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2 Crónicas 30:22 La Biblia de las Américas (LBLA)

Celebración de la Pascua

 

 

30 Entonces Ezequías envió aviso por todo Israel y Judá, y también escribió cartas a Efraín y a Manasés, para que vinieran a la casa del Señor en Jerusalén a fin de celebrar[a] la Pascua al Señor, Dios de Israel. Pues el rey y sus príncipes y toda la asamblea en Jerusalén habían decidido celebrar la Pascua en el mes segundo, porque no la habían podido celebrar a su debido tiempo, pues los sacerdotes no se habían santificado en número suficiente, ni el pueblo se había reunido en Jerusalén. Y esto pareció[b] bien a los ojos del rey y[c] de toda la asamblea. Así que proclamaron un decreto para hacer correr la voz por todo Israel, desde Beerseba hasta Dan, para que vinieran a celebrar la Pascua al Señor, Dios de Israel, en Jerusalén. Porque muchos[d] no la habían celebrado como estaba escrito. Y los mensajeros[e] fueron por todo Israel y Judá con cartas de mano del rey y de sus príncipes, conforme al mandamiento del rey, diciendo: Hijos de Israel, volveos al Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, para que El se vuelva a aquellos de vosotros que escapasteis y que habéis quedado de la mano[f]de los reyes de Asiria. No seáis como vuestros padres y vuestros hermanos, que fueron infieles al Señor, Dios de sus padres, de modo que El los ha hecho objeto de horror, como vosotros veis. Y no endurezcáis vuestra cerviz como vuestros padres, sino someteos[g] al Señor y entrad en su santuario, que El ha santificado para siempre, y servid al Señor vuestro Dios para que su ardiente ira se aparte de vosotros. Porque si os volvéis al Señor, vuestros hermanos y vuestros hijos hallarán compasión delante de los que los llevaron cautivos, y volverán a esta tierra. Porque el Señor vuestro Dios es clemente y compasivo, y no apartará su rostro de vosotros si os volvéis a El.10 Pasaron, pues, los correos[h] de ciudad en ciudad por la tierra de Efraín y de Manasés y hasta Zabulón, pero los escarnecían y se burlaban de ellos. 11 No obstante, algunos hombres de Aser, de Manasés y de Zabulón se humillaron y vinieron a Jerusalén. 12 También sobre Judá estuvo la mano de Dios para darles un solo corazón a fin de hacer lo que el rey y los príncipes ordenaron conforme a la palabra del Señor.

13 Y se reunió mucha gente en Jerusalén en el mes segundo para celebrar la fiesta de los panes sin levadura[i]; una asamblea muy grande.14 Y se levantaron y quitaron los altares que había en Jerusalén; también quitaron todos los altares de incienso y los arrojaron al torrente Cedrón.15 Entonces mataron los corderos de la Pascua el día catorce del mes segundo. Y los sacerdotes y los levitas, avergonzados, se santificaron y trajeron holocaustos a la casa del Señor. 16 Y se colocaron en sus puestos según su costumbre, conforme a la ley de Moisés, hombre de Dios; los sacerdotes rociaban la sangre que recibían de mano de los levitas. 17 Porque había muchos en la asamblea que no se habían santificado; por eso los levitas estaban encargados de la matanza de los corderos de la Pascua por todo el que estaba inmundo, para santificarlos al Señor. 18 Pues una gran multitud del pueblo, es decir, muchos de Efraín y de Manasés, de Isacar y de Zabulón, no se habían purificado; no obstante, comieron la Pascua contrario a lo escrito. Empero[j] Ezequías oró por ellos, diciendo: Que el buen Señor perdone 19 a todo el que prepare su corazón para buscar a Dios el Señor, Dios de sus padres, aunque no lo haga conforme a los ritos de purificación del santuario. 20 Y oyó el Señor a Ezequías y sanó al pueblo. 21 Y los hijos de Israel que se hallaban en Jerusalén celebraron con gran alegría la fiesta de los panes sin levadura por siete días; y los levitas y los sacerdotes alababan al Señor día tras día, cantando con instrumentos resonantes al Señor.22 Entonces Ezequías habló al corazón de todos los levitas que mostraban buen entendimiento en las cosas del Señor. Y comieron durante los siete días señalados, sacrificando ofrendas de paz y dando gracias al Señor, Dios de sus padres.

23 Y toda la asamblea determinó celebrar la fiesta otros siete días; y celebraron los siete días con alegría. 24 Porque Ezequías, rey de Judá, había contribuido a la asamblea mil novillos y siete mil ovejas; y los príncipes habían contribuido a la asamblea mil novillos y diez mil ovejas; y gran número de sacerdotes se santificaron. 25 Y se regocijó toda la asamblea de Judá, junto con los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo[k] que vino de Israel, tanto los peregrinos que vinieron de la tierra de Israel como los que habitaban en Judá. 26 Y hubo gran regocijo en Jerusalén, porque desde los días de Salomón, hijo de David, rey de Israel, no había habido cosa semejante en Jerusalén. 27 Entonces los sacerdotes levitas se levantaron y bendijeron al pueblo; y se oyó su voz, y su oración llegó hasta su santa morada, hasta los cielos.

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

MI COPA ESTÁ REBOSANDO (Salmo 23:5)
Publicado por: Cristianos en Devocional Diario 0

Pablo escribe: “…Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos…” (Efesios 3:20).

