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Isaías 35:1-3 La Biblia de las Américas (LBLA)

Futuro glorioso de Sion

35 El desierto y el yermo se alegrarán,
y se regocijará el Arabá[a] y florecerá
como el azafrán[b];
florecerá copiosamente
y se regocijará en gran manera y gritará de júbilo.
La gloria del Líbano le será dada,
la majestad del Carmelo y de Sarón.
Ellos verán la gloria del Señor,
la majestad de nuestro Dios.
Fortaleced las manos débiles
y afianzad las rodillas vacilantes.
Decid a los de corazón tímido:
Esforzaos, no temáis.
He aquí, vuestro Dios viene con venganza;
la retribución[c] vendrá de Dios mismo,
mas El os salvará.
Entonces se abrirán los ojos de los ciegos,
y los oídos de los sordos se destaparán.
El cojo entonces saltará como un ciervo,
y la lengua del mudo gritará de júbilo,
porque aguas brotarán en el desierto
y arroyos en el Arabá[d].
La tierra abrasada[e] se convertirá en laguna,
y el secadal en manantiales de aguas;
en la guarida de chacales, su lugar de descanso,
la hierba se convertirá en cañas y juncos.
Allí habrá una calzada, un camino,
y será llamado Camino de Santidad;
el inmundo no transitará por él,
sino que será para el que ande en ese camino;
los necios no vagarán por él.
Allí no habrá león,
ni subirá por él bestia feroz;
éstos no se hallarán[f] allí,
sino que por él andarán los redimidos.
10 Volverán los rescatados del Señor,
entrarán en Sion con gritos de júbilo,
con alegría eterna sobre sus cabezas.
Gozo y alegría alcanzarán,
y huirán la tristeza y el gemido.

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

 

Promesas –

 

DIOS siempre hace lo correcto.

Si pediste a DIOS una cosa y recibiste otra, confía.

Ten la seguridad de el Él siempre dará lo que necesitas en el momento adecuado.

 

 



Mateo 7:7
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

Salmos 34:4
Busqué al SEÑOR, y El me respondió, y me libró de todos mis temores.

Salmos 37:4
Pon tu delicia en el SEÑOR, y El te dará las peticiones de tu corazón.

Jeremías 29:13
Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón.

Mateo 7:8
Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

Mateo 18:19
Además os digo, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.

Mateo 21:22
Y todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.

Romanos 8:26
Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles;

Romanos 8:15
Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!

Marcos 11:24
Por eso os digo que todas las cosas por las que oréis y pidáis, creed que ya las habéis recibido, y os serán concedidas .

Lucas 11:9
Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

Juan 14:13
Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

Juan 15:7
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho.

Juan 15:16
Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a vosotros, y os designé para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda.

Juan 16:23
En aquel día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre, os lo dará en mi nombre.

 


“…VENDRÁ SÚBITAMENTE… EL SEÑOR A QUIEN VOSOTROS BUSCÁIS…” (Malaquías 3:1)

La Presencia de Dios: Cuando Dios se manifiesta

En algunas ocasiones Dios se manifiesta de manera dramática, como con la llegada de un cheque inesperado, una puerta que se abre o la protección del Señor en una situación que te destruiría sin su intervención. Otras veces se manifiesta suavemente, cambiando tu ansiedad en confianza, susurrándote: “No temas, porque yo estoy contigo…” (Isaías 41:10).

Y cuando los que te rodean dicen: Estás diferente hoy, ¿qué ha pasado?, tú respondes: No sé, pero siento paz en medio de la situación. Eso sólo puede suceder porque: …vendrá súbitamente… el Señor a quien vosotros buscáis (Malaquías 3:1).
Hay dos ejemplos bíblicos que ilustran lo anterior:

1) El primero demuestra cómo Dios interviene en situaciones en las que eres malentendido o tratado injustamente.


“Después de haberlos azotado mucho, los echaron en la cárcel… Pero a medianoche… Pablo y Silas cantaban himnos a Dios… y al instante se abrieron todas las puertas…” (Hechos 16:23-26).
Las oraciones de medianoche y las alabanzas te harán ver más allá del problema y buscar a Dios, quien tiene todas las soluciones. Al dejar de fijar la atención en ti mismo y ponerla en Él, cambiará tu forma de ver las cosa.

2) El segundo testimonio demuestra cómo interviene el Señor cuando nos sentimos abrumados por la enormidad del cometido.
Al confrontar Moisés la realidad de que tendría que guiar a dos millones de israelitas a la Tierra Prometida, éste ora: “…Te ruego que me muestres ahora tu camino…” (Éxodo 33:13). Y Dios responde: “Aquí hay un lugar junto a mí… te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano…” (Éxodo 33:21-23).

Cuando Dios te diga: “Aquí hay un lugar junto a mí”, ¡vete y quédate allí! Aunque no puedas percibirlo con claridad, sentirás su presencia, gustarás de su bondad y sabrás que todo va a estar bien.


“…VENDRÁ SÚBITAMENTE… EL SEÑOR A QUIEN VOSOTROS BUSCÁIS…” (Malaquías 3:1)

La Presencia de Dios: Cuando Dios se manifiesta

En algunas ocasiones Dios se manifiesta de manera dramática, como con la llegada de un cheque inesperado, una puerta que se abre o la protección del Señor en una situación que te destruiría sin su intervención. Otras veces se manifiesta suavemente, cambiando tu ansiedad en confianza, susurrándote: “No temas, porque yo estoy contigo…” (Isaías 41:10).

