Colosenses 2 :18 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

 

 

Advertencias contra mandamientos de hombres

 

 

16 Por tanto, que nadie se constituya en vuestro juez[s] con respecto a comida o bebida, o en cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo; 17 cosas que sólo son sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo[t] pertenece a Cristo[u]18 Nadie os defraude de vuestro premio[v] deleitándose en la humillación de sí mismo[w] y en la adoración de los ángeles, basándose en las visiones que ha visto, hinchado sin causapor su mente carnal, 19 pero no asiéndose a la Cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y unido por las coyunturas y ligamentos[x], crece con un crecimiento que es de Dios.

20 Si habéis muerto con Cristo a los principios[y] elementales del mundo, ¿por qué, como si aún vivierais en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: 21 no manipules[z], no gustes, no toques 22 (todos los cuales se refieren a cosas destinadas a perecer con el uso[aa]), según los preceptos y enseñanzas de los hombres? 23 Tales cosas tienen a la verdad, la apariencia de sabiduría en una religión humana[ab], en la humillación de sí mismo[ac] y en el trato severo del cuerpo, pero carecen de valor alguno contra los apetitos de la carne.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

Promesas – Él te Ayuda

 

¿Le interesa a Dios lo que nos sucede en el día?

¡Por supuesto! Cuando nos agobiamos, cuando hacemos de las pequeñas cosas una montaña, Él nos ayuda a reponernos. Paso a paso Él nos muestra el camino y nos renueva nuestras fuerzas para seguir.

 

 

Salmos 23:4

Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porqie tú estarás conmigo;

tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Isaías 40:31
pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

ME IMPRESIONA LA FIDELIDAD DE DIOS
Devocionales, Meditaciones, Reflexión

 

 

 



Cuando miro hacia atrás y retomo cada una de las experiencias que he vivido no puedo dejar de admirar lo maravilloso que ha sido Dios conmigo, aunque la mayoría de las veces no fui consciente de su presencia en mi vida porque estaba demasiado ocupada, en buscar respuestas al por qué me tocaba vivir lo que viví, Dios siempre estuvo ahí, ayudándome, levantándome, dándome sus fuerzas para continuar. 

Desafortunadamente en ese entonces lo que conocía de Él era simplemente una religión que en algunos momentos me llenaba, pero en realidad sólo eran consuelos momentáneos que encontraba, ritos religiosos y tradicionales en los que cada vez me sumergía porque eran el único refugio que podía encontrar para sanar un poco el dolor que había en mi corazón.

La única pregunta que me hago en este momento es ¿Será que si yo hubiese tenido a Dios en mi corazón como lo tengo ahora, me habría tocado vivir lo malo que viví? 

Tal vez sí, pero con seguridad esas experiencias no habrían afectado mi corazón como lo hicieron en esos tiempos.

Sin embargo, no me puedo quejar pues la Misericordia y la Gracia de Dios ha sido tan abundante en mi vida que a pesar de que yo no lo haya tenido a Él en mi corazón, ahora puedo comprender que Él siempre me tuvo a mí en el suyo, siempre ha tenido sus ojos puestos sobre mí.

Es por Él que estoy donde estoy, gracias a Él pude superar los embates de mi pasado y de mi presente, por eso a Él le doy todo el Honor y toda la Gloria.

Doy gracias a Dios por mi vida, por cada una de las experiencias que me ha tocado vivir, buenas y malas, alegres y tristes, todas ellas han aportado gran riqueza a mi vida.

Tal vez tu quisieras borrar algunos pasajes de tu vida, tal vez quisieras no haber vivido algunas experiencias; pero te tengo una buena noticia, si te tocó vivirlas ha sido con un gran propósito, hayan sido intencionadas o no, tu vida es un tesoro que debes empezar a valorar.

Dios siempre ha estado contigo lo que pasa es que en medio del dolor que te ha abrumado no le has reconocido, es hora de que empieces a hacerlo, Él tiene sus brazos abiertos para darte ese abrazo de consuelo que tanto necesitas, Él quiere sanar las heridas que aquellos te hicieron y que han dañado tu corazón, Él con su abrazo puede restaurar tu vida y levantarte para que continúes en la batalla porque tu vida tiene un sentido especial y ese sentido lo encontrarás cuando tomes la decisión de escuchar su dulce voz.

Ahora entiendo porque viví lo que viví, ahora sé que Dios tiene el Poder de sanar cualquier herida por profunda que sea y Él desea que muchas personas encuentren la esperanza y la paz, así como lo hice yo cuando lo recibí en mi corazón.

Me impresiona la fidelidad de Dios, nunca me ha dejado sola y sé que nunca lo hará; asimismo Él es contigo, Él nunca te dejará ni te desamparará, independientemente del reconocimiento que le estés dando en este momento, Él siempre te estará esperando con los brazos abiertos para recibirte cuando tu tomes la decisión.

Sólo te pido que te apresures y no pierdas más tu tiempo, para que sufrir más cuando sabes quién tiene la cura, para que engrandecer más el problema con la búsqueda de supuestas respuestas, cuando Él tiene su Sabiduría para darte el entendimiento que tanto has buscado.

“Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti”. Isaías 54:10 (Reina Valera 1960).

Desde que Dios te creó, Él te ha rodeado, no le eches la culpa de lo malo que has vivido, ya no le sigas preguntando dónde ha estado en esos momentos, más bien reconoce que eres tú quién no le ha permitido estar contigo.

No te quedes en el pasado y más bien disfruta de su Presencia en este momento, dile, Papito Dios aquí estoy, sana mi corazón y llévate todo el dolor que hay en él para que yo pueda seguir cumpliendo con el propósito que tú has tenido para mí desde el principio de mi existencia.

“El Señor cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor, Señor, perdura para siempre; ¡No abandones la obra de tus manos!
Salmo 138:8 (Dios Habla Hoy).

¡EL SEÑOR SIEMPRE HA SIDO Y SERÁ FIEL CONTIGO!

Autor: Marisela Ocampo Otálvaro