1 Crónicas 23:28-31 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

Organización de los levitas

 

 

23 Cuando David era ya viejo y colmado de días, puso a su hijo Salomón como rey sobre Israel. Y reunió a todos los principales de Israel con los sacerdotes y los levitas. Los levitas fueron contados de treinta años para arriba, y su número, según el censo de los hombres[a], fue de treinta y ocho mil. De éstos, veinticuatro mil debían dirigir la obra de la casa del Señor, seis mil eran oficiales y jueces, cuatro mil eran porteros y cuatro mil alababan al Señor con los instrumentos que David[b] había hecho para rendir alabanza. Y David los dividió en clases conforme a los hijos de Leví: Gersón, Coat y Merari.

De los de Gersón fueron Laadán[c] y Simei. Los hijos de Laadán fueron Jehiel el primero, Zetam y Joel: tres. Los hijos de Simei fueron Selomit, Haziel y Harán: tres. Estos fueron los jefes de las casas paternas de Laadán. 10 Y los hijos de Simei fueronJahat, Zina, Jeús y Bería. Estos cuatro fueron los hijos de Simei. 11 Jahat fue el primero y Zina el segundo; pero Jeús y Bería no tuvieron muchos hijos, por lo cual constituyeron una casa paterna, un grupo[d].

12 Los hijos de Coat fueron cuatro: Amram, Izhar, Hebrón y Uziel. 13 Los hijos de Amramfueron Aarón y Moisés. Y Aarón fue separado para ser santificado como el más santo, él y sus hijos para siempre, para quemar incienso delante del Señor, para servirle y para bendecir en su nombre para siempre. 14 Mas en cuanto a Moisés el hombre de Dios, sus hijos fueron contados entre la tribu de Leví. 15 Los hijos de Moisés fueron Gersón y Eliezer. 16 El hijo[e] de Gersón fue Sebuel[f] el jefe. 17 Y el hijo de Eliezer fue[g] Rehabías el jefe; y Eliezer no tuvo más hijos, pero los hijos de Rehabías fueron muchos. 18 El hijo[h] de Izhar fue Selomit[i] el jefe. 19 Los hijos de Hebrón fueron Jerías el primero, Amarías el segundo, Jahaziel el tercero, y Jecamán el cuarto. 20 Los hijos de Uziel fueron Micaía el primero, e Isías el segundo.

21 Los hijos de Merari fueron Mahli y Musi. Los hijos de Mahli fueron Eleazar y Cis. 22 Y Eleazar murió y no tuvo hijos, sino sólo hijas, de modo que sus parientes[j], los hijos de Cis, las tomaron por mujeres. 23 Los hijos de Musi fueron tres: Mahli, Eder y Jeremot.

24 Estos fueron los hijos de Leví conforme a sus casas paternas, es decir, los jefes de lascasas paternas de los que fueron contados[k], en la cuenta de nombres según su censo[l], de veinte años para arriba, los cuales hacían la obra del servicio de la casa del Señor.25 Porque dijo David: El Señor, Dios de Israel, ha dado reposo a su pueblo, y El habita en Jerusalén para siempre. 26 Y además los levitas ya no tendrán que llevar el tabernáculo y todos los utensilios para su servicio. 27 Pues de acuerdo con las últimas palabras de David, los hijos de Leví fueron contados de veinte años para arriba; 28 porque su oficio era ayudar a[m] los hijos de Aarón en el servicio de la casa del Señor, en los atrios y en las cámaras y en la purificación de todas las cosas sagradas y en la obra del servicio de la casa de Dios; 29 y también con los panes de la proposición, la flor de harina para la ofrenda de cereal, los hojaldres sin levadura, lo preparado en sartén, lo bien mezclado y todas las medidas de capacidad y longitud. 30 Y han de estar presentes cada mañana para dar gracias y para alabar al Señor, y asimismo por la noche, 31 y para ofrecer todos los holocaustos al Señor todos los días de reposo, las lunas nuevas y las fiestas señaladas según el número fijado por la ordenanza que las prescribe, continuamente delante delSeñor32 Así estarán encargados de la custodia de la tienda de reunión, de la custodia del lugar santo y de la custodia de los hijos de Aarón sus parientes[n], para el servicio de la casa del Señor.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

Amor para toda la vida

 



Un niño hizo un bote de papel, fue tanto el esmero para que quedara bien que llegó a ser lo mejor que tenía. Lo llevaba a todo lado, lo dejaba en los pequeños riachuelos y lo contemplaba todo el tiempo; pero de repente sucedió algo inesperado: el bote se perdió.

 

 El niño muy asustado comenzó a buscarlo, recorrió calles, tiendas y no lograba hallarlo y, a pesar que pasaron varios días, continúo con la búsqueda hasta que por fin lo encontró.

 

Estaba en una tienda de antigüedades colocado en el mostrador.

