1 Tesalonicenses 1 :15

La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

Saludo

1 Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia a vosotros y paz.

 

 

Fe y ejemplo de los tesalonicenses

 

 

Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros, haciendo mención de vosotros en nuestras oraciones; teniendo presente sin cesar delante de nuestro Dios y Padre vuestra obra de fe, vuestro trabajo de amor y la firmeza[a] de vuestra esperanza en[b] nuestro Señor Jesucristo; sabiendo, hermanos amados de Dios, su elección de vosotros, pues nuestro evangelio no vino a vosotros solamente en palabras, sino también en poder y en el Espíritu Santo y con plena convicción[c]; como sabéis qué clase de personas[d] demostramos ser[e] entre vosotros por amor a vosotros. Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, habiendo recibido la palabra, en medio de mucha tribulación, con el gozo del Espíritu Santo, de manera que llegasteis a ser un ejemplo para todos los creyentes en Macedonia y en Acaya. Porque saliendo de vosotros, la palabra del Señor ha resonado, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también por todas partes vuestra fe en[f] Dios se ha divulgado, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada. Pues ellos mismos cuentan acerca de nosotros, de la acogida[g] que tuvimos por parte de[h] vosotros, y de cómo os convertisteis de los ídolos a Dios para servir al Dios vivo y verdadero, 10 y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de entre los muertos, es decir, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

REFLEXION

¿AYUDAS O ESTORBAS?

 

 

 




¿Te pasó alguna vez que después de haber terminado de limpiar tu casa con tanto esfuerzo, vino algún pariente, sobrino o amigo y la ensució fácilmente? Sin darse cuenta, que hubo alguien que tuvo que trabajar mucho para que la encontrara en ese estado.

"Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee (Satanás). Pero cuando viene otro más fuerte que él (Jesús) y le vence, le quita todas sus armas en que confiaba y reparte el botín. El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama, Lucas 11: 21-23

La Biblia Nueva Traducción Viviente describe el versículo 23 de ésta manera: “El que no está conmigo a mí se opone, y el que no trabaja conmigo, en realidad, trabaja en mi contra”.

El Señor Jesús nos enseña en estos versículos que hay un conflicto entre Satanás y su Reino.

Si bien Satanás es el hombre fuerte, Jesús es más fuerte que él y le arrebató lo que tenía, “nuestras vidas”.

El nos dio salvación, perdón, amor, sanidad, trajo restauración a nuestras familias y libertad a los esclavos de odio, rencor, amargura y vicios.

Lo curioso de esta enseñanza es que dentro de éste conflicto espiritual, no hay neutralidad, no hay un punto medio donde uno pueda permanecer.

Jesús afirma que el que no trabaja con Él está trabajando en su contra.

No es suficiente estar cerca de Jesús, sino estar unido a Él y a su favor, pues de no ser así, aquella persona estaría en su contra
De nada sirven los compromisos a medias.

Una persona espiritualmente tibia es un estorbo para la predicación del evangelio de Cristo.

Tibio, es aquella persona que quiere recoger con el Señor, pero al mismo tiempo desparrama.

El que no toma en serio la vida cristiana, en vez de ayudar solo perjudica. El que quiere quedar bien con Dios y con el diablo es una piedra de tropiezo.

Jesús nos advierte en éste versículo: “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!” Mateo 18:6-7.

Estar con Jesús es estar dispuesto a seguirle a donde Él nos lleve.

¿Eres una persona neutral?

¿Trabajas a lado de Jesús o desparramas? Es tiempo que asumas un compromiso y tomes la decisión de estar junto a Él y trabajar para su Reino.

¡No seas tibio, sé una persona comprometida!

 

 

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra        

 

 

 

 

 

  • REFLEXION

    El reflejo de tu comunión
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  • Las muchas palabras pueden abundar en nuestra boca, pero solo se quedan en palabras cuando nuestras acciones no son el reflejo de esas palabras.

    Tú puedes hablar muy bonito, puedes saber mucho de la Biblia, puedes orar de una forma excelente, tu voz puede parecerse a la de un ser angelical, pero si tu vida no refleja todo lo que dices, entonces es un vil mentira.

