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Salmos 71:22 La Biblia de las Américas (LBLA)

Oración de un anciano

71 En ti, oh Señor, me refugio;
jamás sea yo avergonzado.
Líbrame en tu justicia, y rescátame;
inclina a mí tu oído, y sálvame.
Sé para mí una roca de refugio[a], a la cual pueda ir continuamente;
tú has dado mandamiento para salvarme,
porque tú eres mi roca[b] y mi fortaleza.
Dios mío, rescátame de la mano del impío,
de la mano[c] del malhechor[d] y del implacable,
porque tú eres mi esperanza;
oh Señor Dios[e], tú eres mi confianza desde mi juventud.
De[f] ti he recibido apoyo desde mi nacimiento[g];
tú eres el que me sacó del seno de mi madre;
para[h] ti es continuamente mi alabanza.

He llegado a ser el asombro de muchos,
porque tú eres mi refugio fuerte.
Llena está mi boca de tu alabanza
y de tu gloria todo el día.
No me rechaces en el tiempo de la vejez;
no me desampares cuando me falten las fuerzas.
10 Porque mis enemigos han hablado de mí;
y los que acechan mi vida[i] han consultado entre sí,
11 diciendo: Dios lo ha desamparado;
perseguidlo y apresadlo, pues no hay quien lo libre.

12 Oh Dios, no estés lejos de mí;
Dios mío, apresúrate a socorrerme.
13 Sean avergonzados y consumidos los enemigos de mi alma;
sean cubiertos de afrenta y de ignominia los que procuran mi mal.
14 Mas yo esperaré continuamente,
y aún te alabaré más y más[j].
15 Todo el día contará mi boca
de tu justicia y de tu salvación,
porque son innumerables[k].
16 Vendré con los hechos poderosos de Dios[l] el Señor;
haré mención de tu justicia, de la tuya sola.

17 Oh Dios, tú me has enseñado desde mi juventud,
y hasta ahora he anunciado tus maravillas.
18 Y aun en la vejez y las canas, no me desampares, oh Dios,
hasta que anuncie tu poder[m] a esta generación,
tu poderío a todos los que han de venir.
19 Porque[n] tu justicia, oh Dios, alcanza hasta los cielos[o],
tú que has hecho grandes cosas;
oh Dios, ¿quién como tú?
20 Tú que me[p] has hecho ver muchas angustias y aflicciones,
me[q] volverás a dar vida,
y me[r] levantarás de nuevo de las profundidades de la tierra.
21 Aumenta tú mi grandeza,
y vuelve a consolarme.

22 Y[s] yo te daré gracias con el arpa[t],
cantaré tu verdad[u], Dios mío;
a ti cantaré alabanzas con la lira,
oh Santo de Israel.
23 Darán voces de júbilo mis labios, cuando te cante alabanzas,
y mi alma, que tú has redimido.
24 También mi lengua hablará de tu justicia todo el día,
porque han sido avergonzados, porque han sido humillados, los que procuran mi mal[v].

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

La Soledad En La Iglesia Cristiana
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 0

 

 

En la iglesia –pero solo
“¡NO… HAY QUIEN CUIDE DE MI VIDA!…” (Salmo 142:4)

La gente va a la iglesia en busca de luz y calor humano. Quieren saber que alguien se preocupa por ellos. Tal vez se sientan atraídos al principio por las buenas predicaciones y la música, pero las relaciones humanas desinteresadas los harán volver.

Puedes sentirte solo en medio de una multitud, incluso una donde se predique amor y se diga ‘saluda al que tienes al lado’ en cada servicio. Si retuviéramos sólo un 10 por ciento de los que entran por las puertas de las iglesias, éstas crecerían continuamente.

Dices: ‘La Biblia enseña que si un hombre quiere amigos ha de mostrarse amigo.’ Es verdad, pero las personas llevan consigo heridas del pasado, luchas del presente y angustias no expresadas por el futuro. Lo que quieren saber es: “¿Me vas a amar como soy, aunque no encaje en tu molde ni cambie tan rápido como a ti te gustaría que lo hiciera?’

Muchas veces, nuestra estructura rígida no deja que eso suceda. Pastor, si tu mayor preocupación el lunes es saber cuántas personas llegaron a la iglesia el domingo, analiza tu corazón. Tal vez te preocupe más tu propia imagen que el satisfacer las necesidades de la gente.

Jesús dijo a sus discípulos: “…Os he llamado amigos…” (Juan 15:15). Muchas personas son tímidas, desconfiadas y con problemas para relacionarse. Nuestro mandato es hacer de ellos “amigos”, no sólo calentadores de bancas y contribuyentes financieros.

La Escritura dice: “Sobrellevad los unos las cargas de los otros…” (Gálatas 6:2) porque las cargas que se comparten se aligeran. Muchos de los que vienen a la iglesia no están buscando respuestas profundas, sólo desean que alguien les haga caso. Cuando eso se produce, se abren al amor de Dios y empiezan a producirse milagros en sus vidas.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

Ataca sutilmente...

 

 

Una joven encontró una serpiente herida en el camino, la recogió y cuidó como si fuera una mascota. Un tiempo después la serpiente dejó de alimentarse por lo cual la joven estaba muy preocupada y la llevó a un veterinario.

El doctor le preguntó si la serpiente dormía con ella y le rodeaba el cuerpo, a lo que la joven respondió afirmativamente. El veterinario le dijo: “Señorita, la serpiente no está enferma, ella ha dejado de comer porque está calculando el tamaño de su alimento cada noche, hasta tener el espacio suficiente para devorarla.”

Existen diferentes ataques de serpiente, según la especie a la que pertenezcan, entre ellas se encuentran las serpientes constrictoras, que estrangulan y asfixian a su víctima sutilmente, suelen ser tranquilas, por lo que la mayoría de estas especies son utilizadas como mascotas.

Entonces el SEÑOR Dios dijo a la mujer: ¿Qué es esto que has hecho? Y la mujer respondió: La serpiente me engañó, y yo comí. Génesis 3:13

La serpiente tiene una característica en particular: “astucia”; es por este motivo que creemos que fue el instrumento indicado para que satanás engañe sutilmente a Eva, así como a la joven que se mencionó a un inicio, mostrándose como un ser tranquilo que al final acabaría con su vida.

En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Ni deis lugar al diablo. 4:22-27

En nuestro pasado vivíamos engañados; sin embargo, el Señor pide que seamos una nueva persona, renovando nuestro espíritu y mente, caminando en justicia y verdad “Sin da lugar al diablo”, es decir, “sin darle oportunidad” El diablo ataca, pero sólo después que hemos permitido que tenga un lugar.

En esta oportunidad quisiera preguntarte: ¿Estás dando lugar al diablo? Si estás cometiendo un pecado y no estás arrepentido porque consideras que no es tan malo como se ve, si crees que caminar en santidad y justicia han pasado de moda, si a lo malo llamas bueno como la fornicación, divorcio, aborto, homosexualidad u otros, entonces estás dando lugar al diablo y viviendo en el engaño.

Te animo a limpiar tu vida y tu casa de todo peligro y serpiente mortal, ponte de rodillas y pide perdón a Dios por todo pecado, también pide ayuda para que puedas caminar como un nuevo hombre dejando el pasado atrás.

¡Recuerda que el diablo es astuto y espera el tiempo indicado para atacar!

 

 


Shirley Chambi
CVCLAVOZ