Y cuando los que te rodean dicen: Estás diferente hoy, ¿qué ha pasado?, tú respondes: No sé, pero siento paz en medio de la situación. Eso sólo puede suceder porque: …vendrá súbitamente… el Señor a quien vosotros buscáis (Malaquías 3:1).
Hay dos ejemplos bíblicos que ilustran lo anterior:

1) El primero demuestra cómo Dios interviene en situaciones en las que eres malentendido o tratado injustamente.


“Después de haberlos azotado mucho, los echaron en la cárcel… Pero a medianoche… Pablo y Silas cantaban himnos a Dios… y al instante se abrieron todas las puertas…” (Hechos 16:23-26).
Las oraciones de medianoche y las alabanzas te harán ver más allá del problema y buscar a Dios, quien tiene todas las soluciones. Al dejar de fijar la atención en ti mismo y ponerla en Él, cambiará tu forma de ver las cosa.

2) El segundo testimonio demuestra cómo interviene el Señor cuando nos sentimos abrumados por la enormidad del cometido.
Al confrontar Moisés la realidad de que tendría que guiar a dos millones de israelitas a la Tierra Prometida, éste ora: “…Te ruego que me muestres ahora tu camino…” (Éxodo 33:13). Y Dios responde: “Aquí hay un lugar junto a mí… te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano…” (Éxodo 33:21-23).

Cuando Dios te diga: “Aquí hay un lugar junto a mí”, ¡vete y quédate allí! Aunque no puedas percibirlo con claridad, sentirás su presencia, gustarás de su bondad y sabrás que todo va a estar bien.


“…VENDRÁ SÚBITAMENTE… EL SEÑOR A QUIEN VOSOTROS BUSCÁIS…” (Malaquías 3:1)

La Presencia de Dios: Cuando Dios se manifiesta

En algunas ocasiones Dios se manifiesta de manera dramática, como con la llegada de un cheque inesperado, una puerta que se abre o la protección del Señor en una situación que te destruiría sin su intervención. Otras veces se manifiesta suavemente, cambiando tu ansiedad en confianza, susurrándote: “No temas, porque yo estoy contigo…” (Isaías 41:10).

Y cuando los que te rodean dicen: Estás diferente hoy, ¿qué ha pasado?, tú respondes: No sé, pero siento paz en medio de la situación. Eso sólo puede suceder porque: …vendrá súbitamente… el Señor a quien vosotros buscáis (Malaquías 3:1).
Hay dos ejemplos bíblicos que ilustran lo anterior:

1) El primero demuestra cómo Dios interviene en situaciones en las que eres malentendido o tratado injustamente.


“Después de haberlos azotado mucho, los echaron en la cárcel… Pero a medianoche… Pablo y Silas cantaban himnos a Dios… y al instante se abrieron todas las puertas…” (Hechos 16:23-26).
Las oraciones de medianoche y las alabanzas te harán ver más allá del problema y buscar a Dios, quien tiene todas las soluciones. Al dejar de fijar la atención en ti mismo y ponerla en Él, cambiará tu forma de ver las cosa.

2) El segundo testimonio demuestra cómo interviene el Señor cuando nos sentimos abrumados por la enormidad del cometido.
Al confrontar Moisés la realidad de que tendría que guiar a dos millones de israelitas a la Tierra Prometida, éste ora: “…Te ruego que me muestres ahora tu camino…” (Éxodo 33:13). Y Dios responde: “Aquí hay un lugar junto a mí… te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano…” (Éxodo 33:21-23).

Cuando Dios te diga: “Aquí hay un lugar junto a mí”, ¡vete y quédate allí! Aunque no puedas percibirlo con claridad, sentirás su presencia, gustarás de su bondad y sabrás que todo va a estar bien.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

 

 

Deja a Dios ser Dios

 

 

Conocemos las características de Dios: omnipresente, omnisciente, omnipotente y una de las características que tal vez a muchos les cuesta creer, es que es sobrenatural.

De boca decimos que Dios actúa de forma sobrenatural pero, ¿en realidad lo creemos? Cuando suceden cosas difíciles de creer, que nuestro sentido común y la lógica no logran asimilar, llegamos a pensar que eso no es real o incluso llegamos a decir que Dios jamás actuó así.

Estamos muy encasillados en la forma en que Jesús actuó y la forma en que el Espíritu Santo interviene en nuestros tiempos, pero existen momentos y circunstancias en los que Dios actúa de una manera como nunca antes lo hizo y nuestra incredulidad, nuestra duda, sale a luz y decimos que eso no es de Dios.
¿Por qué no dejas a Dios ser Dios? No esperes a que Dios actúe como tú crees o tu lógica espera. La Palabra dice “Dios ha preparado para los que lo aman cosas que nadie ha visto ni oído, y ni siquiera pensado.” 1 Corintios 2:9 (DHH)

En la historia de la gran pesca los discípulos se sujetaban a lo que sucedía regularmente y como conocedores de la materia manejaban la teoría de que sólo se podía pescar en la noche. Pero ese día sucedió lo sobrenatural; Jesús, de día, logró que pescaran mucho más de lo que imaginaron, tanto que llenaron dos barcas. (Lucas 5:1-6)

Es así que Dios actúa, de forma sobrenatural. Deja de esperar que haga lo que quieres o que sea de la forma que soñaste, Dios es Dios y no tiene porqué actuar de la manera pensada por los hombres si no como es Él, sobrenatural e inigualable.
Si estás anhelando algo de Dios, ten mucha fe y verás que te sorprenderá, actuará en tu situación y en tu vida de forma que jamás alguien podría imaginar.

 

 

 

 

Telma Céspedes 
CVCLAVOZ