Deuteronomio 19:4-6

 

 

Ciudades de refugio

 

 

19 Cuando el Señor tu Dios destruya las naciones cuya tierra el Señor tu Dios te da, y las desalojes, y habites en sus ciudades y en sus casas, te reservarás tres ciudades en medio de tu tierra que el Señor tu Dios te da en posesión[a]. Prepararás los caminos[b], y dividirás en tres partes el territorio de tu tierra que el Señor tu Dios te dé en posesión, para que huya allí todo homicida[c].

Y este será el caso del homicida que huya allí y viva: cuando mate[d] a su amigo sin querer[e], sin haberlo odiado[f] anteriormente (como cuando un hombre va al bosque con su amigo para cortar leña, y su mano blande el hacha para cortar el árbol, y el hierro salta del mango[g] y golpea[h] a su amigo, y éste muere), él puede huir a una de estas ciudades y vivir; no sea que el vengador de la sangre en el furor de su ira[i] persiga al homicida, y lo alcance porque el camino es largo, y le quite la vida[j] aunque él no merecía la muerte, porque no lo había odiado anteriormente. Por tanto, te mando, diciendo: Reservarás para ti tres ciudades. Y si el Señor tu Dios ensancha tu territorio, como ha jurado a tus padres, y te da toda la tierra que ha prometido[k] dar a tus padres (si guardas cuidadosamente[l] todos estos mandamientos que te mando hoy, de amar al Señor tu Dios y de andar siempre en sus caminos), entonces te añadirás tres ciudades más, además de estas tres. 10 Para que no se derrame sangre inocente en medio de tu tierra que el Señor tu Dios te da por heredad, y no seas culpable de derramar sangre[m].

11 Pero si hay un hombre que odia a su prójimo, y acechándolo, se levanta contra él, lo hiere[n], y éste muere, y después él huye a una de estas ciudades, 12 entonces los ancianos de su ciudad enviarán a sacarlo de allí, y lo entregarán en mano del vengador de la sangre para que muera. 13 No tendrás[o] piedad de él; mas limpiarás de Israel la sangre del inocente, para que te vaya bien.

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

REFLEXION

Guarda tu corazón.

CVCLAVOZ –

 

 

 

 

 



Porque de él mana la vida; ¿Cuánto cuidas tu vida?,

¿La expondrías?,

¿Irías a una guerra sin ser soldado y sin armamento?

En el 99% de las respuestas de la gente se determina que cuidan su vida con gran cuidado…

Cuanto más hay que prestarle atención a Dios y entender que la vida emana del corazón.

El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca… Lucas 6:45

La biblia es clara en dejarnos saber que lo bueno y lo malo brota de nuestro Corazón, es ahí donde nacen los pensamientos del mal y del bien…

Si es ahí en el corazón donde radica lo bueno y lo malo, ¿quién podrá cuidar nuestro mas valioso tesoro?,

¿a quién pondrías como guarda del mismo?,

¿confiarías en ti mismo como guardián de tu corazón?

Si tu respuesta es no o no estás seguro hay un lugar puro y seguro el cual te quiero recomendar.

Si entendemos de donde proviene el bien y lo bueno que es dejar nuestra vida en sus manos, entonces podrás estar seguro y tranquilo en dejar tu corazón y vida en la manos de Jesucristo, el perfecto consumador, salvador y ayudador…

En Él hay vida abundante y eterna, El mismo cuidara tus palabras y todo cuanto en el emana; además el estar cuidado por El, añadirá una gran suma de promesas, una de ellas es de prosperidad en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma. 3 Juan 1:2.

Amigo, es mi invitación que hoy rindas tu vida y corazón a aquel que tiene planes de bien y no de mal para ti, vida y no muerte.

No permitas que en tu corazón haya resentimiento, falta de perdón, envidias, egoísmo, soledad y ningún mal…

Deja brotar la vida buena y abundante dándolo solo a Él, verás la diferencia y la satisfacción de vivir la vida que Dios te da.

Permite hoy y siempre que en tu corazón habite Jesús, para que tus palabras sean llenas de su vida y dejes brillar su ser en ti.

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

REFLEXION

¡Clases para Maridos Cristianos!
Publicado por Devocionales


 


“…MARIDOS… VIVID CON ELLAS [VUESTRAS MUJERES] SABIAMENTE, DANDO [DÁNDOLES] HONOR… COMO A COHEREDERAS DE LA GRACIA DE LA VIDA…” (1 Pedro 3:7)

Algún bromista creó este anuncio y lo tituló: “¡Clases para maridos!”.Caballero, ¡quizá usted verá algo en él para apuntarse!:

“Cómo llenar los cubitos de hielo.

Rollos de papel higiénico:

¿crecen en el portarrollos?

Diferencia fundamental entre el cesto de la ropa y el suelo.

Platos:

¿Pueden flotar en el aire y volar hacia el fregadero o el lavavajillas?

Pérdida de identidad o perder “el control remoto” con tu esposa.

Encontrar las cosas mirando en el sitio adecuado en vez de gritar y “poner la casa patas arriba”.

Cuidando la salud:

Traer flores a tu esposa no es perjudicial para tu salud.

Los hombres de verdad buscan dirección (testimonios de “supervivientes”).

Diferencias básicas entre tu madre y tu esposa.

Cómo llegar a ser el compañero de compras ideal:

Haciendo técnicas de relajación y respiración.

Combata “la atrofia cerebral”, recordando cumpleaños y aniversarios (terapias de choque y operaciones cerebrales disponibles).

Ahora en serio: Si quieres saber lo que Dios dice a los maridos, escucha:

(a) “…amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la Iglesia [un amor marcado por el dar y no el conseguir]” (Efesios 5:25)

(b) …vivid con ellas [vuestras esposas] sabiamente, dando [dándoles] honor… como a coherederas de la gracia de la vida…” (1 Pedro 3:7);

(c) “Goza de la vida con la mujer que amas… Ésta es tu recompensa en la vida” (Eclesiastés 9:9).

Por tanto, la próxima vez que pierdas los nervios con tu mujer, en vez de quejarte, recuerda las cualidades que te atrajeron al principio y las bendiciones que ella aporta a tu matrimonio, tales como cuidado, alimentación, confianza, satisfacción,plenitud, ayuda, y felicidad. Y si la amas, ¡díselo muchas veces!