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Lucas 1:29  La Biblia de las Américas (LBLA)

Anuncio del nacimiento de Jesús

26 Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada[o] con un hombre que se llamaba José, de los descendientes[p] de David; y el nombre de la virgen era María. 28 Y entrando el ángel, le dijo: ¡Salve, muy favorecida[q]! El Señor está[r] contigo; bendita eres tú entre las mujeres[s]. 29 Pero ella se turbó mucho por estas[t] palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería este. 30 Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por[u] nombre Jesús. 32 Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que soy virgen[v]? 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo Niño que nacerá[w] será llamado Hijo de Dios. 36 Y he aquí, tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril. 37 Porque ninguna cosa[x] será imposible para[y] Dios. 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

REFLEXION

Y tú ¿Cómo enfrentas los problemas?

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

Y tú ¿Cómo enfrentas los problemas? Puede haber muchas respuestas, porque todos tenemos formas distintas de hacerle frente a las dificultades.

Andrew Murray tenía diferentes secretos para enfrentar los problemas que han ayudado a millares. Entre ellos tenemos siguientes:

Primero: Dios me trajo aquí. Es su voluntad que yo esté donde estoy. No dudaré de esta verdad.

Segundo: Él me vigilará con su amor y me dará la gracia necesaria para que pueda comportarme como hijo suyo.

Tercero: Él hará de esta prueba una bendición. Me enseñará la lección que Él quiere que aprenda, y obrará en mí la gracia que Él me conceda.

Cuarto y último: Mi Dios me ayudará a salir del problema. ¿Cuándo y cómo? Él lo sabe.

Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos.

Romanos 8:28 (NTV)

¿Cómo enfrentas los problemas?

Todos enfrentamos la vida y sus dificultades de diferentes maneras. Hay gente que se deprime al menor contratiempo y otros que se ven fuertes y optimistas aún con todo en contra.

Pero, cuando te encuentras en medio de dificultades, ¿Qué haces? ¿En qué piensas? ¿A quién acudes?

Los consejos de Murray nos pueden ayudar a ver los problemas con otra perspectiva, porque los cuatro nos muestran que Dios está en control y tiene cuidado de nosotros.

No es fácil

Sin duda alguna puede ser difícil al principio y quizás en el momento de enfrentar los problemas esos 4 pasos no nos convenzan, pero, ¿en quién más puedes confiar además de Dios?

Los amigos y familia pueden amarnos, preocuparse por nosotros y tener el anhelo de ayudarnos, y está bien que acudamos a ellos en busca de consuelo y consejos; pero hay cosas que ellos no pueden hacer y sólo Dios puede socorrernos.

Entonces, nuevamente la pregunta es, y tú ¿Cómo enfrentas los problemas?

Te invito a reflexionar en esos cuatro secretos de Andrew Murray, puede que no sean tan sencillos como parecen en la hora de la prueba, pero entrega tus aflicciones a Dios, Él no te fallará.

Ana María Frege Issa

CVCLAVOZ

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

 

REFLEXION

¡No te lamentes sobre la leche derramada!

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¡Ayer ya se fue, y nada puedes hacer con relación a lo sucedido!

¡Sigue adelante!

¡No te lamentes sobre la leche derramada!

Todas esas frases y dichos venían a su mente, mientras se marchaba de la sala del tribunal. El matrimonio de Jim había terminado. Era la primera persona que se divorciaba en su familia, y esta realidad lo aplastaba.

¿Qué debe mi familia, pensar de mí? Se preguntaba.

Un par de meses después, una tarde nevada de invierno, proveyó la respuesta. Jim había viajado desde su casa en el sur de Texas, a un pequeño pueblo situado en las Montañas Rocosas de Colorado, para visitar a su hermano por la Navidad. Ya casi oscurecía cuando el autobús se deslizó en el estacionamiento de una estación de servicio.

Enormes copos caían suavemente y todo quedó cubierto de nieve. Jim estaba extenuado e inquieto, mientras descendía del ómnibus. Repentinamente, encontró a Steve, su hermano mayor y Jim quedó atrapado en un abrazo de oso de tal magnitud, que superaba a todos los de su clase. Cuando Jim levantó la vista, vio a su padre parado a la orilla del estacionamiento con una sonrisa en su rostro. El acto de bienvenida que le habían ofrecido, le hizo sentirse amado.

Ese sencillo mensaje de amor y aceptación transmitido en una tarde nevada de invierno, tuvo un profundo impacto en la vida de Jim. No hizo desaparecer su pesar, como por arte de magia, pero con el transcurso del tiempo le capacitó para ganar fortaleza y aliento, cada vez que era recordado.

No importa lo que hayamos hecho, somos valiosos y bienvenidos en el reino de Dios y cada día es por cierto, un nuevo día. Henry Wadsworth Longfellow escribió esta verdad: «Cuando la marea esté más baja, es que ya va a cambiar su nivel.»

Proverbios 28:20

El hombre fiel abundará en bendiciones.