Efesios 1:5  La Biblia de las Américas (LBLA)

Saludo

Pablo, apóstol de Cristo Jesús por[a] la voluntad de Dios:

A los santos que están en Efeso[b] y que son fieles en Cristo Jesús: Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

 

 

 

Beneficios de la redención

 

 

 

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, para que fuéramos[c] santos y sin mancha delante de El. En amor nos predestinó[d] para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito[e] de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado. En El[f] tenemos redenciónmediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su graciaque ha hecho abundar para con nosotros. En toda sabiduría y discernimiento[g] nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según el beneplácito que se propuso en El,10 con miras a una buena administración en el[h] cumplimiento de los tiempos, es decir, de reunir todas las cosas en Cristo, tanto las que están en los cielos, como las que están en la tierra. En El 11 también[i] hemos obtenido herencia[j], habiendo sido predestinados según el propósito de aquel que obra todas las cosas conforme al consejo de su voluntad, 12 a fin de que nosotros, que fuimos los primeros en esperar en Cristo[k], seamos para alabanza de su gloria. 13 En El[l] también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con[m] el Espíritu Santo de la promesa, 14 que nos es dado como garantía[n] de nuestra herencia, con miras a la redención de la posesión adquirida de Dios, para alabanza de su gloria.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

Promesas -> Querer algo no significa que sabemos que es lo mejor para nosotros. Si quiere estar contento, aprenda a agradecer lo que tiene.

La mejor forma de lograr trabajadores miserables es satisfaciendo todas sus demandas.

 

Hebreos 13:5
Sean vuestras costumbres sin avaricia,
contentos con lo que tenéis ahora.

Filipenses 4:11
No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación.

Salmos 119:36
Inclina mi corazón a tus testimonios y no a la ganancia deshonesta.

Deuteronomio 31:8
El SEÑOR irá delante de ti; El estará contigo, no te dejará ni te desamparará; no temas ni te acobardes.

Lucas 12:15
Y les dijo: Estad atentos y guardaos de toda forma de avaricia; porque aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes.

Salmos 119:112
He inclinado mi corazón para cumplir tus estatutos por siempre, y hasta el fin.

Salmos 141:4
No dejes que mi corazón se incline a nada malo, para practicar obras impías con los hombres que hacen iniquidad, y no me dejes comer de sus manjares.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

¿CUÁL ES SU NOMBRE? – JESUS
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocional Cristiano

 

 

 

 



Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Colosenses 3:17

¿Sabía usted que ahora tiene otro nombre diferente al que tenía antes de que naciera de nuevo?

Usted se deshizo del primer nombre cuando hizo el pacto con Jesucristo.

Para entender lo que ese cambio significa, hay que verlo a la luz del pacto de sangre. 

Cuando uno hace un pacto de sangre, se entrega por completo, deja de ser dueño de sí mismo, y sus posesiones y deudas, así como sus virtudes y defectos, le pertenecen para siempre a la persona (hermano) con quien hace el pacto.

Cuando usted hace un pacto de sangre con alguien, el nombre (sea bueno o sea malo) de esa persona pasa a ser su nombre para siempre, y nunca podrá deshacerse de él.

Cuando usted recibió a Jesucristo como Señor y Salvador, su nombre pasó a ser de Jesucristo. Su nombre antes era pecado, era debilidad, era temor, era pobreza y era todo lo que heredó de Adán. Jesús reemplazó esos nombres con el nombre de Él. 

En Efesios 3:15 dice que de Él toma nombre todo el Cuerpo de Cristo en el cielo y en la tierra.

Eso significa que ahora usted tiene el nombre de Jesús y la autoridad que conlleva ese Nombre.

Considere de quién ha tomado su nombre nuevo: Jesús, Dios Fuerte, Sabiduría, Libertador, León de la tribu de Judá, Palabra de Vida, Abogado, Proveedor, Yo Soy, Consolador, Salvador, Príncipe de Paz, Consejero, Admirable, Cordero de Dios, Jehová de los ejércitos, Raíz de David, Autor y Consumador de nuestra fe, Camino, Sanador, Hijo de Dios, Verdad, Piedra angular, Rey de reyes, Luz del mundo, Gran Pastor, mi Fortaleza y mi Canto, Juez Justo, Sol de Justicia, Resurrección y Vida, Alfa y Omega.

¡Alabado sea Dios! Esos nombres abarcan toda necesidad que usted pueda tener, y el poder de Dios está en el nombre de Jesús para hacer de ese Nombre una realidad en su vida (Hechos 3:16).

Usted ya no se llama “desanimado”.

Usted no tiene que responder cuando el diablo le diga, “oye, pobre hombre”; ese no es su nombre.

Jesús ha tomado esos nombres viejos. 

Medite en los nombres del Señor, todos están incluidos en el nombre de Jesús, el Nombre sobre todo nombre, y a usted le ha sido dado ese Nombre con todo el poder y la autoridad que conlleva.

Escritura Devocional para leer : Colosenses 3:17