http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/
http://unencuentroconlapalbra.blogspot.com.co/
https://www.facebook.com/unencuentroconlapalbra
http://www.amigosporisrael.org/
14 Canta
jubilosa, hija de Sion.
Lanza gritos de alegría,
Israel.
Alégrate y regocíjate de todo corazón,
hija de Jerusalén.
15 El Señor ha
retirado sus juicios
contra ti,
ha expulsado a tus enemigos.
El Rey de Israel, el Señor, está en medio de ti;
ya no temerás mal alguno.
16 Aquel
día le
dirán a Jerusalén:
No temas, Sion;
no desfallezcan tus manos.
17 El Señor tu
Dios está en medio de ti,
guerrero victorioso[h];
se gozará en ti con alegría,
en su amor guardará silencio[i],
se regocijará por ti con cantos de júbilo.
18 Reuniré a los que se
afligen por las fiestas señaladas,
tuyos son, oh
Sion,
el oprobio del
destierro es una carga para ellos[j].
19 He aquí, en aquel
tiempo me ocuparé
de todos tus opresores;
salvaré a la coja
y recogeré a la desterrada,
y convertiré su vergüenza en alabanza y renombre
en toda la tierra.
20 En aquel tiempo os
traeré,
en aquel tiempo os reuniré;
ciertamente, os daré renombre y alabanza
entre todos los pueblos de la tierra,
cuando yo haga volver a vuestros cautivos[k] ante
vuestros ojos
—dice el Señor.
REFLEXION
¿Qué Clase
De Cristiano Eres?
Publicado por: Devocionales en Preguntas y Respuestas Cristianas, Respuestas Cristianas 0
“…LOS RECONOCÍAN QUE HABÍAN ESTADO CON JESÚS” (Hechos 4:13)
Los fariseos se habían nombrado a sí mismos expertos en asuntos de leyes dietéticas, código de vestimenta, etc. Por el grado de adherencia a esas prácticas ellos decidían quiénes estaban “dentro” y quienes “fuera”. Y lo que es peor, los que estaban dentro se permitían juzgar y criticar a los que no lo estaban. Dallas Willard comenta:
“¿Cuántos se sienten repelidos por cristianos insensibles, rígidos, distantes, aburridos, sombríos e insatisfechos? Por desgracia, esa clase de cristianos abunda”. Cuando nuestra vida no refleja un gozo y una devoción genuinos a Cristo, buscamos formas superficiales de distinguirnos de aquellos a quienes consideramos “carnales”. ¡Jesús no hizo eso! Cuando le preguntaron el significado de la ley, sencillamente respondió: “Ama a Dios y ama al prójimo” (véase Marcos 12:29-31). Escribe Pablo: “Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe”. (1 Corintios 13:1).
Es posible
creer que te estás haciendo más espiritual, cuando en realidad te estás convirtiendo en lo que Mark Twain denominó “Un hombre bueno, en el peor sentido de la palabra”. Winston Churchill tenía un
oponente político llamado Cripps, un hombre arrogante y despreciado por muchos por su engreimiento y supuesta superioridad moral. Se cuenta que un día Cripps pasó cerca de Churchill y este comentó:
“Ahí va Dios, por la gracia de Dios”. Uno de los grandes cumplidos referidos a los apóstoles fue que “…los reconocían que habían estado con Jesús” (Hechos 4:13). El argumento más convincente para el
cristianismo son los cristianos que viven la vida de Cristo. El argumento más convincente en contra del cristianismo son los cristianos engreídos, farisaicos y satisfechos de sí mismos. Y tú, ¿qué
clase de cristiano eres?
“YO HE VENIDO PARA QUE TENGAN VIDA, Y LA TENGAN EN ABUNDANCIA” (Juan 10:10)
Veamos unas pregunta que te debes hacer periódicamente:
1) ¿Soy
una persona fácil de tratar?
Al referirse a los fariseos Jesús dijo: “Se mueren por el lugar de honor … y porque la gente los salude en las plazas y los llame “Rabí” (Mateo 23:6-7 NVI). En los tiempos de Jesús algunos rabíes
pensaban que la verdadera espiritualidad consistía en apartarte de la gente. Curiosamente, el único rabí a quien los marginados podían acudir resultó ser el mismo Dios. Jesús fue la persona más
cercana que haya existido jamás.
2) ¿Soy
humano y compasivo?
