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Efesios 6:6 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

Relaciones entre amos y siervos

Siervos[a], obedeced a vuestros[b] amos en la tierra[c], con temor y temblor, con[d] la sinceridad de vuestro corazón, como a Cristo; no para ser vistos[e], como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos[f] de Cristo, haciendo de corazón[g] la voluntad de Dios. Servid[h]de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que cualquier cosa buena que cada uno haga, esto recibirá del Señor, sea siervo[i] o sea libre. Y vosotros, amos, haced lo mismo con[j] ellos, y dejad las amenazas, sabiendo que el Señor[k] de ellos y de vosotros está en los cielos, y que para El no hay acepción de personas.

 

 

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REFLEXION

¿Cómo Mover Las Montañas Con La Palabra de Dios?
Publicado por: Cristianos en Articulos Cristianos 0


¿Cómo Mover Montañas Según La Biblia? Metodo Jesús
La historia nos cuenta infinidad de casos en los cuales colonos se dieron cara a cara con grandes montañas. Para muchos de ellos estas montañas eran imposibles de cruzar. Muchos se quedaron inmovilizados por el desafío que tenían en frente de sus ojos. Algunos se quedaron a vivir al lado de las montañas, y otros se dieron la vuelta y regresaron a casa.

Todo el mundo encuentra montañas en el camino
Así como estas personas se enfrentaban a montañas reales, la gente hoy en día se enfrenta a montañas diferentes: problemas, dificultades, penurias e imposibilidades. Encontrar montañas o dificultades en la vida es inevitable. Todos nosotros las encontraremos en algún momento. Nadie está libre de problemas y de angustias. Algunas de estas “montañas” son muy grandes como el Everest, y otras pequeñas.

Los problemas en la vida, así como las montañas, parecen inamovibles y sin solución. Ellas nos intimidad y nos envían un mensaje con su imponencia, nos dicen: “tengo mucho tiempo aquí, y tu no podrás hacer nada para cambiarlo”. Pero no debemos permitir que ninguna dificultad nos intimide. No importa el tamaño de la montaña que enfrentemos, Jesús nos enseño cómo conquistarla con la palabra de Dios.

Marcos 11:22-24

Respondiendo Jesús, les dijo:

—Tened fe en Dios. 23 De cierto os digo que cualquiera que diga a este monte: “Quítate y arrójate en el mar”, y no duda en su corazón, sino que cree que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 24 Por tanto, os digo que todo lo que pidáis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.

Vemos en estos versículos bíblicos, que Jesús usó una montaña para enseñarnos lo poderosa que puede ser nuestra fe en Dios. Y la manera de mover cualquier montaña es creer en nuestro corazón y confesarlo con la boca. De hecho, cualquier cosa que se levante contra nosotros puede ser conquistada con ¡la confesión de fe!

Nunca Deje de Declarar La Palabra de Dios
Nunca debemos enfrentarnos a nuestras montañas con la boca cerrada. Tenemos que hablarle a nuestras montañas, sin importar que estemos enfrentando. Cuando un hijo de Dios se atreve a declarar la palabras de fe, las montañas deben obedecer.

Existe un secreto para aquellos que están dispuestos a mover montañas, y es no separarse de la confesión de Fe. Satanás hará lo imposible para no declarar las promesas de Dios. El sabe que si usted consigue creer y confesar la palabra de Dios, no habrá nada que pueda pararle.

Recuerdo en mi niñez, cuando alguien hablaba el tiempo todo, le llamábamos bocón. ¡Cuando no enfrentamos las montañas, necesitamos ser “bocones espirituales”! Tenemos que hacerle recordar a satanás cuál será su fin. Tenemos que hablar más fuerte que él y siempre tener la última palabra. Cuando esto se vuelva un estilo de vida, las montañas nos obedecerán.

Dios nos ha dado todas las cosas en Cristo Jesús para conquistar cualquier montaña. La Biblia está llena de versículos bíblicos para todas situación en la vida. Solo necesitamos encontrar las promesas correctas a nuestras necesidades, orar, meditar y confesar lo que hemos creido.

