Jueces 7 :18

La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

El ejército de Gedeón reducido

 

 

 

7 Entonces se levantó temprano Jerobaal, es decir Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él, y acamparon junto a la fuente de Harod[a]; y el campamento de Madián estaba al norte de ellos[b], cerca de la colina de More, en el valle.

Y el Señor dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es demasiado numeroso para que yo entregue a Madián en sus manos; no sea que Israel se vuelva orgulloso[c], diciendo: “Mi propia fortaleza[d] me ha librado.” Ahora pues[e], proclama a oídos del pueblo, diciendo: “Cualquiera que tenga miedo y tiemble, que regrese y parta del monte Galaad.” Y veintidós mil personas regresaron, pero quedaron diez mil.

Y el Señor dijo a Gedeón: Todavía el pueblo es demasiado numeroso; hazlos bajar al agua y allí te los probaré. Y será que de quien yo te diga: “Este irá contigo”, ése irá contigo; pero todo aquel de quien yo te diga: “Este no irá contigo”, ése no irá. E hizo bajar el pueblo al agua. Y el Señor dijo a Gedeón: Pondrás a un lado a todo aquel que lamiere el agua con su lengua, como lame el perro, y a todo el que se arrodille para beber. Y fue el número de los que lamieron, poniendo la mano a su boca, trescientos hombres; pero todo el resto del pueblo se arrodilló para beber. Entonces el Señor dijo a Gedeón: Os salvaré con los trescientos hombres que lamieron el agua y entregaré a los madianitas en tus manos. Que todos los demás del pueblo se vayan, cada uno a su casa[f]. Y los trescientos hombres tomaron en sus manos las provisiones del pueblo y sus trompetas. Y Gedeón envió a todos los demás hombres de Israel, cada uno a su tienda, pero retuvo a los trescientos hombres. El campamento de Madián le quedaba abajo en el valle.

Y aconteció que aquella misma noche, el Señor le dijo a Gedeón: Levántate, desciende contra el campamento porque lo he entregado en tus manos. 10 Pero si tienes temor de descender, baja al campamento con tu criado Fura, 11 y oirás lo que dicen. Entonces tus manos serán fortalecidas para descender contra el campamento. Y descendió con su criado Fura hasta los puestos avanzados del ejército[g] que estaban en el campamento. 12 Y los madianitas, los amalecitas y todos los hijos del oriente estaban tendidos en el valle, numerosos como langostas; y sus camellos eran muchos, innumerables, como la arena que está a la orilla del mar. 13 Cuando llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando un sueño a su amigo, y decía: He aquí, tuve[h] un sueño; un pan[i] de cebada iba rodando hasta el campamento de Madián, y llegó hasta la tienda y la golpeó de manera que cayó, y la volcó de arriba abajo[j] y la tienda quedó extendida. 14 Respondió su amigo, y dijo: Esto no es otra cosa que la espada de Gedeón, hijo de Joás, varón de Israel; Dios ha entregado en su mano a Madián y a todo el campamento.

15 Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, se inclinó y adoró. Volvió al campamento de Israel, y dijo: Levantaos, porque el Señor ha entregado en vuestras manos el campamento de Madián. 16 Y dividió los trescientos hombres en tres compañías[k], y puso trompetas y cántaros vacíos en las manos de todos ellos, con antorchas dentro de los cántaros. 17 Y les dijo: Miradme, y haced lo mismo que yo. Y he aquí, cuando yo llegue a las afueras del campamento, como[l] yo haga, así haréis vosotros. 18 Cuando yo y todos los que estén conmigo toquemos la trompeta, entonces también vosotros tocaréis las trompetas alrededor de todo el campamento, y decid: “Por el Señor y por Gedeón.”

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

REFLEXION

Cómo vivir en prosperidad

CVCLAVOZ –

 

 

 



Cuando se habla de prosperidad es común que se relacione con estar bien económicamente, pero la realidad es que por mucho dinero que se tenga eso no garantiza que la persona sea próspera, porque más que un factor económico que resuelve gran parte de necesidades externas, es una condición que viene del interior, de la libertad, de vivir satisfecho y agradecido en el presente encontrando paz interior ante cualquier situación y nivel económico.

Tal vez, pienses, sí pero si tuviera la oportunidad de tener más ingresos, lo doble o lo triple de mi sueldo, resolvería gran parte de responsabilidades que me roban esa paz interior.

Pues qué crees, sí lo harías pero por alguna extraña razón cuando hay más ingresos también hay más compromisos económicos, como dicen por ahí “no hay dinero que alcance”, así que la clave aquí es la libertad y satisfacción del momento.

Hago hincapié en libertad, porque se puede tener mucho dinero y ser prisionero del trabajo; se puede gozar de una excelente salud y ser adicto al tabaco o al alcohol; se puede tener una hermosa familia, pero se ansía estar con otra persona que no sea el cónyuge, se puede tener la bendición de los hijos pero se está ausente como madre por constante depresión.

