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Hebreos 3:13 La Biblia de las Américas (LBLA)

Jesús, superior a Moisés

 

 

Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad a Jesús, el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe[a]. El cual fue fiel[b] al que le designó[c], como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios[d]. Porque El ha sido considerado digno de más gloria que Moisés, así como el constructor de la casa tiene más honra que la casa.Porque toda casa es hecha por alguno, pero el que hace todas las cosas es Dios. Y Moisés fue fiel en toda la casa de Dios[e] como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir más tarde; pero Cristo fue fiel como Hijo sobre la casa de Dios[f], cuya casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin nuestra confianza y la gloria[g] de nuestra esperanza.Por lo cual, como dice el Espíritu Santo:

Si ois hoy su voz,
no endurezcais vuestros corazones, como en la provocacion,
como en el dia de la prueba en el desierto,
donde vuestros padres me tentaron al ponerme a prueba,
y vieron mis obras por cuarenta años.
10 Por lo cual me disguste con aquella generacion,
y dije: “siempre se desvian en su corazon,
y no han conocido mis caminos”;
11 como jure en mi ira:
No entraran en mi reposo.”

12 Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse[h] del Dios vivo. 13 Antes exhortaos los unos a los otros cada día, mientras todavía se dice: Hoy; no sea que alguno de vosotros sea endurecido por el engaño del pecado.14 Porque somos hechos[i] partícipes de Cristo, si es que retenemos firme hasta el fin el principio de nuestra seguridad, 15 en cuanto se dice:

Si ois hoy su voz,
no endurezcais vuestros corazones, como en la provocacion.

16 Porque ¿quiénes, habiendo oído, le provocaron? ¿Acaso no fuerontodos los que salieron de Egipto guiados por Moisés? 17 ¿Y con quiénes se disgustó por cuarenta años? ¿No fue con aquellos que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? 18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a los que fueron desobedientes? 19 Vemos, pues, que no pudieron entrar a causa de su incredulidad.

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

La Integridad En La Biblia – Versículos Bíblicos para Predicar
Publicado por: Cristianos en Articulos Cristianos 0


La Integridad En La Biblia
“…YO EN INTEGRIDAD HE ANDADO…” (Salmo 26:1)
Con el fin de protegerse de las hordas barbáricas procedentes del Norte, los chinos construyeron la Gran Muralla China. Era tan alta que nadie podía trepar por ella y tan ancha que nadie podía penetrarla, así que se relajaron y se dispusieron a disfrutar de la vida.

No obstante, durante los siguientes cien años después de la construcción del muro, China fue invadida tres veces. En ninguna de las tres ocasiones el enemigo intentó destruir la muralla ni escalarla; sólo tuvieron que sobornar al que guardaba sus puertas y entrar por ellas.

Los que edificaron la muralla habían depositado su confiaban en la robustez de la misma, pero pasaron por alto enseñar integridad a sus hijos. Por consiguiente, éstos crecieron sin principios morales y espirituales que los guiaran.

¿Has visto alguna vez caer un gran árbol mientras otros alrededor permanecen en pie? ¿Cómo se entiende que la misma tormenta que no causa efectos en unos pueda destruir a otros? La clave la encontramos en las raíces.

¿Como Criar a tu Hijos con Raíces y Alas?

Cuando se trata de desarrollar la integridad, hay unas preguntas que te deberías hacer con frecuencia:

1) ¿Soy el mismo, esté con quien esté?
2) ¿Estoy dispuesto a tomar decisiones que beneficien a los demás, aunque escoger otra alternativa sería más provechoso para mí?
3) ¿Se puede contar conmigo, sabiendo que voy a cumplir los compromisos adquiridos con Dios, conmigo mismo y con los demás?


¿Puedes decir como el salmista: “Júzgame, Señor, porque yo en integridad he andado…” (Salmo 26:1)

La vida es como un vicio: a veces te exprimirá. Y en esos momentos, saldrá lo que hay dentro de ti. Crearte una imagen y seguir tus propios intereses prometen mucho pero producen poco, sin embargo la integridad nunca decepciona. Por ello, esfuérzate por conseguirla.

“INTEGRIDAD Y RECTITUD ME GUARDEN…” (Salmo 25:21)

José fue tentado en repetidas ocasiones por la mujer de Potifar, pero siempre se negó a sus avances, al contrario que David con Betsabé. Pero ahí no acaba todo; David llegó a casarse con Betsabé y cuando su hijo Salomón fue un hombre maduro “tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas, y sus mujeres le desviaron el corazón” (1 Reyes 11:3).

Tal vez la integridad no parezca muy importante ahora, pero la falta de ella traerá consecuencias considerables. Ser íntegro significa honrar los compromisos, aunque las circunstancias en las que los contrajiste hayan cambiado.

Alguien señaló que cuando somos guiados por la integridad, nuestras acciones concuerdan con nuestras palabras. Tu comportamiento reflejará tus creencias.

Si eres íntegro, no habrá discrepancia entre lo que aparentas ser y lo que eres, en los buenos tiempos y en los malos. La integridad no es sólo como un árbitro que decide entre sistemas de valores opuestos, sino que también es el factor decisivo que hace que estés en paz contigo mismo, y no con el corazón dividido. Te hace libre para ser una persona completa, cualesquiera sean las circunstancias.

¿Cómo Vivir En Integridad Según La Biblia?

Se dice que a un candidato para un puesto de trabajo le preguntaron por qué le habían despedido del empleo anterior. Él respondió: ‘Porque me quería llevar el trabajo a casa.’ Cuando indagaron acerca del nombre de su empleador, contestó: ‘El Banco Nacional’. Esto nos puede causar risa, pero en un sondeo reciente, 55% por ciento de los trabajadores confesaron que no se fiaban de sus directores. ¿Eres digno de confianza?
Will Rogers comenta: “La mentalidad de las personas cambia con la observación, no con argumentos. Se hace lo que se ve hacer. Entendemos lo que oímos pero creemos y seguimos lo que vemos”.

Por eso el salmista David, contrito y reformado, oró: “¡Guarda mi alma y líbrame! No sea yo avergonzado, porque en ti he confiado. La Integridad y rectitud me guarden…” (Salmo 25: 20-21).