Hay mucha gente que se acostumbra a vivir con su montaña. Esto nunca debes hacerlo. En vez de esto, atrevete a conquistarla. Toma la palabra de Dios y comienza a hablarle a la montaña de las deudas. Hablale a la montaña de la enfermedad o a la montaña de la condenación y culpa.

Si estás pasando por problemas familiares, tome los versículos bíblicos que ha encontrado y hablelos a las circunstancias. ¿Esta desempleado? Háblele a la montaña del desempleo y ore por un nuevo trabajo con un mejor salario. !Siga Hablando!

No olvides, mientras mantengamos nuestras palabras conectadas a nuestra confianza en Dios (fe), lo que decimos que está en la palabra de Dios vendrá a la existencia.

 

 

 

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REFLEXION

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Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


Aunque sea difícil de olvidar...

 

 

Ya no me llamen Noemí repuso ella. Llámenme Mara, porque el Todopoderoso ha colmado mi vida de amargura. Rut 1:20 (NVI)

A lo largo de toda nuestra vida, los seres humanos podemos sufrir grandes y pequeñas pérdidas que nos afectan emocionalmente, por ejemplo: la muerte de un ser querido, el abandono del cónyuge, la muerte de una mascota, el cambio de domicilio, pérdidas materiales, pérdida de un empleo, etc. que en su mayoría son difíciles de sobrellevar.

En la Biblia encontramos a una mujer que tuvo que atravesar grandes sufrimientos que marcaron su vida por completo. Una de las más duras experiencias fue perder a su esposo, tal vez se encontraba reponiéndose de ese dolor, pero al pasar de los años pierde también a sus hijos, entonces decide volver a Moab junto a sus dos nueras. A pesar de que el tiempo pasaba, le era difícil enfrentar esta situación, vivía encerrada en sus recuerdos y en su amargura, no pudo percibir las bendiciones de Dios por lo que decide cambiarse de nombre: “no me llamen más Noemí (que quiere decir dulzura), llámenme Mara (que significa amargura)”.

No sabemos lo que había en el corazón de Noemí como para que su fe haya sido probada. No podemos decir que se trataba de un castigo de Dios como consecuencia de sus actos, porque en realidad no fue lo que Él quiso para ella, sus propósitos iban más allá de lo que esta mujer pudo imaginar. Tal vez no entendamos sus planes en el momento de la prueba, pero muchas veces nuestro padre permite que atravesemos por grandes dificultades para que seamos examinados, como en el caso de Job; hombre justo quien fue puesto delante de satanás para ser probado que aun medio de la escasez, su amor por Dios no cambiaría.

¿Qué es lo que aflige tu corazón? ¿Las pérdidas que has sufrido te han dejado marcas difíciles de olvidar? Muchas veces Dios permite que atravesemos por situaciones difíciles para probar nuestra fe y para que nuestro carácter sea moldeado en medio de ellas.

A pesar de la situación en la que te encuentres, no permitas que la aflicción se enraíce en tu interior, no te centres en el problema porque no hay nada que destruya más que el concentrarnos en nuestro propio dolor.

Pero como sabemos que Dios nunca llega tarde a nuestras aflicciones, en un momento de esos el Señor tocó el corazón de Noemí, cuando empezó a salir de su dificultad y le dijo a una de sus nueras: “hija, yo tengo que hacer algo por ti”. Pudo darse cuenta que al ver la necesidad del otro, su dolor empezó a disminuir hasta ser completamente restaurada.

Dios decidió utilizar situaciones y personas para permitirle a Noemí gozar de una mayor bendición. Hoy podemos recordar a una suegra que influenció/influyó en el corazón de su nuera para experimentar la salvación que no conocía y ser elegida para que de sus descendientes naciera nuestro salvador.

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos 8:28 (RVR)


Ruth Mamani
CVCLAVOZ