En fin, no importa el nivel económico que te encuentres, puedes vivir en prosperidad todos los días de tu vida, solo tienes que practicar lo siguiente:

1) Disfruta el viaje

La diferencia entre una persona satisfecha de una inconforme es que tiene la capacidad de disfrutar el viaje mientras llega a su destino, mientras que la insatisfecha se queja, se estresa, tiene ansiedad por llegar al objetivo, perdiéndose de todos esos detalles del paisaje.

Que no te suceda, porque hoy estamos, mañana solo Dios sabe, así que disfruta el momento.

“Este es el día en que el Señor ha actuado: ¡Estemos hoy contentos y felices!” Salmos 118:24.

Es hoy, no hasta que encuentres a tu pareja ideal o te reconcilies con alguien, hasta que tengas tu propia casa deseada, hasta que tus hijos sean profesionistas o que encuentren un mejor trabajo, no es hasta que… sino hoy.

Claro, no dejes de luchar por tus sueños de trabajar por alcanzar tus objetivos, pero siempre y cuando te enamores del proceso.

2) Vive equilibrada

Cómo estaría una casa si sólo se le pusiera atención a una o dos habitaciones, sólo a esas se le daría mantenimiento en limpieza y orden, mientras que el resto nada; en definitivo estaría en total desbalance.

Lo mismo sucede cuando avocamos gran parte del tiempo en uno o dos actividades, descuidando más áreas de nuestras vidas, somos seres integrales, compuestos de diferentes áreas.

No todo es trabajo, no todo es diversión, no todo es físico. Es importante encontrar el balance, disfrutar cada vez que le dedicas tiempo a lo espiritual (tiempo con Dios), intelectual (cultivarte, aprender), físico (atender la salud, actividad física, alimentación), social (familia, amistades) profesional (estudios, trabajo, negocio) recreativa (diversión, descanso). Habitúate a vivir equilibrada, esto te ayudará a sentirte próspera y plena, puedes hacerlo porque Dios está siempre a tu lado.

3) Ama intensamente

Si eres capaz de amar intensamente, eso te lleva apreciar todo lo que te rodea, amar la vida, a tu prójimo, la naturaleza, todo lo que Dios te da, a ser agradecida, y no porque te compares con los demás, no se vale dar Gracias a Dios por los alimentos solo porque otros están padeciendo hambre, eso no es genuino, tiene que ser del corazón, agradecida porque eres bendecida con lo que tienes, y no solo por las cosas buenas, si no también por aquellas situaciones no favorables, con la convicción y fe de que al final traerá un bien mayor.

Amar intensamente te facilita el ser atentos y servicial con los demás, a perdonar, a confiar en Dios y por ende a vivir en paz contigo mismo, esa paz que todo mundo desea tener y que solo Dios te puede proveer.

Por ultimo, oro para que lo que acabas de leer y te hizo eco en tu corazón puedas ponerlo en práctica a partir de hoy, sintiéndote feliz con lo que tienes porque ahora es el momento para sentirte próspera.



Norma Peraza

 

 

 

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

REFLEXION

¿PUEDES DORMIR CUANDO ESTÁS PREOCUPADO?

 

 

 

 




Hay muchas personas que viven agobiadas por las preocupaciones, siempre están intranquilas y con muchos temores. Viven tan ansiosas que muchas tienen que medicarse para calmarse.

En el libro de los Salmos podemos encontrar una declaración del Rey David que, si lo meditamos, puede ayudarnos a cambiar las preocupaciones por confianza en Dios: En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová me haces vivir confiado. Salmos 4:8

Lo curioso de esas declaraciones es que el Rey David escribió estos versículos estando en tiempos de guerra.

¿Puedes imaginar esa escena?;

¿Podría alguien dormir tranquilo sabiendo que su vida corre peligro y que en cualquier momento puede ser atravesado por una espada o una flecha?

El Rey David lo hacía, su declaración era: “porque solo tú, Jehová me haces vivir confiado”.

David aprendió a confiar en Dios a pesar de vivir circunstancias adversas.

El Rey David tenía muchas razones para vivir preocupado, pero eso no sucedió.

Dormía como un bebé que no le teme a nada porque sabe que su Padre lo cuidará.

Estos versículos también nos enseñan acerca de la confianza que debemos tener en Dios: Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:7-8

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 1 Pedro 5:7

¿Las preocupaciones son parte de tu vida y te quitan el sueño? Si es así, entonces tu confianza en Dios está fallando; necesitas aprender a confiar.

Él prometió darte paz si le das a conocer tus preocupaciones, es un compromiso que hizo contigo.

Aprende a confiar y verás que no serás defraudado porque Dios es fiel a sus promesas y tendrás la paz que necesitas.

¡Duerme tranquilo y comienza a confiar!