http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/

http://unencuentroconlapalbra.blogspot.com.co/

https://www.facebook.com/unencuentroconlapalbra

http://www.amigosporisrael.org/

 

1 Samuel 2:16  La Biblia de las Américas (LBLA)

 

El pecado de los hijos de Elí

12 Los hijos de Elí eran hombres indignos[f]; no conocían al Señor 13 ni la costumbre de los sacerdotes con el pueblo: cuando algún hombre ofrecía sacrificio, venía el criado del sacerdote con un tenedor de tres dientes en su mano mientras se cocía la carne, 14 lo introducía en la cazuela, la olla, la caldera o el caldero, y todo lo que el tenedor sacaba, lo tomaba el sacerdote para sí. Así hacían en Silo con todos los israelitas que allí iban.15 Asimismo, antes de quemar la grosura, el criado del sacerdote venía y decía al hombre que ofrecía sacrificio: Da al sacerdote carne para asar, pues no aceptará de ti carne cocida, sino solamente cruda. 16 Y si el hombre le decía: Ciertamente deben quemar primero[g] la grosura y después toma todo lo que quieras[h]; él respondía: No, sino que me ladarás ahora, y si no la tomaré por la fuerza. 17 El pecado de los jóvenes era muy grande delante del Señor, porque los hombres menospreciaban la ofrenda del Señor.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION Devocional Diario – Levante su espada
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Cristianos, Devocional Cristiano, Devocional Diario, Devocionales, Dios 5 Comentarios


Devocional Cristiano – Levante su espada
Mas tú, oh hombre de Dios…Pelea la buena batalla de la fe… – 1 Timoteo 6:11,12a

Cuando usted se encuentre entre la espada y la pared, no se ponga a rogarle a Dios que derribe la pared por usted; así no es como Él hace las cosas. Dios le dará el plan y el poder y le garantizará la victoria. Pero será la mano suya, no la de Él, el instrumento que Dios utilizará para hacer lo que Él quiere hacer. Pero usted debe extender su mano; ¿cómo?: hablando la Palabra y poniéndola en práctica, aun cuando las circunstancias estén contra usted.

Hace 27 años Dios me dio una revelación impresionante por medio de una visión que tuve en Beaumont, Texas. Estaba haciendo oración, preparándome para ministrar en el culto, cuando de repente me vi de pie en el púlpito del templo. Al mirar hacia arriba, vi un dragón horroroso y feo, metiendo su cabeza por la puerta del templo. Conforme entraba, su cuerpo se expandía como un globo, llenando todo el lugar. El dragón lanzaba fuego y humo; y cuando dirigió el fuego hacia mí, casi quemó mi ropa.

Cuando caí al suelo, vi a Jesús cerca de mí con una espada en su mano. “¿Por qué Jesús no hace algo? – pensé yo – . ¿No se da cuenta de que estoy en un aprieto?”

Pero Jesús no se movió; solo frunció un poco el ceño. Pude notar que Él estaba molesto conmigo. La Biblia dice que Dios no se agradó de los que quedaron tendidos en el desierto (1 Corintios 10:5). Él tampoco se agradó de mí al verme ahí tendido en el suelo, derrotado. Entonces me ofreció la espada, apuntando hacia el dragón. La mirada de su rostro decía: ¡levántate!

Extendí mi mano para tomar la espada, y antes de que la tocara, Él la soltó, y la espada quedó suspendida en el aire. Entonces la tomé y empecé a levantarme. Al tomarla, la espada no solo se mantuvo firme en el aire, sino que empezó a elevarme.

Cuando me incorporé, toqué el mentón del dragón con la espada, y al tocarlo, el dragón se partió a lo largo. Pude ver con mis propios ojos al dragón partido en dos. Mire asombrado la espada y dije: “¿Por qué no la había utilizado antesí”

No espere que Dios mate al dragón de su vida. Usted tiene a su alcance la espada del Espíritu: la Palabra todopoderosa del Dios viviente. Tómela y empiece a blandirla.

Escritura Devocional para leer : Josué 11:5-23

Kenneth Copeland

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


Una caminata con Dios.

Los músculos se fortalecen y el corazón funciona con regularidad cuando hacemos ejercicio, la salud decae cuando llevamos una vida sedentaria. El movimiento es parte de la vida, pero ¿Qué sucedería si realizaras una caminata con Dios?

“Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios”. (Génesis 5:24 RV60)

Antes las personas vivían muchos años, imagínense vivir más de 600 años ¡Que vida más larga! Con todo ese tiempo verías crecer a tus hijos, nietos, bisnietos, tataranietos, plantarías árboles y comerías de sus frutos, terminarías de estudiar todo lo que desees o podrías realizar muchas actividades.

Hace mucho tiempo atrás reinó la maldad en la tierra, pero Enoc caminó con Dios, marcó la diferencia en su generación al no dejarse llevar por el pecado, prefirió obedecer y agradar a Jehová antes que a los hombres, por eso Jehová se lo llevó.

“Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”. (Hebreos 11:5 RV60)

Hoy en día las personas andan afanadas, trabajando, comprando, vendiendo, no es diferente a la época de Enoc, el pecado está presente y se multiplica la maldad cada día, los medios de comunicación emiten noticias sacadas como de una película de terror. La sociedad se corrompió porque varias personas se alejaron del Creador.

El atravesar problemas y tentaciones fortalece el carácter, hace que no dependamos de nosotros sino del Padre Celestial, cuando el orgullo se somete a la voluntad del Señor caminamos junto a Él y le agradamos.

La palabra del Padre Celestial es una guía en el caminar diario, es una luz en medio de la oscuridad del mundo, no nos desviaremos del camino que nos conduce al cielo si la tomamos en cuenta.

“Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”. (Mateo 7:14 RV60)

Enoc encontró la senda correcta, anduvo con el Todopoderoso. Jesús dijo, “Yo soy el camino y la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mi” (Juan 14:6) ¿Qué esperas para caminar con el Señor y agradarle? ¿Crees que tus pecados son tan grandes que Dios no te aceptará? Jesús te ama y su amor es más grande que todo el universo, no temas, en Él encontrarás paz.


Carlos E. Encinas
CVCLAVOZ