Proverbios 6

 

Las siete abominaciones

 

16 Seis cosas hay que odia el SEÑOR,
        y siete son abominación para El:

17 ojos soberbios, lengua mentirosa,
        manos que derraman sangre inocente,

18 un corazón que maquina planes perversos,
        pies que corren rápidamente hacia el mal,

19 un testigo falso que dice mentiras,
        y el que siembra discordia entre hermanos.

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

Promesas –

 

La Vida es como una Moneda



Puede gastarla cuando quiera, pero solamente puede hacerlo una vez.

Mateo 23: 11-12

Salmos 112:3
Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre.

Proverbios 8:18
Conmigo están las riquezas y el honor, la fortuna duradera y la justicia.

Proverbios 10:3
El SEÑOR no permitirá que el justo padezca hambre, pero rechazará la avidez de los impíos.

Eclesiastés 10:2
El corazón del sabio lo guía hacia la derecha, y el corazón del necio, hacia la izquierda.

Mateo 19:29
Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos o tierras por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.

Lucas 12:31
Mas buscad su reino, y estas cosas os serán añadidas.

Lucas 18:29
Entonces El les dijo: En verdad os digo: no hay nadie que haya dejado casa, o mujer, o hermanos, o padres o hijos por la causa del reino de Dios,

1 Timoteo 4:8
porque el ejercicio físico aprovecha poco, pero la piedad es provechosa para todo, pues tiene promesa para la vida presente y también para la futura.

 

 

Un Encuentro Con la Palabra  

 

 

Diez Señales de Alto 



Dios puso en su Santa Palabra diez señales de «Alto». A éstas se les conoce como los Diez Mandamientos. Cumplirlos es disfrutar de paz y armonía. Ignorarlos es chocar contra ellos y sufrir las consecuencias.


¿Por qué hay tantas calamidades en esta vida? ¿Por qué abundan el dolor y el infortunio en nuestra sociedad? ¿Por qué sufre el ser humano las desgracias que le ocurren?

Dios puso en su Santa Palabra diez señales de «Alto». A éstas se les conoce como los Diez Mandamientos. Cumplirlos es disfrutar de paz y armonía. Ignorarlos es chocar contra ellos y sufrir las consecuencias.

1.- No servirás a dioses ajenos.
2.- No te harás imagen de ninguna cosa en el cielo, en la tierra o debajo de la tierra.
3.- No tomarás el nombre de Dios en vano.
4.- Acuérdate del día de reposo, para santificarlo.
5.- Honra a tu padre y a tu madre.
6.- No matarás.
7.- No cometerás adulterio.
8.- No hurtarás.
9.- No darás falso testimonio.
10.- No codiciarás.

¿Es posible obedecer esas leyes? Sí, pero sólo si el dador de ellas vive en nuestro corazón. Cuando Dios está en nosotros, tenemos vía libre para andar perfectamente por esta vida. Él desea que nos sintamos totalmente realizados como seres humanos. Y sabe que eso es precisamente lo que sucede cuando tomamos a pecho todas sus disposiciones, incluso sus diez señales de «Alto».