Escribe John Ortberg: “Cuando empezamos a ejercitarnos en la virtud nos preguntamos por qué los demás no son tan virtuosos como nosotros. Eso nos recuerda la respuesta que el vecino de Homer
Simpson le dio cuando este le preguntó dónde había estado: ‘Fuimos a un campamento cristiano donde aprendimos a ser más moralistas’. ¿Hay una voz dentro de ti que clasifica a las personas: ‘Este
es muy demandante y dependiente —aléjate—. Ese es muy inteligente y tiene mucho que ofrecer —hazte su amigo—’? ¿Cómo es que nos pasamos la vida etiquetando a la gente, como si estuviéramos en una
extraña competición?”
3) ¿Soy
genuino?
Había un niño en la escuela dominical que intuía la respuesta que se esperaba de él, así que cuando el maestro preguntó: ‘¿Qué es marrón, con pelo, tiene una cola larga y almacena frutos secos?’,
el niño respondió: ‘Ya sé que la respuesta correcta es Jesús, pero a mí me parece una ardilla’. A menudo tratamos de decir cosas que suenan espirituales para impresionar a otros, aunque estos no
tengan ni idea de qué estamos hablando. Por lo tanto, seamos genuinos con nosotros mismos y con los demás.
“VIVE EN MI COMPAÑÍA Y APRENDERÁS A VIVIR” (Mateo 11:30 parafraseado)
Jesús dijo
de los fariseos: “Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres…” (Mateo 23:4).
Estos imponían reglas que no se podían guardar y cuando raramente se cumplían, no les aportaban a los seguidores ninguna felicidad. Stephen Mosley escribe:
“Nuestra
moralidad apenas nos desafía. Lloriquea desde la esquina de un santuario; interrumpe torpemente todo placer; balbucea excusas en las fiestas; se arrastra y no va con los tiempos, sino que se queda
rezagada … Nuestros contemporáneos consideran como de miras estrechas, y hasta pueril, ese seguimiento de la moralidad …
Lamentablemente la bondad religiosa convencional es a la vez intimidatoria y asfixiante. Intimidatoria porque comprende cientos de reglas de falsa espiritualidad. Asfixiante porque nos podemos
agotar tratando de observar esas reglas, sin llegar a experimentar el verdadero gozo que ofrece Jesús. Es por eso que muchos en las iglesias se queman. Amoldarse a esa clase de religión no es una
experiencia que llene el vacío de nuestro corazón”.
¿Te has agotado procurando el crecimiento espiritual? ¿No será, tal vez, que has estado buscando algo equivocado o que no lo has hecho de la manera adecuada?
Si ese es tu caso, considera estas palabras de Jesús: “¿Estás cansado o quemado? Ven a mí. Apártate conmigo y recuperarás tu vida; te enseñaré lo que significa el verdadero descanso. Camina conmigo y trabaja conmigo; te mostraré cómo lo hago yo. Aprende el ritmo natural de la gracia. No te voy a imponer cargas demasiado pesadas o no aptas para ti. Sigue en mi compañía y aprenderás a vivir fácil y libremente” (Mateo 11:28 parafraseado).
REFLEXION
Instrumento de Dios.
Muchos
sabemos del llamado del apóstol Pablo, quedó ciego y fue conducido a un pueblo donde estuvo durante 3 días y es aquí cuando aparece Ananías quien fue enviado por Dios para poner las manos en los ojos
de Saulo y permitir que recuperara la visión.
¿Quién era Ananías? Hechos 9:10 nos dice que Ananías era un creyente que en su momento fue usado por Dios para realizar una tarea que podría costarle la vida,
recordemos que Saulo perseguía y mataba a los creyentes, pero aun así este hombre obedeció y cumplió lo que se le había pedido que hiciera.
“El Señor le dijo:—Ve, porque él es mi instrumento elegido para llevar mi mensaje a los gentiles y a reyes, como también al pueblo de Israel” Hechos 9:15 (NVT)
Es muy poco lo que conocemos de Ananías, pero así como este hombre, todos tenemos la posibilidad de hacer algo para Dios; es decir, que podemos ser ese instrumento útil en sus manos.
¿Dios puede contar contigo para que realices una tarea?
Quizás piensas que no puedes hacer mucho para Dios porque no tienes los recursos necesarios o no tienes la suficiente preparación, pero aun así puedes ser esa herramienta vital en las manos de Dios para lograr su propósito, no te fijes en lo que tienes o lo que eres, solamente mantente disponible para ser usado y cuando la tarea te sea encomendada entonces puedas responder ¡SÍ SEÑOR LO HARÉ!
“Si te mantienes puro, serás un utensilio especial para uso honorable. Tu vida será limpia, y estarás listo para que el Maestro te use en toda buena obra” 2 Timoteo 2:21 (NTV)
Judith Quisbert
CVCLAVOZ