http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/

facebook un encuentro con la palabra

http://www.amigosporisrael.org/

 

 

1 Pedro 4:16 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

Sufriendo como cristianos

 

 

 

12 Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que en medio de vosotros ha venido para probaros, como si alguna cosa extraña os estuviera aconteciendo;13 antes bien, en la medida en que compartís los padecimientos de Cristo, regocijaos, para que también en la revelación de su gloria os regocijéis con gran alegría. 14 Si sois vituperados por[k] el nombre de Cristo, dichosos sois, pues el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre vosotros. [l]Ciertamente, por ellos El es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 15 Que de ninguna manera sufra alguno de vosotros como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entrometido[m]16 Pero si alguno sufre como cristiano, que no se avergüence, sino que como tal[n] glorifique a Dios. 17 Porque es tiempo de que el juicio comience por[o] la casa de Dios; y si comienza por[p] nosotros primero, ¿cuálserá el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios? 18 si el justo con dificultad se salva, ¿que sera del impio y del[q] pecador19 Por consiguiente, los que sufren conforme a la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, haciendo el bien.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

· 

REFLEXION

No Quieras Controlarlo Todo
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 3 Comentarios

 

 

 

“…ÉL DIRIGIRÁ TUS SENDEROS” (Proverbios 3:6 BLP)

Sin dominio propio, acabamos haciéndonos daño, pero si nos volvemos excesivamente controladores, eso indica que no confiamos lo suficiente en Dios. En última instancia sólo Dios determina nuestro futuro. Por eso, “Confía plenamente en el Señor y no te fíes de tu inteligencia. Cuenta con Él en todos tus caminos y Él dirigirá tus senderos” (Proverbios 3:5-6 BLP). Si sabes que te gusta controlar todo detalle y aspecto de la vida, intenta usar las siguientes estrategias para desarrollar la mentalidad apropiada:

1) Entiende que no eres un ser independiente y autosuficiente.

“…Somos Su pueblo, ovejas de Su prado” (Salmo 100:3 CST). Las ovejas no pueden cuidarse a sí mismas; necesitan al pastor para que las alimente, las dirija y las proteja. Así somos nosotros.

2) Cuando suceda algo inesperado, responde siempre con calma.

No hay nada que a Dios lo pille por sorpresa. Lo que parece una crisis, muchas veces es una oportunidad para demostrarte que te ama y que le importas.

3) Céntrate en lo interior y confía lo exterior a Dios.

Una vez que estés convencido de que no puedes controlar la mayoría de las cosas externas que ocurren, aunque sí tu reacción ante ellas, dejarás de agobiarte por lo que se te escapa de las manos y lo inevitable. Respira hondo para ralentizar el flujo de adrenalina, ora para tus adentros y luego entrégale tu problema a Dios. Recuerda que Sus planes para tu vida no han cambiado. “Me viste antes de que naciera. Cada día de mi vida estaba registrado en Tu libro. Cada momento fue diseñado antes de que un solo día pasara” (Salmo 139:16 NTV). No pretendas controlarlo todo.


…MI PODER SE PERFECCIONA EN LA DEBILIDAD…” (2 Corintios 12:9)

Si sabes que eres excesivamente controlador, intenta hacer lo siguiente:

1) En lugar de tenerle pavor a la impotencia, acéptala como algo que te fortalece.

Ésta te predispone a ser testigo del poder de Dios, porque “…mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Corintios 12:9). Ríndete y deja que Dios actúe.

2) Sé pronto en reconocer tu impotencia delante de Dios.

El Rey Josafat comprendió que su capacidad militar no era suficiente contra los tres ejércitos invasores, por lo que oró: “¡Dios nuestro!… no tenemos fuerza con que enfrentar a la multitud tan grande que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a Ti volvemos nuestros ojos” (2 Crónicas 20:12). ¿Cómo acaba la historia? ¡Milagrosamente! Los ejércitos invasores se destruyeron entre sí y los soldados de Josafat no tuvieron ni que luchar. Serás testigo de los mayores milagros en tu vida cuando menos capaz te sientas y más confíes en la intervención de Dios.

3) Medita en las Escrituras que hablan de la soberanía de Dios y de la futilidad de intentar controlarlo todo.

“Los dados se tiran… pero la decisión depende del Señor” (Proverbios 16:33 BLP). “El ser humano concibe proyectos, lo que prevalece es la decisión el Señor” (Proverbios 19:21 BLP).“Él hace lo que quiere entre los ángeles del cielo y entre la gente de la tierra. Nadie puede detenerlo ni decirle: ‘¿Por qué haces estas cosas?’” (Daniel 4:35 NTV). Relájate y confía en Dios, porque Él sabe lo que está haciendo, y es siempre para tu bien.

