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Hebreos 8:5 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

 

 

Jesús, sumo sacerdote del santuario celestial

 

 

 

Ahora bien, el punto principal de lo que se ha dicho es éste: tenemos tal sumo sacerdote, el cual se ha sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, como ministro del[a] santuario y del[b] tabernáculo verdadero[c], que el Señor erigió, no el hombre. Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios, por lo cual es necesario que éste también tenga algo que ofrecer. Así que si El estuviera sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley; los cuales sirven a lo que es copia y sombra de las cosas celestiales, tal como Moisés fue[d] advertido por Dios cuando estaba a punto de erigir el tabernáculo[e]; pues, dice El: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que te fue mostrado en el monte.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

7 Preguntas Que Como Cristiano Deberías Hacerte

 

 

“SOBRE TODO LO QUE POSEES, ¡ADQUIERE INTELIGENCIA!” (Proverbios 4:7)
Como cualquier padre, Dios quiere que les vaya bien a Sus hijos. Pero para que te vaya bien en la vida, debes preguntarte de vez en cuando dos cosas:

1) ¿Me tomo en serio mi desarrollo personal?

“Sabiduría ante todo, ¡adquiere sabiduría! Sobre todo lo que posees, ¡adquiere inteligencia!” (Proverbios 4:7). Sigue siempre aprendiendo, leyendo y haciendo preguntas. Un proverbio chino dice: “Quien pregunta es necio cinco minutos; quien no pregunta es necio toda la vida”. Algunos somos como la niña que pensó que ya sabía todo de matemáticas al haberse aprendido la tabla de multiplicar hasta el 12. Cuando su abuelo le preguntó irónicamente: ‘¿Cuánto es 13 por 13?‘, ella se burló respondiendo: ‘No digas tonterías, yayo. ¡Eso no existe!‘. El ansia de sabiduría y conocimiento determina tu futuro. Para seguir dando tienes que seguir recibiendo.
2) ¿Disfruto de lo que hago?

Nunca alcanzarás tu destino haciendo algo que detestes. La pasión es el eje de la satisfacción y del éxito verdaderos; es la chispa que enciende el fuego; te propulsa cuando otros se cansan; te ayuda a salir con soluciones cuando los demás se quedan sin ideas creativas; te fortalece cuando otros se rinden y te da valor para arriesgarte cuando los demás ansían seguridad. Cuando pierdes la pasión, suceden dos cosas: primero, ya no persigues la excelencia; segundo, pones en peligro tu integridad, porque sientes la tentación de tomar atajos y transiges conformándote con algo menos de lo que a Dios le gustaría. Un líder dijo: ‘Lo que genere pasión en ti es la clave de tu destino. Muchas veces lo que te apasiona es la clave de lo que puedes lograr’.

“EL QUE QUIERA HACERSE GRANDE ENTRE VOSOTROS, DEBERÁ SER VUESTRO SERVIDOR” (Marcos 10:43 CST)

Dos preguntas más que deberías hacerte constantemente:
3) ¿Estoy dispuesto a servir a otros? ¿Dices que quieres ser líder? ¿Por qué?
Hasta que no respondas a la pregunta con los motivos adecuados, Dios no te dará el puesto. A veces sólo lo queremos para controlar; otras, no estamos dispuestos a pagar el precio del éxito y únicamente queremos las ventajas que conlleva, como un despacho, un buen sueldo, un título reconocido y la admiración de los demás. Jesús dijo: “El que quiera hacerse grande entre vosotros deberá ser vuestro servidor” (Marcos 10:43 CST). El liderazgo te pone en una posición donde es fácil ocuparse de las propias necesidades primero antes de ayudar a l os demás. Siempre existe esa tentación, y siempre está mal. Debes preocuparte sinceramente por la gente y ayudarles a desarrollar su potencial. Cuando lo hagas, estarás honrado a Dios y Él te honrará a ti.

Preguntas Que Todo Cristiano Debería hacerse

4) ¿Estoy haciendo aquello para lo que fui llamado?