    En el cristianismo lo que cuenta son las acciones y no tan solo las palabras.

    Si yo digo amar a Dios pero mi vida es desordenada y vacía en cuando a mis acciones, entonces ¿Dónde está el amor que digo tener por Dios?, ese amor me tendría que llevar a vivir una vida agradable a Dios, una vida que refleje mi amor por Dios, una vida que tendría que ser ejemplo para otros que cómo yo aman y quieren obedecer a Dios.

    Hoy en día todos nos hacemos sabios, queriendo dar consejos a medio mundo de lo que tienen o no tienen que hacer.

    Las redes sociales hoy están llenas de gente “sabia” que escribe cada frase que se le viene a la mente sin pensar realmente si es acertado lo que se dice o no.

    Por ejemplo: Mientras muchos “cristianos” se esmeran en recalcarle a la gente que no tienen que orar en su “Facebook” porque Dios no tiene Facebook, yo leo la Biblia que dice: “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.” 1 Timoteo 2:8 (Reina-Valera 1960).

    Ahora bien, yo me hago una pregunta: ¿Qué prefiere Dios?, ¿Qué escribamos oraciones en nuestros muros de Facebook o que publiquemos fotos “sexys”, videos “chistosos”, memes, palabras y frases fuera de lugar que dejan en evidencia lo que nuestro corazón contiene?, yo no se usted, pero en lo personal prefiero que escriban cuantas oraciones quieran en su Facebook, porque aunque algunos lo pueden interpretar de “exhibicionismo religioso”, otros lo podemos catalogar como un momento de comunión con Dios, porque escribir esas palabras solo pudo ser consecuencia de un momento en que se pensó y se dedico para Dios.

    Si, si, si, la Biblia dice que oremos en lo secreto, y nuestro Padre que esta en lo secreto nos recompensará en publico(Mateo 6:6), pero insisto:

    Es preferible escribir oraciones en tu Facebook que escribir otra clase de publicaciones que lo único que hacen es dejar en evidencia el mal testimonio que das y la falta de comunión con Dios que hay en ti.

    Con esto no quiero decirte lo que tienes o no que publicar en tu muro, eres libre de escribir y publicar lo que quieras, pero por favor, si eres cristiano de verdad no evites que otros quieran manifestar en publico lo que tú no puedes o no quieres y lejos de hacer, permites que tus publicaciones sean hasta de tropiezo a otros que lastimosamente te tienen como ejemplo de cristiano.

    Lo que haces o dices es el reflejo de tu comunión, no me vengas a decir que amas a Dios, que eres un excelente cristiano, si tu testimonio o tu vocabulario no reflejan que eso es así.

    Jesús lo dijo de está manera:

    “Cada árbol se conoce por los frutos que produce. De una planta de espinos no se pueden recoger higos ni uvas.

    La gente buena siempre hace el bien, porque el bien habita en su corazón.

    La gente mala siempre hace el mal, porque en su corazón está el mal. Las palabras que salen de tu boca muestran lo que hay en tu corazón.» Jesús continuó diciendo: «Ustedes dicen que yo soy su Señor y su dueño, pero no hacen lo que yo les ordeno.”

    Lucas 6:44-46 (Traducción en lenguaje actual)

    Hoy quiero invitarte a honrar a Dios con lo que haces, con lo que dices y hasta con lo que piensas.

    Dios se merece todo nuestro esfuerzo, él se merece que intentemos y logremos cada día ser mejores para Él.

    Que nuestras acciones honren a Dios y hablen en bien de Él porque al fin y al cabo nosotros somos representantes de Cristo en este mundo, aunque no quisiéramos que fuera así la gente pone su mirada en nosotros y en lo que hacemos y una de las mejores formas de ganar a la gente para Cristo es demostrarles que hemos sido transformados por su poder y que ya no somos los mismos que antes y que ahora vivimos para Dios.

    ¡Tu testimonio y tus palabras son el reflejo de tu comunión con Dios!

    Autor: Enrique Monterroza