¡Nuestro Dios es un Dios de abundancia!

En las Escrituras, la copa rebosante era un símbolo muy elocuente. Mientras tu copa estaba llena, eras bienvenido. Pero si se quedaba vacía, el anfitrión te estaba indicando que era hora de marcharte. Si de verdad disfrutaba de tu compañía, te seguía llenando la copa hasta que rebosaba y el líquido caía en la mesa.

¿Está tu copa rebosando en este día?

Significa que eres bienvenido a la mesa de Dios, que tu lugar está reservado y nadie te lo puede quitar, y que tus necesidades serán suplidas en abundancia.

FB Meyer escribió: “Sea cual sea la clase de bendición de tu copa, seguro que va a rebosar. Con Dios siempre se te servirá el ternero más gordo, serás vestido con la mejor túnica, el gozo será indescriptible, la paz sobrepasará a todo entendimiento. Dios se caracteriza por su abundancia rebosante.”

Por consiguiente, no debemos preocuparnos de cómo llegar a fin de mes, porque nuestra copa rebosa. Tomemos el ejemplo de la gracia:

“…Cuanto más creció el pecado, mucho más derramó Dios sobre todos su gracia y su perdón” (Romanos 5:20).

Abundar significa tener un excedente. La copa que Dios nos da está sobrada de misericordia.

¿Temes que se vaya a vaciar? ¿o que vaya a expirar la garantía? ¿o que tus errores sean demasiado grandes? ¡En absoluto! Antes de ser cristiano, Pablo iba por ahí, persiguiendo y matando a los cristianos. Y sin embargo escribió:

“…La gracia de nuestro Señor se derramó sobre mí con abundancia…” (1 Timoteo 1:14). Cualquiera que sea tu necesidad hoy, Dios la puede suplir abundantemente. Por lo tanto, pídele, creyendo que te será propicio.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


Tienes que crecer.

El famoso parque nacional de Yellowstone fue creado por el congreso de los Estados Unidos el 1 de marzo de 1872. Tiene una superficie total de 8.983,17 Km2 haciéndolo el más grande de esa nación y también es considerado el más antiguo del mundo.
Está ubicado en un área montañosa de temperaturas bajas durante casi todo el año, haciendo de ese lugar un sitio agradable para el hábitat de lobos, bisontes y especialmente osos.

El parque recibe alrededor de 160.000 turistas por año, tiene 3.700 personas encargadas de atender a los viajeros y del mantenimiento de toda el área forestal. Existen varios lugares que fueron habilitados exclusivamente para acampar, también hay cabañas, se hacen caminatas de grupo, exploraciones y todo tipo de actividades para proveer una experiencia única.

Sin embargo, a cada viajero se les hace una petición al ingreso del parque: “No le dé de comer a los osos.” Esta recomendación se la puede ver en un cartel grande en la recepción, en cada cabaña, a lo largo de los recorridos y también el mismo guía la hace en forma verbal.

Una vez, en una entrevista, un periodista le preguntó al director principal del parque por qué no se podía dar de comer a los osos. Este le contestó que además de los bisontes, lobos o cualquier otro, esos animalito suelen acostumbrarse a recibir la comida que las personas les dan e instintivamente se quedan parados junto al camino esperando que pase algún grupo de visitantes lanzando algo a sus garras. El problema comienza en la temporada baja de turistas. Los osos no desarrollan su capacidad de buscar alimento en forma natural y terminan muriendo de hambre. Cientos son recogidos cada año y aunque nosotros insistimos que no se les dé de comer, la gente simplemente decide ignorar esta petición.

El problema que atraviesa el parque Yellowstone con los osos es el mismo que tienen muchas las personas hoy en día, pero en un sentido más intelectual. Existe demasiada información comprimida, resúmenes, videos de 1 minuto y hasta publicaciones en redes sociales intentando explicar en pocas palabras un gran concepto. Todo esto ha provocado que ya no se busque información completa y fidedigna, sino que haya conformidad con una perspectiva demasiado amplia y muchas veces errónea de la verdad.

Lo peor es que este mal ha ingresado a la iglesia. La información que nos provee la Biblia sobre los mandamientos de Dios, su voluntad con la humanidad, la idea de la creación y los eventos venideros, no se puede sintetizar en dos versículos. Aspectos de la vida del hombre como el matrimonio, el ministerio, la vida social, la salvación, etc. fueron desarrollados por varios hombres a lo largo de muchos años, e intentar encontrar un atajo para comprender todo esto en un resumen corto es una forma de búsqueda equivocada.

Lucas 2:52 dice: “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.” Versión Reina-Valera 1960

Este pasaje ubica a Jesús cuando tenía 12 años, pero el siguiente versículo (Lucas 3:1) habla del inicio de su ministerio, cuando tenía 33 años. Esto quiere decir que Él pasó 21 años haciendo tres cosas: Creciendo en estatura, en sabiduría y en gracia con Dios y con los hombres.

¿El Hijo de Dios necesitaba crecer? Si Él necesitaba hacerlo, cuánto más lo necesitaremos nosotros como pecadores arrepentidos.

No te conformes con información escaza y resumida, no seas como los osos esperando que alguien más te lance algo preparado, más bien sigue el ejemplo de Jesús quien no subestimó ser igual a Dios, sino que buscó crecer.

 

 

Héctor Colque
CVCLAVOZ