Job 40:10 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

 

 

Reto de Dios a Job

 

 

40 Entonces continuó el Señor y dijo a Job:

¿Podrá el que censura contender con el Todopoderoso[a]?
El que reprende a Dios, responda a esto.

Entonces Job respondió al Señor y dijo:
He aquí, yo soy insignificante; ¿qué puedo yo responderte?
Mi mano pongo sobre la boca.
Una vez he hablado, y no responderé;
aun dos veces, y no añadiré más.

Entonces el Señor respondió a Job desde la tormenta y dijo:
Ciñe ahora tus lomos como un hombre;
yo te preguntaré, y tú me instruirás.
¿Anularás realmente mi juicio?
¿Me condenarás para justificarte tú?
¿Acaso tienes tú un brazo como el de Dios,
y truenas con una voz como la suya?

10 Adórnate ahora de majestad y dignidad,
y vístete de gloria y de esplendor.
11 Derrama los torrentes de tu ira,
mira a todo soberbio y abátelo,
12 mira a todo soberbio y humíllalo,
y pisotea a los impíos donde están[b].
13 Escóndelos juntos en el polvo;
átalos[c] en el lugar oculto.
14 Entonces yo también te confesaré[d]
que tu mano derecha te puede salvar.

15 He aquí ahora, Behemot[e], al cual hice como a ti[f],
que come hierba como el buey.
16 He aquí ahora, su fuerza está en sus lomos,
y su vigor en los músculos de su vientre.
17 Mueve[g] su cola como un cedro;
entretejidos están los tendones de sus muslos.
18 Sus huesos son tubos de bronce;
sus miembros[h] como barras de hierro.

19 Es la primera de las obras[i] de Dios;
que sólo su hacedor le acerque su espada.
20 Ciertamente alimento le traen los montes,
y todas las bestias del campo retozan allí.
21 Bajo los lotos se echa,
en lo oculto de las cañas y del pantano.
22 Lo cubren los lotos con su sombra;
los sauces del arroyo lo rodean.
23 Si el río ruge[j], él no se alarma;
tranquilo está, aunque el Jordán se lance contra su boca.
24 ¿Lo capturará alguien cuando está vigilando[k]?
¿Perforará alguien su nariz con garfios[l]?

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

Jovenes Cristianos – PALABRAS Y ACTITUDES

Pasaje clave: Mateo 8.

 

 

Palabras Poderosas

 

 

Si hubo algo que lo diferenció a Jesús de los religiosos y sectarios de su época fueron sus palabras. Él no hablaba como ellos, no era religión lo que salía de su boca, sino autoridad, espíritu y vida. Nadie permanecía igual ante las palabras de Jesús: las aceptaban o las rechazaban, pero nadie se mantenía indiferente. Seguían a Jesús o se apartaban de Jesús. Sus palabras eran desafiantes y cargadas de autoridad. No eran simples palabras.

1. El leproso pide ser sanado (vs.2). Jesús lo toca, ¿y qué le dice? (vs.3). Su palabra liberó sanidad sobre la enfermedad y fue sano.

2. El centurión ruega por su siervo enfermo y atormentado (8:5-8). Jesús, admirado de su fe, ¿qué le responde? (vs.10-13). La palabra de Jesús lo sanó en ese mismo momento.

3. Endemoniados y enfermos son traídos a Jesús. ¿Cómo los sanó? (vs.16). Con la palabra.

4. Tempestad y tormenta en el mar. Discípulos aterrados (vs.23-25). ¿Qué dice Jesús? (vs.26). Con su palabra tranquiliza a los discípulos y reprende a la tempestad. Nunca nadie había hecho algo así (vs.27).

5. Los demonios ¡le ruegan y le piden permiso a Jesús! para salir de los hombres e ir a los cerdos (8:28-31). ¿Qué les ordena el Señor? (vs.32). Su palabra está cargada de poder y autoridad divina. Los demonios sólo pueden obedecer, ninguno se atreve a cuestionarlo.

Y Actitudes…

Presta atención a las actitudes de éstas cuatro personas. Y luego mírate a ti mismo y evalúa tus propias actitudes hacia el Señor.

1. ¿Con qué actitud se presenta el leproso frente a Jesús? (vs.2). “Si es tu voluntad, si quieres, si lo deseas, puedes limpiarme”.

Tú no eres un leproso, eres un hijo de Dios: amado, santo y escogido. Pero, ¿tienes la actitud de éste leproso? ¿Eres capaz de decirle al Señor: “si tú quieres, si es tu voluntad”, y aceptar lo que Él te diga?

2. 8:5. ¿Con qué actitud se presenta el centurión frente a Jesús? (vs.5-9). Éste era un hombre de autoridad, con poder militar y soldados bajo su autoridad, pero viene a Jesús rogándole. El centurión reconoció la autoridad de Jesús y le rogó. No le exigió, ni le dio órdenes, le rogó. Sólo los rebeldes y caprichosos cuestionan a la autoridad. Un corazón obediente mueve el poder de Dios. Un corazón rebelde lo detiene.