“Tenemos dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado” (Romanos 12:6 CST). Samuel Johnson dijo: “Muchos hombres malgastan parte de su vida tratando de exhibir virtudes que no poseen… de ganar un aplauso que no pueden mantener”. Si tienes en mente una idea de las virtudes que debe tener alguien con talento y tú careces de ellas, te costará reconocer tus capacidades. Henry Ford destacó: “Preguntarse por quién debería ser el jefe es como preguntar quién debería ser el tenor del cuarteto. Está claro, ¡el hombre que cante como tenor!” Para tener éxito en la v ida, debes saber para qué cosas te dio talento Dios.

“CUIDAD MUCHO VUESTRA MANERA DE VIVIR” (Efesios 5:15 CST)

Tres preguntas más que deberías plantearte:

5) ¿Estoy aprovechando el día al máximo?

“Cuidad mucho vuestra manera de vivir. No viváis como necios sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento” (Efesios 5:15-16 CST). Sólo te puedes preparar para mañana si te concentras en lo que tienes que hacer hoy. Si no haces lo que debes en este día, mañana lo pasarás rectificando los errores de hoy. Tu vida no cambiará hasta que no cambies algo de tu rutina diaria. Sólo te podrás mantener encaminado si te preguntas: ‘¿Estoy aprovechando el día al máximo?’ y luego rectificas el camino cuando no sea así.

6) ¿Me estoy tomando mi tiempo para pensar?

Una de las mejores cosas que puedes hacer es sacar tiempo para pensar, lo cual es especialmente necesario si eres alguien a quien le gusta marcarse metas y lograrlas. Nos gusta sentir que vamos mejorando, que pasamos de etapa y que logramos las cosas. Pero para hacer lo correcto, del modo correcto y en el momento correcto, deberemos tomarnos un tiempo para evaluar nuestra actividad. ¿Lo haces?

7) ¿Estoy agradando a Dios con mi vida?

Se le recuerda a Enoc por estas palabras: “Agradaba a Dios” (Hebreos 11:5 NTV). ¡Qué testimonio! Jesús dijo: “¿De qué le aprovechará al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma?” (Marcos 8:36). Dejando de lado los logros, tu meta por excelencia debería ser agradar a Dios. Y para eso debes pasar tiempo con Él en oración y leyendo las Escrituras. En oración te comunicas con Dios y a través de la Palabra Él se comunic a contigo. ¡Es una combinación ganadora!

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

Comparte el amor de Dios

 

 

La parábola de los talentos narra sobre un hombre que tenía que ausentarse por un tiempo y reunió a sus tres siervos para encomendarles que cuidaran de sus bienes porque confiaba en ellos. A su regreso, les pidió cuentas de lo que habían hecho con lo que les entregó. Los dos primeros ganaron dos veces más de lo que habían recibido y su señor les dijo a cada uno: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

Pero el último decidió guardar lo que le había sido confiado. La respuesta de su señor fue la siguiente: Siervo malo y negligente, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Mateo 25:21-30 (RVR 1960)

Y tú, ¿Estás siendo un siervo diligente o indolente? ¿Estás contándoles a las personas que están a tu alrededor todo lo que Jesús ha hecho en tu vida para que ellos también lo reciban como su Salvador o te estás quedando callado? Es necesario que estés consciente de que el tiempo de gracia se va terminando y que muy pronto Jesús volverá a recoger a su Iglesia y a pedirte cuentas de lo que hiciste o dejaste de hacer.

Ya no sigas diciendo: “Cuando haya disfrutado más de la vida, aún soy muy joven” o “Ya soy muy mayor y nadie me escuchará” e incluso “Cuando tenga más tiempo y me sienta capacitado lo haré”. Estamos en la etapa final y ya no podemos seguir dando excusas porque la comisión nos fue dada a todos; ahora es cuando debemos hablar del amor de Dios a todas las personas que podamos, porque hay muchos que están muriendo sin conocer a Jesús ni el sacrificio que hizo en la cruz por amor a cada uno de ellos.

Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Romanos 10:13-15 (RVR 1960)

 


¡Tú y yo tenemos la responsabilidad de compartir el mensaje de salvación!

 

 

Brisna Bustamante 
CVCLAVOZ