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Lucas 23:47La Biblia de las Américas (LBLA)

 

Muerte de Jesús

44 Era ya como la hora sexta[x], cuando descendieron[y] tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena[z] 45 al eclipsarse el sol. El velo del templo se rasgó en dos[aa]. 46 Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espiritu. Y habiendo dicho esto, expiró.47 Cuando el centurión vio lo que había sucedido, glorificaba a Dios, diciendo: Ciertamente, este hombre era inocente[ab]. 48 Y cuando todas las multitudes que se habían reunido para presenciar este espectáculo, al observar lo que había acontecido, se volvieron golpeándose el pecho.49 Pero todos sus conocidos y las mujeres que le habían acompañado desde Galilea, estaban a cierta distancia viendo estas cosas.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

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REFLEXION

¿Cómo Acabar Con Los Residuos De La Ira?
Publicado por: Devocionales en Versículos Bíblicos - Textos Bíblicos, Versiculos de la Biblia 0

 

 


Versículos Bíblicos Sobre La Ira
ABANDONA LA IRA PUES ESTO CONDUCE AL MAL (Salmo 37:8 NVI)

En un artículo de periódico de 1994 se leía el titular: Restos de la Guerra Amenazan a los Europeos; el periodista Christopher Burns de Associated Press escribía: Cincuenta años después de que se silenciaran los cañones, las bombas de la Segunda Guerra Mundial todavía están matando en Europa. Se están descubriendo muchas y algunas están explotando; aparecen en lugares dedicados a obras, en redes de pescadores o en playas, En Francia, por ejemplo, se recogen cientos de toneladas de explosivos todos los años. En 1993 trece bombas explotaron en el país galo dejando una secuela de 12 muertos y 11 heridos.

He perdido a dos compañeros decía Yvon Bouvet, encargado gubernamental del equipo que desactiva explosivos de la Primera y Segunda Guerras Mundiales en la región de Champaña Ardenas. Con el paso del tiempo, las bombas sin explotar son más peligrosas. Debido a la corrosión en el interior, esta arma es cada vez más inestable y puede saltar el detonador.

Lo mismo que sucede con estas bombas sin explotar también sucede con nuestra ira subyacente: explota cuando menos lo esperas. La ira no es algo de lo que tenemos que enorgullecernos, sino más bien un motivo de oración, porque hiere a los seres cercanos a ti, hace que los demás te pierdan el respeto, cierra la puerta a las oportunidades y te pone en una relación difícil con Dios. Pasa un momento leyendo lo que la Palabra de Dios dice acerca de la ira: Refrena tu enojo, abandona la ira; no te irrites, pues esto conduce al mal (Salmo 37:8 NVI). Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte, el que domina su espíritu que el conquistador de una ciudad (Proverbios 16:32). La cordura del hombre aplaca su furor, y un honor le es pasar por alto la ofensa (Proverbios 19:11).

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

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REFLEXION
El tesoro escondido.

 

 

Entre los años 1118 y 1119 d.C. un grupo de franceses crearon “La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón” con el propósito de proteger a los cristianos y guiar a todos los peregrinos en su viaje a Jerusalén.

Conocidos de mejor manera por su nombre corto, “Los caballeros templarios” tuvieron un crecimiento imparable y muy pronto se convirtieron en una de las fuerzas militares más poderosas y ricas de su época. En sus dos siglos de existencia acumularon toda clase de riquezas que no usaban para extravagancias o banalidades individuales, ya que uno de los requisitos para ingresar a la orden era hacer un voto de pobreza.; más bien se podía decir que ellos únicamente eran coleccionistas y guardianes.

Sin embargo, no todos estaban de acuerdo con el poder que habían ganado y muchos de sus opositores eran sus propios aliados, los cuales no tardaron en convertirse en sus verdugos. Hicieron planes, los persiguieron y los aniquilaron sin piedad.
Al enterarse del destino que podía correr toda esa riqueza por la persecución, algunos hombres decidieron huir con todo lo que habían reunido: cargaron todo en 18 buques y fueron a esconderlo en distintos países del mundo, incluso algunos historiadores creen que ellos llegaron a América mucho antes que Cristóbal Colón. De esa manera se expandió la leyenda del tesoro de los caballeros templarios.

Muchos arqueólogos sueñan con ser quienes encuentren esa cuantiosa fortuna ya que eso significaría riqueza y fama, sin duda seria la cúspide a su profesión. Pero no sólo ellos, también los buscadores de tesoros rastrean apasionadamente los posibles lugares donde pudieron haberlo escondido.

Cualquiera que tuviera una oportunidad de encontrar este tesoro, sin dudarlo, dejaría todo lo que tiene para enfocarse únicamente en la manera de obtenerlo, quizás vendería todo lo que tiene y aun trabajaría el doble para comprar el terreno en el que lo halló. Y tú ¿Qué es lo que harías tú si encontraras una riqueza de esa magnitud?

El tesoro escondido de los templarios no deja de ser una simple leyenda. Pero Jesús en una ocasión contó una parábola donde también había un tesoro.

Mateo 13:44 dice: “Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.” Versión Reina-Valera 1960

La parábola habla de un tesoro real y va dirigida a las personas que ya lo hallaron pero que aún están en proceso de obtenerlo. La verdad es que todos los que fuimos llamados al conocimiento de Dios ya lo descubrimos, pero aún no lo estamos disfrutando en su totalidad. No es una riqueza terrenal sino celestial y aunque en esta tierra podemos gozar de múltiples bendiciones, lo que nos espera allí en la eternidad es infinitamente más grande y mejor.

“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.” 1 Corintios 2:9 Versión Reina-Valera 1960
¿Cómo estás luchando por este tesoro?

 


Héctor Colque 
CVCLAVOZ