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Hebreos 13 :8 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

 

 

 

Deberes cristianos

 

 

13 Permanezca[a] el amor fraternal. No os olvidéis de mostrar hospitalidad[b], porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. Acordaos de los presos, como si estuvierais presos con ellos, y de los maltratados, puesto que también vosotros estáis en el cuerpo. Sea el matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial sin mancilla, porque a los inmorales[c] y a los adúlteros los juzgará Dios. Sea vuestro carácter sin avaricia, contentos con lo que tenéis, porque El mismo ha dicho: Nunca te dejare ni te desampararede manera que decimos confiadamente:

El Señor es el que me ayuda; no temere.
¿Que podra hacerme el hombre?

Acordaos de vuestros guías que os hablaron la palabra de Dios, y considerando el resultado de su conducta[d], imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos. No os dejéis llevar por doctrinas[e] diversas y extrañas, porque buena cosa es para el corazón el ser fortalecido con[f] la gracia, no con alimentos, de los que no recibieron beneficio los que de ellos se ocupaban[g]10 Nosotros tenemos un altar del cual no tienen derecho a comer los que sirven al tabernáculo[h]11 Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es llevada al santuario por el sumo sacerdote como ofrenda por el pecado, son quemados fuera del campamento. 12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta.13 Así pues, salgamos a El fuera del campamento, llevando su oprobio.14 Porque no tenemos aquí una ciudad permanente, sino que buscamos la que está por venir. 15 Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante El, sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan[i] su nombre. 16 Y no os olvidéis de hacer el bien y de la ayuda mutua[j], porque de tales sacrificios se agrada Dios. 17 Obedeced a vuestros pastores[k] y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta. Permitidles que lo hagan[l] con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para vosotros.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

El Sacrificar algo Según La Biblia

 

“…TODO LO CONSIDERO PÉRDIDA POR RAZÓN DEL INCOMPARABLE VALOR DE CONOCER A CRISTO JESÚS, MI SEÑOR…” (Filipenses 3:8 NVI)

Por mucho que lo intentes y por muy duro que trabajes, no puedes “tenerlo todo”. ¡La vida es demasiado corta! Habrá cosas que tendrás que sacrificar. En el capítulo 19 de Mateo leemos la historia de un hombre que quería seguir a Cristo pero no estaba dispuesto a renunciar a su estilo de vida. El apóstol Pablo, sin embargo, dijo: “…Todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor…” (Filipenses 3:8 NVI). Consideremos algunos de los “sacrificios” que vale la pena hacer:

1) Sacrificar la aprobación por los logros.

Para aquellos que viven para agradar a los demás y que siempre buscan aprobación significa aceptar que los elogios son como en el humo; se evaporan rápido . Los trofeos acaban oxidándose. Las ganancias financieras se gastan y se pueden perder rápidamente. Tienes que llegar al convencimiento de que “hacer el bien” tiene más valor que “parecer bueno”.

2) Sacrificar la seguridad por el propósito.

La grandeza no estriba en lo que ganas o lo que posees sino en lo que te propones conseguir. En lugar de conformarte con “ganarte la vida” pide a Dios que te ayude a marcar la diferencia.

3) Sacrificar el probarlo todo por la especialización.

A muchos de nosotros nos gusta “picar” en muchas cosas pero el problema de eso es que nunca te especializas en nada. Es cierto que cuando eres joven tienes que probar varias cosas para ver dónde están tus destrezas e intereses. Pero a medida que pasan los años, tienes que centrarte en algo. Te irá much o mejor si te especializas. Si estudias la vida de grandes hombres y mujeres, te darás cuenta de que todos ellos eran muy enfocados y tenaces. Así pues, una vez que hayas averiguado el propósito para el que Dios te creó, dedícate a eso y olvídate del resto.

“EN TODO TRABAJO HAY GANANCIA…” (Proverbios 14:23 LBLA)

Conforme asciendes en el mundo laboral y acumulas más riquezas, te darás cuenta de que es duro soltar aquello por lo que has trabajado. Es por eso que muchos escalamos solamente una parte de la montaña del potencial y después nos paramos. No queremos soltar lo que tenemos para obtener lo siguiente. Y así nos estancamos, a veces para siempre. Tienes que estar dispuesto a hacer concesiones, por ejemplo:

1) Sacrificar lo aceptable por lo excelente.

Nadie paga por algo de mediana calidad, ni se deja impresionar por nada que sea sólo aceptable. Si algo merece la pena, hazlo con excelencia o no lo hagas. Salomón escribe: “En todo trabajo hay ganancia, pero el vano hablar conduce sólo a la pobreza” (Proverbios 14:23). Si quieres destacar en algo tendrás que dedicarte de lleno a ello.

2) Sacrificar la primera mitad por la segunda.

En su libro Halftime (Intermedio) Bob Buford afirma que muchos de los que prosperan mucho en la primera mitad de su vida suelen intentar vivir la segunda de la misma forma. Y eso es un error. Si te encuentras en la segunda mitad, es muy probable que ya hayas pasado demasiado tiempo pagando el precio del éxito. No lo desperdicies. Cambia el éxito por el propósito. Haz cosas que te vayan a sobrevivir. No dejes solamente un testamento, deja un legado.

3) Sacrificar tu trabajo para el Señor por tu caminar con el Señor.

Por muy importante que sea tu obra no se puede comparar con tener una relación con Dios. La trampa del ministerio es trabajar para Dios pero no pasar suficiente tiempo con Él. ¡Que eso no te ocurra a ti!

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

¿Estás dispuesto?

 

Descendió de Judea un profeta llamado Agabo, y tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles.Al oír esto, le rogaron que no subiese a Jerusalén. Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, más aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús. Hechos 21:10-13

Pablo debía volver a Jerusalén a pesar de que le esperaban dificultades, porque daría testimonio del poder de la resurrección de Jesucristo. No cambiaría su tarea por miedo a lo que podrían hacerle.

Su disposición no fue al calor de sus emociones o por capricho sino que era una genuina pasión por Dios, tanto así que consideró el morir por esta causa, ya que había tenido un encuentro sobrenatural con Jesús y vivía para Él.

Disponer es una acción de entrega, un compromiso férreo de hacer una cosa que mueve nuestra vida. “Estoy dispuesto no solo a ser atado, más aún a morir” es la afirmación de alguien que vive apasionado por lo que hace y por quien cree.

Y tú ¿qué estás dispuesto a hacer? Acaso podrías decir estoy dispuesto a: ser fiel a Dios más que a mis propias ideologías, sacrificar mis deseos para ser obediente a Dios, terminar con el adulterio y amar a mi cónyuge, cortar radicalmente con la pornografía, morir antes de negar mi fe en Dios, dejar todo rencor y perdonar para tener libertad, prepararme, amar a mi familia y respetarla a pesar de las malas circunstancias, esperar al matrimonio y guardarme para mi futuro cónyuge, vivir en integridad para inspirar a otros hacerlo y tantos ejemplos más que pueden transmitir tu pasión por Dios.

¿Qué puedes hacer para demostrar tu amor a quién dio su vida para salvarte de la muerte eterna y darte como regalo la vida eterna?

 

 

 

Soraida Fuentes
CVCLAVOZ