Mateo 12:10

La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

Jesús sana al hombre de la mano seca

 

 

 

Pasando de allí, entró en la sinagoga de ellos. 10 Y he aquí, había allí un hombre que tenía una mano seca. Y para poder acusarle, le preguntaron, diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? 11 Y El les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros que tenga una sola oveja, si ésta se le cae en un hoyo en día de reposo, no le echa mano y la saca? 12 Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por tanto, es lícito hacer bien en el día de reposo.13 Entonces dijo* al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada, sana como la otra. 14 Pero cuando los fariseos salieron, se confabularon[f] contra El, para vercómo podrían destruirle.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

¿Quieres que te conozcan por mandar o servir?

 

 




Una de las características que me ha costado vencer con el tiempo y aún todavía me resulta difícil es cuando hablamos de “sujeción”.

La palabra griega traducida como someterse “Hupotasso”, significa que el someternos no es una decisión de una vez, es una actitud continua en nuestras mentes, que llega a convertirse en un patrón de conducta.

La sumisión mencionada en la palabra de Dios no se refiere a una sujeción unilateral de un creyente para ser dominado egoístamente por la otra persona. La sumisión es una posición de honor y plenitud.

Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. Romanos 13:1-2

En el principio, como no había pecado, el hombre solo tenía que obedecer a Dios, Él era su única autoridad.

Cuando Adán y Eva desobedecieron sus instrucciones, el pecado entró en el mundo y entonces fue necesaria la sujeción. Por lo tanto, Dios estableció leyes para que exista orden.

Para empezar debemos sujetarnos a Dios, y ser obedientes a su Palabra, después a las autoridades que fueron designadas por Él. Solamente de ésta manera encontraremos bendición, porque Dios lo prometió; de lo contrario, si resistimos a su autoridad solo estamos impidiendo que Él nos bendiga.

Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Filipenses 2:5-8

Si eres de las personas que les cuesta obedecer y sujetarse a sus líderes, pastores o alguna otra autoridad que Dios puso en tu camino, debes entender que estás poniendo resistencia a la autoridad de Él eligió.

Hoy te animo a que pongas en ti ese mismo sentir que hubo en Cristo, quién a pesar de tener todo a su favor para mandar, se hizo siervo; siendo humillado, fue obediente hasta la muerte.

¡No busques una posición, busca ser como Jesús!


Shirley Chambi
CVCLAVOZ

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

 

Promesas – El Camino

Señor, ayúdame a seguir ese camino que tienes para mí y no dudar.

 

 

 

 

Salmo 32:8
Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; te aconsejaré con mis ojos puestos en ti.

Juan 14:6
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.

Juan 10:9
Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto.

Juan 11:25
Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá,

Romanos 5:2
por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

Hebreos 10:20
por un camino nuevo y vivo que El inauguró para nosotros por medio del velo, es decir, su carne,

 

1 Juan 5:20
Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que conozcamos al que es verdadero; y nosotros estamos en aquel que es verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna.