Santiago 2

 

 

 

La fe y las obras

 

 

 

14 ¿De qué sirve[n], hermanos míos, si alguno dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa[o] fe salvarlo? 15 Si un hermano o una hermana no tienen ropa[p] y carecen del sustento diario, 16 y uno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais lo necesario para su cuerpo, ¿de qué sirve[q]17 Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta. 18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. 19 Tú crees que Dios es uno[r]. Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan. 20 Pero, ¿estás dispuesto a admitir[s], oh hombre vano[t], que la fe sin obras es estéril[u]21 ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre cuando ofreció a Isaac su hijo sobre el altar? 22 Ya ves que la fe actuaba juntamente con sus obras, y como resultado de las obras[v], la fe fue perfeccionada;23 y se cumplió la Escritura que dice: Y Abraham creyo a Dios y le fue contado por[w] justicia, y fue llamado amigo de Dios. 24 Vosotros veis que el hombre es justificado por las obras y no sólo por la fe. 25 Y de la misma manera, ¿no fue la ramera Rahab también justificada por lasobras cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? 26 Porque así como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está muerta.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

Promesas

 

– Cuando hay Problemas…

 

 



Si le advierten de un problema, reconozca que este existe y no se demore en solucionarlo. 

Ponga manos a la obra cuanto antes.

El trabajo que más demora es aquel que nunca se empieza.

Proverbios 15:19

El camino del perezoso está plagado de espinas,

pero la senda del justo es como una calzada.

Proverbios 15:18
El hombre irascible suscita riñas, pero el lento para la ira apacigua contiendas.

Proverbios 15:20
El hijo sabio alegra al padre, pero el hombre necio desprecia a su madre.

Proverbios 22:5
Espinos y lazos hay en el camino del perverso; el que cuida su alma se alejará de ellos.

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

REFLEXIONES

 



Creados para buenas obras

 



reflexiones cristianas

devocionales cristianos

 

 



DIOS NOS CREÓ PARA HACER BUENAS OBRAS. “PUES SOMOS HECHURA SUYA,
CREADOS EN CRISTO JESÚS PARA BUENAS OBRAS, LAS CUALES DIOS PREPARÓ DE
ANTEMANO PARA QUE ANDUVIÉRAMOS EN ELLAS” (EFE. 2:10).

“En su divina disposición, en virtud del favor inmerecido del Señor,
él ha ordenado que las buenas obras sean recompensadas.

Somos aceptados solo por los méritos de Cristo; y los actos de misericordia, las acciones de caridad que realizamos, son los frutos de la fe, y llegan a ser una bendición para nosotros; pues los hombres serán recompensados de acuerdo con sus obras.

Es la fragancia de los méritos de Cristo lo que hace aceptable para Dios nuestras buenas obras, y es la gracia la que nos capacita para hacer las obras por las cuales él nos recompensa.

Nuestras obras en sí mismas, y por sí mismas, no tienen ningún
mérito.

Cuando hemos hecho todo lo que nos es posible hacer, debemos
considerarnos como siervos inútiles.

No merecemos ninguna gratitud de parte de Dios. 

Solamente hemos hecho lo que es nuestro deber hacer, y nuestras obras no podrían haber sido hechas con la fuerza de nuestra propia naturaleza pecaminosa” (Mensajes selectos, t. 3, pp. 227,228).

El objetivo de las buenas obras no es llamar la atención sobre
nosotros mis­mos, sino inducir a los demás para que miren a nuestro
Padre celestial.

Esta cuestión es fundamental porque tendemos a hacer
buenas obras para impre­sionar a los demás.

Nuestra naturaleza soberbia y pecaminosa nos lleva a prac­ticar buenas obras por razones egoístas.

Supongamos que alguien está enfermo y que el diablo entra en la
habitación y lo sana. 

¿Podríamos decir que el diablo hizo una “buena obra” porque curó al enfermo? 

La respuesta es que no. 

Satanás nunca haría nada que pudiera glorificar a Dios. 

De hecho, cualquier cosa que haga el maligno, por buena que parezca, tiene un único fin: 

causar la ruina eterna de la persona a la que, en apariencia, ha ayudado. 

De la misma manera, aunque esté revestido de una apariencia de bon­dad, lo que no se hace para gloria de Dios nunca traerá nada bueno.

Que Dios nos ayude para que, si comemos, bebemos o hacemos cualquier
otra cosa, sea todo para la gloria de Dios (1 Cor. 10:31).

 

 

 

 

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REFLEXION

 



La fe definida

por Christopher Shaw

 



Entender cual es la esencia de la fe es fundamental para su ejercicio

Versículo: Hebreos 11:1 Leer versículo 

La fe definida Este versículo es, quizás, uno de los más conocidos del Nuevo Testamento.

La familiaridad con el texto, sin embargo, puede llegar a alejarnos de la comprensión de lo que verdaderamente significa. 

La NTV lo traduce de manera muy clara: «La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver». 

La fe es la certeza de que aquello que esperamos va a suceder, va a ocurrir tal cual lo creemos.

Es necesario, sin embargo, hacer aquí una aclaración.

La fe se basa siempre en la persona de Dios y en lo que él ha declarado. 

Cuando Abraham creyó que Dios era poderoso como para devolver a su hijo Isaac de la muerte, no era simplemente por un anhelo que tenía. 

Se fundamentaba en el hecho de que Dios había prometido darle un heredero.

La fe no es un sentimiento. Es una convicción espiritual.

Muchas veces, nuestra esperanza está construida sobre sueños o buenos deseos. 

Esperamos que una persona se sane, o que algún día lleguemos a ser dueños de nuestra propia casa. No hemos recibido, sin embargo, una palabra de parte de Dios, ni una indicación suya de que esto sucederá. 

Simplemente le hemos dado rienda suelta a un deseo que, sin ser malo, no tiene el respaldo del Señor. 

Cuando vemos que estos deseos no se cumplen, comenzamos a dudar de la confiabilidad del Señor. 

El resultado es que cada vez representa un mayor desafío ejercitar la fe. 

Lo que no percibimos, sin embargo, es que el problema no está en el Señor, sino en que nos hemos tomado la atribución de esperar de él ciertas acciones con las que él no se ha comprometido. 

Esta es la razón por la que es tan importante ser conocedores de la Palabra y, además, entender el corazón del Dios de la Palabra. 

Cristo creyó que este punto era tan fundamental que se comprometió con revelar a los discípulos el nombre del Padre(Jn 17.6). 

Como bien sabemos, en la cultura hebrea el nombre representaba lo que esa persona era. 

Incluso, en ese afán de que ellos pudieran saber bien cómo era el corazón de Dios, les dijo que los que lo habían visto a él habían visto al Padre (Jn 14. 9). 

El fundamento del argumento que ha desarrollado el autor de Hebreos, en los primeros cinco capítulos del libro, radica justamente en este punto. Dios nos ha hablado muchas veces de diferentes maneras. 

En este último tiempo nos ha hablado por medio de su Hijo.

Debemos prestar especial atención a lo que nos ha dicho, para no desviarnos hacia caminos que no son los señalados por él, viviendo una vida que le agrada en todo. 

Uno de los mayores desafíos de esa vida, será caminar sin ver lo que estamos esperando, pero seguir avanzando porque creemos que, en el tiempo señalado, lo veremos. 

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