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Salmos 84:2  La Biblia de las Américas (LBLA)

Anhelo por la adoración en el templo

Para el director del coro; sobre[a] Gitit. Salmo de los hijos de Coré.

84 ¡Cuán preciosas[b] son tus moradas,
oh Señor de los ejércitos!
Anhela mi alma, y aun desea con ansias los atrios del Señor;
mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo.
Aun el ave[c] ha hallado casa,
y la golondrina nido para sí donde poner sus polluelos:
¡tus altares, oh Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío!
¡Cuán bienaventurados son los que moran en tu casa!
Continuamente te alaban. (Selah[d])

¡Cuán bienaventurado es el hombre cuyo poder está en ti,
en cuyo corazón están los caminos a Sion!
Pasando por el valle de Baca[e] lo convierten en manantial[f],
también las lluvias tempranas lo cubren de bendiciones.
Van de poder en poder,
cada uno de ellos comparece ante Dios en Sion[g].

¡Oh Señor, Dios de los ejércitos, oye mi oración;
escucha, oh Dios de Jacob! (Selah)
Mira, oh Dios, escudo nuestro,
y contempla el rostro de tu ungido.
10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios
que morar en las tiendas de impiedad.
11 Porque sol y escudo es el Señor Dios;
gracia y gloria da el Señor;
nada bueno niega a los que andan en integridad[h].
12 Oh Señor de los ejércitos,
¡cuán bienaventurado es el hombre que en ti confía!

 

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocional Cristiano – ¿ESPECTADORES?
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocional Cristiano, Devocional Diario, Devocional para Jovenes, Devocionales Biblicos, Devocionales para Mujeres, Devocionales Semanales 0


Devocional Cristiano – ¿ESPECTADORES?

El equipo hacía todo lo posible por alcanzar la victoria, pero al momento no lograba cambiar la situación. Faltaba muy poco para terminar el último partido del campeonato y los contrarios ganaban por tres puntos.

La tensión en el estadio era tremenda. Los aficionados que seguían la competencia desde las gradas no podían dejar de gritarles a los jugadores para que mejoraran el rendimiento. Aunque al principio habían comenzado con cantos de alegría y aliento, ahora usaban todo tipo de insultos para desahogar su enojo por la derrota que se tornaba más evidente con cada segundo que transcurría.

¡Finalmente no había más remedio! El referí hizo sonar el silbato indicando que el juego había llegado a su fin. Mientras los vencedores se abrazaban y celebraban la victoria, los perdedores abandonaban cabizbajos el campo de juego, acompañados por los silbidos de reproche que llegaban desde las gradas.

Cuando un periodista le preguntó a uno de los atletas qué pensaba acerca de los insultos y las críticas de los simpatizantes de su club, dijo en pocas palabras: -“Entiendo lo que sienten, pero hay que estar en la cancha para saber lo que se vive”.

En la vida ocurre lo mismo. Hay gente que opina acerca de todo, pero nunca se compromete con nada. Son personas que prefieren ser espectadores – ver, criticar y comentar – antes que convertirse en protagonistas.

Muy interesantes las palabras del apóstol Juan: “Conocemos lo que es el amor porque Jesucristo dio su vida por nosotros; así también, nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos”.*

Al mirar lo que digan o hagan los demás, haz lo posible por comprender antes que criticar. Muestra interés y ofrece tu ayuda cuando sea necesario. ¡No te quedes mirando!

Piensa en las veces que criticaste a los demás sin saber por qué actuaban de esa manera. Demostrar interés quiere decir pensar en las personas que te rodean e intentar averiguar por qué actúan de la manera en que lo hacen. ¡Te llevarás grandes sorpresas!

¡Buen Fin de Semana!

Por Christian Franco

 

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


Sin dolor no hay ganancia.

¿Habrá algo en la vida que no requiera pagar un precio?

¡Es fácil ver la victoria sin conocer la historia! Por lo general apreciamos el resultado final de las cosas y no así el proceso por el que tuvo que atravesar para llegar a ser lo que ahora es.

Un claro ejemplo son las perlas, su existencia es el producto del dolor, resultado de la entrada de una substancia extraña o indeseable en el interior de la ostra, como un parásito o un grano de arena.

En la parte interna de la ostra se encuentra una sustancia lustrosa llamada nácar. Cuando un grano de arena penetra en ella, las células del nácar comienzan a trabajar y lo cubren con capas y más capas para proteger el cuerpo indefenso de la ostra. Como resultado, se forma una hermosa perla que tarda en crearse alrededor de diez años.

Actualmente por la era tecnológica en la que nos encontramos hemos cambiado libros por máquinas, se ha hecho aburrido y difícil tener que pensar cómo iniciar un trabajo universitario o empresarial, porque al darle un clic a nuestra computadora podemos encontrar mejores ideas que las nuestras. Se nos ha dado todo en bandeja de plata y ya no queremos esperar y menos sacrificarnos por conseguir nuestras metas.

Nos cuesta entender que:

- Para ser un gran profesional se requiere sacrificio, perseverancia, etc., quizá habrá noches de desvelo y cansancio, pero si se tiene la vista puesta en el objetivo es posible enfrentar cada desafío que se presente en el camino.

- Para ser un gran deportista se requiere entrenamiento físico, pero también una buena alimentación, lo que significa renunciar cierto tipo de alimentos que no ayudan al organismo.

- Para ser un siervo conforme al corazón de Dios, alguien que con una enseñanza o una oración pueda afectar vidas hacia el arrepentimiento, se requiere pasar tiempos de calidad con Dios, meditando en su palabra, doblando rodillas, tal vez incluso en horas donde el sueño es placentero.

No olvidemos que Jesús tenía una misión en esta tierra que implicaba sacrificio para nuestro beneficio. ¿Por qué no imitar su ejemplo?

Si hasta el día de hoy te has negado sacrificar tus tiempos de ocio para mejorar la elaboración de tu trabajo, de tu servicio a Dios. Si como pastor o maestro te has dejado llevar por la comodidad, te animo a empezar de nuevo tus actividades, pero esta vez dando lo mejor de ti. Recuerda: “Ostra que no es herida, no produce perlas”.

¿Quieres producir perlas? Debes aguantar el dolor del proceso, porque el producto final será digno de ser imitado.

El sacrificio saludable que hacemos por un propósito generoso y de obediencia a Dios, siempre va a generar grandes beneficios tanto para nosotros como para los que nos rodean.

“Todo esfuerzo tiene su recompensa, pero quedarse sólo en palabras lleva a la pobreza.” Proverbios 14:23 (NVI)

 

 

Ruth Mamani
CVCLAVOZ