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Proverbios 14:10  La Biblia de las Américas (LBLA)

 

14 La mujer sabia edifica su casa,
pero la necia con sus manos la derriba.
El que anda en rectitud teme al Señor,
pero el de perversos caminos le desprecia.
En la boca del necio hay una vara para su espalda[a],
pero los labios de los sabios los protegerán.
Donde no hay bueyes, el pesebre está limpio,
pero mucho rendimiento se obtiene por la fuerza del buey.
El testigo veraz no mentirá,
pero el testigo falso habla[b] mentiras.
El escarnecedor busca sabiduría, y no la halla,
pero para el hombre entendido el conocimiento es fácil.
Apártate de la presencia del necio,
porque en él no discernirás[c] palabras[d] de conocimiento.
La sabiduría del prudente está en entender su camino,
mas la necedad de los necios es engaño.
Los necios se mofan del pecado[e],
pero entre los rectos hay buena voluntad[f].
10 El corazón conoce su propia amargura,
y un extraño no comparte su alegría.
11 La casa de los impíos será destruida,
pero la tienda de los rectos florecerá.
12 Hay camino que al hombre le parece derecho,
pero al final, es camino de muerte.
13 Aun en la risa, el corazón puede tener dolor,
y el final de la alegría puede ser tristeza.
14 El de corazón descarriado se saciará de sus caminos,
pero el hombre bueno estará satisfecho con el suyo[g].
15 El simple todo lo cree,
pero el prudente mira bien sus pasos.
16 El sabio teme y se aparta del mal,
pero el necio es arrogante y descuidado.
17 El hombre pronto a la ira obra neciamente,
y el hombre de malos designios es aborrecido.
18 Los simples heredan necedad,
mas los prudentes son coronados de conocimiento.
19 Los malos se inclinarán ante los buenos,
y los impíos, a las puertas del justo.
20 Aun por su vecino es odiado el pobre,
pero son muchos los que aman al rico.
21 El que desprecia a su prójimo peca,
pero es feliz el que se apiada de los pobres[h].
22 ¿No se perderán los que traman el mal?;
pero misericordia y verdad recibirán los que planean el bien.
23 En todo trabajo hay ganancia,
pero el vano hablar[i] conduce sólo a la pobreza.
24 La corona de los sabios es su riqueza,
mas la necedad de los necios es insensatez.
25 El testigo veraz salva vidas,
pero el que habla[j] mentiras es traidor[k].
26 En el temor[l] del Señor hay confianza segura,
y a los[m] hijos dará refugio.
27 El temor[n] del Señor es fuente de vida,
para evadir los lazos de la muerte.
28 En la multitud del pueblo está la gloria del rey,
pero en la falta de pueblo está la ruina del príncipe.
29 El lento para la ira tiene gran prudencia,
pero el que es irascible[o] ensalza la necedad.
30 Un corazón apacible es vida para el cuerpo,
mas las pasiones son podredumbre de los huesos.
31 El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor,
pero el que se apiada del necesitado le honra.
32 El impío es derribado por su maldad[p],
pero el justo tiene un refugio cuando muere.
33 En el corazón del prudente reposa la sabiduría,
pero en medio[q] de los necios no se da a conocer.
34 La justicia engrandece a la nación,
pero el pecado es afrenta para los pueblos.
35 El favor del rey es para el siervo que obra sabiamente,
mas su enojo es contra el que obra vergonzosamente.

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocional Diario – Una súplica desesperada.

Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocional Cristiano, Devocional Diario, Devocional para Jovenes 4 Comentarios


De lo profundo… a ti clamo. Señor, oye mi voz;estén atentos tus oídos a la voz de mi súplica.
Salmo 130:1-2.

Devocional Diario – Una súplica desesperada

Cierta noche, un hombre bien vestido fue a ver a un creyente muy conocido. Con voz suplicante le pidió: –¡Sálveme! Como su padre había sido un bebedor empedernido, él mismo tenía aversión al alcohol. Pedía socorro porque dos o tres veces por año le sobrevenía la necesidad de beber; entonces debía emborracharse. Después sentía una profunda vergüenza. Pero simplemente debía hacerlo.

El creyente le preguntó: –¿Cómo puedo salvarlo, si usted mismo no lo puede hacer? Las cadenas del diablo son demasiado fuertes como para que yo las rompa. Su visitante se desplomó en el sillón y dijo: –¿No me puede decir otra cosa másí –Sí, fue la respuesta. Deberíamos buscar a Alguien más fuerte que Satanás. –¿Y dónde puede encontrarse alguien así?, preguntó el desdichado. El creyente sólo pronunció un nombre: ¡Jesús! Luego invitó al hombre a arrodillarse y suplicó al Señor Jesús que lo salvase por medio de la sangre vertida para la expiación de los pecados, y que lo librase de su adicción.

Desde ese día Satanás perdió su dominio sobre aquel hombre, quien aún tuvo fieras luchas y derrotas que le provocaban más vergüenza que antes, pero la adicción estaba vencida. El hombre sabía que corría peligro y que sin el Señor Jesús estaría nuevamente derrotado. Por eso debía entregarse en sus manos cada día. Y así lo hizo.

Querido lector, ¿existen cadenas que le impiden acercarse a Diosí ¡Acepte a Jesús como Salvador para que Él las quiebre!

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


Como la vid.

Era la última noche que Jesús pasaba con sus discípulos, por ello quiso impartirles la última enseñanza, sabiendo que su tiempo en la tierra se acortaba.

Comenzó diciéndoles…

“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado. Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.” Juan 15:1-5 (NVI).

¡Qué gran privilegio y, a la vez, tremendo desafío que Jesús nos deja al compararnos con las ramas de la vid! Lógicamente el pámpano sin la vid no tiene vida, por ello como creyentes somos llamados a no separarnos de Su presencia, porque si estamos unidos a Jesús, nuestros pensamientos serán como los suyos, nuestras palabras y actos llevarán el sello de su presencia. ¿No es este el deseo de todo verdadero cristiano?

Quizá se haga fácil permanecer a su lado cuando las cosas marchan bien, pero ¿cuál es tu actitud cuando todo parece ir en tu contra? ¿Aún permaneces en la vid?

Dios es tan bueno que a pesar de nuestra lejanía en momentos de desesperación, Él desea ser nuestro amigo más íntimo, porque cuando le abrimos nuestro corazón, Él nos hace ver nuestros errores, incluso las malas motivaciones que podríamos tener en alguna situación; nos consuela en medio de nuestras tribulaciones, se regocija de nuestras grandes victorias sobre el pecado y recibe con agrado nuestras expresiones de gratitud y alabanza.

Todo esto es parte del “permanecer unidos” a Cristo ¿Te gustaría asumir este reto?
Te animo a que cada día puedas tomar la decisión de poner a los pies de Jesús todo lo que te suceda, con la confianza de que Él puede y desea proveer para cada una de tus necesidades, ayudarte a discernir lo bueno y lo malo para que en ti puedas llevar todo buen fruto que proviene del permanecer en comunión con Cristo.

¡Deja atrás la autosuficiencia y únete a Cristo, porque separado de Él nada puedes hacer!

Ruth Mamani
CVCLAVOZ