 

El niño ingresó rápidamente, solicitó al vendedor que le devolviera su bote pero éste se negó diciéndole que él lo había comprado y que de igual manera el niño debería hacerlo.

Al escuchar esto el pequeño corrió a casa, sacó todos sus ahorros y regresó a la tienda, compró su bote y al salir le dijo “Botecito cuando te hice yo te amaba, pero al recuperarte y comprarte, te amo doblemente.”

Esta ilustración ejemplifica el amor de Dios, la palabra dice que nosotros somos su creación, Él nos hizo a imagen y semejanza suya, nos formó y ya nos conocía aun antes de que estuviésemos en el vientre de nuestra madre.

Sin embargo, por nuestros pecados, nos alejamos, quisimos experimentar la vida y lo que nos ofrecía, nos apartamos de Él y por mucho tiempo hemos permanecido así, distantes de Dios, de sus propósitos, de sus sueños para con nuestras vidas.


Hasta que un día, el Señor tocó nuestros corazones nuevamente, por su amor nos llamó y su dulce voz nos cautivó, ya no pudimos resistirnos más y volvimos a él.


No fuimos nosotros, fue Él quien buscó la manera de acércanos a sus propósitos otra vez. Entregó su vida, en una cruz, dio todo por amor y por ese sacrificio obtuvimos la salvación y vida eterna.

¡Cuán inmerecido amor de Dios, cuán inmenso y profundo! Es un privilegio ser amados por Él, porque este amor no es condicional, no es inconstante, no es pasajero o momentáneo como el mundo lo ofrece; por el contrario es eterno, inmensurable y único para nuestras vidas.

Recuerda Jeremías 31:3 “El Señor se manifestó a mí, hace ya mucho tiempo diciendo con amor eterno te he amado por tanto mi misericordia se ha extendido…” (Énfasis añadido)

Te animo a que cada día tus pensamientos y voluntad sean sujetos a esta verdad:
“¡Dios te ama! Te ama porque eres su creación, su adquisición y su herencia y ante tal declaración no hay nadie ni nada que pueda afirmar lo contrario.




Claudia Carvajal
CVCLAVOZ

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

Jovenes Cristianos – NUEVOS DESAFIOS


 



Pasaje clave: Génesis 17.



Abram ya tiene ¡99 años! Y a sus tiernos 99 años Dios se le revela como el Todopoderoso y nuevamente lo desafía. ¿A qué? (17:1-2).

¡Es el mismo desafío que te hace a ti! Anda delante de Él, sin nada que esconder, y sé perfecto. Perfecto no se refiere a “no cometer errores“, “hacer siempre todo bien”, “ser un obsesivo perfeccionista” o “tirárselas de tipo superior”, no. Perfecto significa que busques agradar a Dios siempre en todo lo que eres y haces.

Dios pacta con Abram, y lo primero que hace es darle una “nueva identidad” (17:5). Y también a Sarai (17:15).

¿Sabías que Dios también hizo un pacto con nosotros por medio de Jesús?

Él se compromete a salvarnos, perdonarnos, darnos una nueva identidad, amarnos incondicionalmente, guiarnos y darnos su Espíritu, pero a cambio, nuestro compromiso es creerle y ser santos. ¿Estás dispuesto?

Cuando crees y recibes a Jesús en tu vida, junto con la salvación, el perdón de pecados y la vida eterna, recibes también una nueva identidad. En otras palabras: Dios te ve como alguien nuevo.

Escúchame atentamente: Si tienes una relación personal con Jesús eres alguien nuevo. Antes eras el pecador, antes eras el rebelde, desobediente, condenado, inútil, abandonado, feo o tonto. ¡Eso ya pasó! Ahora, en Cristo, eres alguien nuevo. Eres perdonado, amado, aceptado, adoptado como hijo. Eres capaz, útil, santo, justo, redimido y glorificado. Sí, disfruta al máximo tu nueva identidad. Es un regalo de Papá.

Promesa, fe, paciencia, tiempos de Dios, pacto, bendiciones, ¡cuántos desafíos!

Sé Paciente. Sí, otra vez. No te apresures a tomar decisiones, ni te apresures a vivir. Hay un tiempo para disfrutar de los amigos y ser amigo, y hay un tiempo para el noviazgo. Un tiempo para casarse y un tiempo para tener bebés. ¡No te adelantes! ¿Quién te corre?

Los que viven corriendo nunca disfrutan nada. Cuando son adolescentes están desesperados por ponerse de novios. Cuando son novios están desesperados por casarse. Cuando se casan están desesperados para que nos les falte nada (o para tener hijos). Y cuando se quieren acordar se les fueron los años y no disfrutaron casi nada. No seas terco en tu propia opinión.

¡Aprende a disfrutar tus años!… Paso a paso…

Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Génesis”

Por Edgardo Tosoni