

 


Telma Céspedes
CVCLAVOZ