 

 

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

La esposa olvidada

 

 

 

 

Cuenta una antigua historia que había una vez un rey que tenía cuatro esposas. Él amaba a su cuarta esposa más que a las demás, la adornaba con ricas vestiduras y la complacía con las delicadezas más finas. Sólo le daba lo mejor.

También amaba mucho a su tercera esposa y siempre la exhibía en los reinos vecinos. Sin embargo, temía que algún día ella se fuera con otro.

A su segunda esposa también la amaba porque ella era su confidente y siempre se mostraba bondadosa, considerada y paciente con él. Cada vez que el rey tenía un problema, confiaba en ella para ayudarle a salir de los tiempos difíciles.

La primera esposa del rey era una compañera muy leal y había hecho grandes contribuciones para mantener tanto la riqueza como el reino del monarca. Sin embargo, él no amaba a su primera esposa, y aunque ella lo amaba profundamente, apenas se fijaba en ella.

Un día, el rey enfermó y se dio cuenta que le quedaba poco tiempo. Pensó acerca de su vida de lujo y reflexionó: "Ahora tengo cuatro esposas conmigo, pero cuando muera... ¡estaré solo!".

Así que le dijo a su cuarta esposa: "Te he amado más que a las demás, te he dotado con las mejores vestimentas y te he cuidado con esmero. Ahora que estoy muriendo... ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?"

"¡Ni pensarlo!", contestó la cuarta esposa, y se alejó sin decir más palabras.
Su respuesta penetró en su corazón como un cuchillo afilado.

El entristecido monarca se dirigió a su tercera esposa:"Te he amado toda mi vida. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?"
“¡No!”. Contestó su tercera esposa. "¡La vida es demasiado buena! ¡Cuándo mueras, pienso volver a casarme!" Su corazón experimentó una fuerte sacudida y se puso frío.

Entonces preguntó a su segunda esposa: "Siempre he venido a ti por ayuda y siempre has estado allí para mí. Cuando muera, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?"

"¡Lo siento, no puedo ayudarte esta vez!", contestó la segunda esposa. "Lo más que puedo hacer por ti es enterrarte". Su respuesta vino como un relámpago estruendoso que devastó al rey.

Entonces escuchó una voz: "Me iré contigo y te seguiré donde sea que tú vayas". El rey dirigió la mirada en dirección de la voz y allí estaba su primera esposa. Se veía tan delgaducha, sufría de desnutrición. Profundamente afectado, el monarca dijo: "¡Debí haberte atendido mejor cuando tuve la oportunidad de hacerlo!"

Todos tenemos cuatro esposas es nuestra vida. Nuestra cuarta esposa es nuestro cuerpo. No importa cuánto tiempo y esfuerzo invitamos en hacerlo lucir bien, nos dejará cuando nos muramos.

Nuestra tercera esposa son nuestras posesiones, condición social y riqueza. Cuando muramos, irán a parar a otros.

Nuestra segunda esposa es nuestra familia y amigos. No importa cuánto nos hayan sido de apoyo aquí, lo más que podrán hacer es acompañarnos hasta el sepulcro.
Y nuestra primera esposa es el alma, frecuentemente ignorada en la búsqueda de la fortuna, el poder y los placeres del ego. Sin embargo, ella es la única que nos acompañará donde quiera que vayamos.

En la Biblia, encontramos la parábola del Rico Insensato (Lucas 12:13-1), un hombre que se dedicó a acumular riquezas y cuando pensaba que podría disfrutar de ellas murió. Nunca había dedicado tiempo a lo verdaderamente valioso.Eso mismo sucede con nosotros, dedicamos tiempo a nuestro cuerpo, las posesiones y la familia pero olvidamos nuestra alma.

“¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma?¿Hay algo que valga más que tu alma?” Mateo 16: 26 (NTV)

Te has puesto a pensar ¿Qué pasaría si hoy mismo murieras?, ¿Dónde irías? ¿Dios te consideraría sabio o necio?

No está mal darle tiempo a las otras áreas de nuestra vida, pero no descuides lo verdaderamente importante, no dejes de lado tu alma, es lo más valioso que tienes y es la única que sobrevivirá este plano terrenal y te acompañará a la eternidad. Cuídala, cultiva tu relación con Dios, no dejes que pase más tiempo antes de darle atención porque ciertamente ninguno de nosotros sabe cuándo morirá. Que cuando llegue el momento de partir no te arrepientas por no haberle dedicado más tiempo a tu alma y al destino final que tendrán.

 

 

 

 

Ana María Frege Issa 
CVCLAVOZ