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Números 23La Biblia de las Américas (LBLA)

Primera profecía de Balaam

23 Entonces Balaam dijo a Balac: Constrúyeme aquí siete altares y prepárame aquí siete novillos y siete carneros. Y Balac hizo tal como Balaam le había dicho, y Balac y Balaam ofrecieron un novillo y un carnero en cada altar. Entonces Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, y yo iré; quizá el Señor venga a mi encuentro, y lo que me manifieste te lo haré saber. Y se fue a un cerro pelado. Dios salió al encuentro de Balaam, y éste le dijo: He preparado los siete altares y he ofrecido un novillo y un carnero sobre cada altar. Y el Señor puso palabra en la boca de Balaam, y le dijo: Vuelve a Balac y así hablarás.El entonces volvió a Balac[a], y he aquí que estaba junto a su holocausto, él y todos los jefes de Moab. Y comenzó su profecía[b], y dijo:

Desde Aram me ha traído Balac,
rey de Moab, desde los montes del oriente:
“Ven, y maldíceme a Jacob;
ven, y condena a Israel.”
¿Cómo maldeciré a quien Dios no ha maldecido?
¿Cómo condenaré a quien el Señor no ha condenado?
Porque desde la cumbre de las peñas lo veo,
y desde los montes lo observo.
He aquí, es un pueblo que mora aparte,
y que no será contado entre las naciones.
10 ¿Quién puede contar el polvo de Jacob,
o numerar la cuarta parte de Israel?
Muera yo[c] la muerte de los rectos,
y sea mi fin como el suyo.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Porque todas las promesas de Dios son en Él Sí. 2 Corintios 1:20
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocional Diario 0


Nunca olvidaré el día en que un amigo rompió su promesa. Confiaba en que guardaría mi secreto debido a nuestra amistad; pero, ¡me traicionó antes de que terminara el día!

2 Corintios 1:20 Porque todas las promesas de Dios son en el Sí
Aprendí una lección importante: la gente no siempre cumple sus promesas. No es que la gente siempre pretenda ser maliciosa o detestable; ellos son seres humanos y cometen errores.

Podría ser algo pequeño como llegar 15 minutos tarde sin llamar primero o algo grande como romper un compromiso. Más aún, Dios no es como nosotros.

En el libro de Números 23:19 dice: “Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Ha dicho, y no lo hará? ¿O ha hablado, y no lo cumplirá?”

Dios tiene un historial perfecto en cumplir sus promesas. Él cumplió Su promesa a Abraham y a Sara de tener un heredero. También cumplió Su promesa a los israelitas de alcanzar la Tierra Prometida. Y qué decir de Su promesa a David de que el Rey de reyes vendria de su linaje.

Dios también nos cumple sus promesas: Él nunca nos dejara ni nos abandonará. Él promete el don del Espíritu Santo a todos aquellos que buscan al Salvador. Nos promete vida eterna después de la muerte. Nunca nos mentirá ni una sola vez.

Nuestra respuesta a las promesas de Dios es confianza en Él aun cuando no entendamos todo lo que nos rodea. A medida que continuamos madurando en nuestro caminar espiritual, aprendemos a abrazar sus promesas y no dudar de su bondad.

Una promesa hecha es una promesa cumplida para nuestro Dios.

Oración
Amado Señor, ayúdame a confiar en Tus promesas aun cuando sienta que mi vida está fuera de control. Sé que Tú cumplirás tus promesas conmigo. En el nombre de Jesús, amén.

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


Contra la orden.

 


El mar agitado choca contra el barco de carga con todo su poder, al parecer este era el fin, el fin de tantos sueños, de tantas palabras y promesas, su futuro dependía de ese barco y su estabilidad, las personas gritaban y corrían de un lado para el otro con el objetivo de aligerar la carga, esa escena parecida a una película del año 2000 “la tormenta perfecta”, podía asustar hasta al hombre más valiente del planeta, solo que la diferencia era la existencia de un culpable, Jonás.

Muchas veces ocurre que Dios nos quiere decir algo, pero colocamos excusas y nos sumergimos en nuestras actividades, navegando en nuestra barca sin un sentido claro en la vida cuando en realidad debemos escoger por lo mejor, tenemos la osadía de volcar nuestra mirada e ir contra la orden del Creador.

Solo cuando las cosas no salen como queremos y nuestras acciones perjudican a otros nos damos cuenta de que algo estamos haciendo mal y decimos – ¡Señor, que sucede! –

Nos engañamos a nosotros mismos pensando que hacemos la voluntad de Dios cuando en realidad hacemos lo que queremos como un niño encaprichado por una golosina, cuando nos damos cuenta estamos en medio de la tormenta y la única solución es… que nos tiren al mar (rendir nuestro orgullo).

“Y tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furor”. (Jonás 1:15)

Y nuestras perspectivas cambiarán, no moriremos porque Dios es nuestro guardador, solo que Él quiere trabajar en nuestras vidas y tiene algo especialmente preparado para nuestro crecimiento.
“Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.” (Jonás 1:17)

Jonás reconoció la soberanía de Dios, allí dentro del pez, es como si el viejo Jonás hubiera muerto y se preparara el nacimiento de un nuevo Jonás que obedecería a Dios cueste lo que cueste, aún así el profeta sabía que Dios no lo desampararía.

“Descendí a los cimientos de los montes; la tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío”. (Jonás 2:6)

El gran pez vomitó a Jonás cerca a Nínive, el lugar donde tenía que dejar el mensaje de parte de Dios, así lo hizo, anunció el juicio de Jehová por causa del pecado de los habitantes de Nínive, los cuales se arrepintieron de corazón y Dios los perdonó.

Jonás aprendió sobre la obediencia a Dios, y la soberanía del creador sobra la creación.

¿Y tú aun conociendo esto vas contra la orden de Dios? ¿Conoces lo que Dios quiere para ti?

 

 

Carlos E. Encinas
CVCLAVOZ