¿Eres obediente? ¿Reconoces en tu vida la Palabra de Dios o la cuestionas y rechazas?

3. ¿Cómo reaccionan los discípulos ante la tempestad? (vs.23-27). ¡Tienen miedo de morir! ¡Se desesperan! ¡Se descontrolan! Dudan y se olvidan completamente de que Jesús estaba con ellos.

¿Tienes miedo? Todos tenemos miedo y todos nos parecemos a estos discípulos, pero… ¿por qué te olvidas tan rápidamente de quién es el que está contigo? ¿Piensas que puedes hundirte teniéndolo a Jesús en tu vida? No tengas miedo, sólo cree.

4. Jesús hace algo extraordinario (vs.28-32). Libera a los endemoniados y le ordena a los demonios entrar en un hato de cerdos (¡Puajjj! ¡Qué asco! Sólo un demonio viviría en un cerdo). Los cerdos desesperados y endemoniados se suicidan tirándose al mar, pero entonces sucede algo inesperado…

¿Cómo reaccionan los habitantes de la ciudad? (vs.33-34).

Toda la ciudad se conmociona por la liberación de los dos hombres…, ¿o porque perdieron un hato de cerdos? ¿Salen de sus casas para seguir a Jesús o para rogarle que se vaya?

Piénsalo.

Jesús te habla palabras poderosas. Sus palabras te perdonan, te sanan, te liberan, te hacen 10 veces mejor, pero ¿cómo reaccionas a ellas? ¿Qué actitudes tienes cuando las escuchas o las lees?

 

 

 

Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Mateo”

Por Edgardo Tosoni

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

 

La vida es como nieblina

 

 

Al iniciar este nuevo año podemos detenernos un momento a reflexionar qué es lo que logramos el anterior. Quizás muchos estén felices por lo que obtuvieron pero otros tal vez estén tristes al pensar en el tiempo que perdieron y en los objetivos que no lograron alcanzar.

“…Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.” Santiago 4:14

El tiempo es corto, es decir “limitado y reducido” ¿Vale la pena seguir reviviendo el pasado? Por supuesto que no, es mejor empezar este nuevo año corrigiendo determinadas actitudes y dejar de lamentarnos por lo que no obtuvimos.

 


Una vez le pidieron a un viejito que de un consejo a la juventud, a lo que él respondió: “Hay cosas que lamentarás cuando seas viejo como: tener miedo de hacer cosas, no haberte esforzado más, no darte cuenta de lo guapo que eres, no escuchar el consejo de tus padres, tener miedo de abrazar o decir “te amo”, dar mucha importancia a lo que otros piensan de ti, guardar rencor o resentimiento, no defenderte, no haber viajado, no cuidar tus dientes, trabajar demasiado, no aprender de los abuelos antes de perderlos, no terminar lo que empiezas, no pasar tiempo con los hijos, preocuparte demasiado por todo, no haber sido agradecido en su tiempo… porque cuando seas viejo te darás cuenta que lo único que no te va gustar de la vida es que pareció demasiado corta”

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento. Eclesiastés 12:1

Tarde o temprano vendrán los tiempos cuando no puedas hacer muchas cosas. Cuando te encuentres en tus últimos días y tus objetivos sean imposibles de realizar. Pero siempre debes recordar que mientras tengas fuerza, la vida debe adquirir un sentido, un propósito, y para ello necesitas dejar de lamentarte por las cosas que no hiciste o dejaste de hacer. Siempre se puede ser mejor.

El hombre, como la hierba son sus días; como la flor del campo, así florece; cuando el viento pasa sobre ella, deja de ser,y su lugar ya no la reconoce.Mas la misericordia del Señor es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen. Salmos 103:15-17

El tiempo es corto, por tanto este año ¡Atrévete! El que nunca ha perdido es el que nunca ha hecho nada. ¡Desafíate! Porque cuando pase el tiempo, no te arrepentirás de haberte lanzado a la piscina aunque no sabías nadar, sino de no haberlo experimentado. ¡No temas a los retos! Porque la vida no se mide por las veces que respiras sino por los momentos que te dejan sin aliento. ¡Es hora de empezar de nuevo! Recuerda que si quieres ver cambios debes empezar a hacer cosas nuevas.

Alguien dijo que “ser joven es una actitud” así que no tomes en cuenta tu edad, esfuérzate mientras tengas vida. Por otro lado, si te encuentras por el final del camino, recuerda que a los que le temen al Señor les espera “la eternidad”. Mientras tengas vida no es tarde para entregarle tu vida a Cristo y conocer el cielo.

 

 

 

¡El tiempo es corto, ya no lo desperdicies!

 

 

Shirley Chambi

CVCLAVOZ