http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/

http://unencuentroconlapalbra.blogspot.com.co/

https://www.facebook.com/unencuentroconlapalbra

http://www.amigosporisrael.org/

 

 

Mateo 12:18 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

Jesús, el siervo escogido

15 Mas Jesús, sabiéndolo, se retiró de allí. Y muchos le siguieron, y los sanó a todos. 16 Y les advirtió que no revelaran quién era El[g]; 17 para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías, cuando dijo:

18 Mirad, mi Siervo[h]a quien he escogido[i];
mi amado en quien se agrada
[j] mi alma;
sobre El pondre mi Espiritu
,
y a las naciones
[k] proclamara justicia[l].
19 No contendera, ni gritara,
ni habra quien en las calles oiga su voz
.
20 No quebrara la caña cascada,
ni apagara la mecha que humea
,
hasta que lleve
[m] a la victoria la justicia[n].
21 en su nombre pondran las naciones[o] su esperanza.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocional Diario 0


Daniel 3:17 He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.
Cuando Sadrac, Mesac y Abednego fueron probados en su fe, me pregunto si hicieron este cuestionamiento: “Dios, ¿estás con nosotros?”. Ellos se negaron a inclinar sus rodillas ante un ídolo y el rey se enojó porque desafiaron su mandato. Podría haberlos tirado al fuego sin hacerles preguntas en vez de darles la oportunidad de cambiar de opinión. Más aún, estos hombres judíos se negaron a retroceder.

En ese momento en el tiempo, ¿Será que su fe vaciló cuando vieron que el horno se calentaba siete veces más? ¿dudaban al ser atados y llevados para ser arrojados al fuego? ¿Estaba su esperanza firmemente establecida en la habilidad de Dios para salvarlos o se resignaron a una muerte segura?

Cualesquiera que sean sus pensamientos personales, sus intenciones eran claras:

(1) no nos inclinaremos ante un ídolo,
(2) Dios es capaz de librarnos, y
(3) si Dios escoge no librarnos, aún así, no nos inclinaremos.

Como resultado, fueron arrojados a un horno de fuego que estaba tan caliente que los que los arrojaron al fuego murieron en el proceso. Y Dios los guardó, sin siquiera el olor de humo en sus cuerpos.

¿Y qué de nosotros? ¿Estamos constantemente preguntándonos si Dios va a resolver nuestros problemas?

Tenemos el Espíritu Santo de Dios dentro de nosotros que nos da el poder de resistir en el día de la prueba.

Nuestra fe se fortalece con el ejemplo de estos jóvenes judíos que se enfrentaron al fuego en su momento para no desobedecer a Dios. La pregunta no es:“¿Está Dios trabajando en esta situación?”. sino más bien la declaración de que “Dios está trabajando en esto para mi bien”. Ya sea que Dios nos salve o nos lleve a casa para estar con Él, Él está trabajando para nuestro bien todo el tiempo.

Oración
Amado Señor, en el tiempo de la prueba, no quiero fallar en la fe. Fortaléceme por el poder del Espíritu Santo para defender la verdad contra las mentiras del enemigo. En el nombre de Jesús, amén.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


La fe en acción.

Corriendo de aquí para allá, algo que antes no se veía dentro de una gran iglesia acostumbrada a tener días tranquilos y rutinarios, se encontraba un joven queriendo marcar la diferencia no para que todo el mundo lo reconozca, sino porque era lo correcto, su nombre es Juan.

Hay un sentir que nace en el corazón de muchas personas y no se traduce simplemente en palabras, se ve, gente apoyando a familias con necesidad, aconsejando, ayudando de diversas maneras, la fe puesta en acción, un compromiso que toda persona que cree y ama a Dios debe realizar.

Existe un lema que fue reutilizado en el ámbito político que al pasar de los años llegó a ser un cliché, “hechos y no palabras”, aunque parezca redundante, es cierto, muchos se aventuraron a realizar promesas que al final no cumplieron.

A veces tenemos la costumbre de caer en ese cliché y solamente nos quedamos con palabras que el viento se llevó, como: “Esa persona necesita ropa”, o “si yo fuera una autoridad haría esto” y no nos damos cuenta que cada uno cuenta con la capacidad que Dios otorgó para ayudar a los demás, a pesar de que no realicemos algo por miles de personas, aunque no regalemos cosas a muchos niños, y parezca que estamos limitados, podemos comenzar con acciones pequeñas, compartiendo algún alimento, consolando a personas con problemas, o simplemente escuchando a otros.

Juan a pesar de su juventud quiso ser diferente a los demás y cumplir lo que dice la palabra de Dios:

“Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras”. (Santiago 2:18)

Tu nombre puede ser Juan, Pedro, Enrique, Sara, María, pero ¿Quieres marcar la diferencia en tu iglesia y/o comunidad?

Puedes comenzar hoy.

Eduardo Encinas
CVCLAVOZ