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Mateo 11:20-24 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

Ayes sobre ciudades de Galilea

 

 

20 Entonces comenzó a increpar a las ciudades en las que había hecho la mayoría de sus milagros[o], porque no se habían arrepentido. 21 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros[p] que se hicieron en vosotras se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se hubieran arrepentido en cilicio y ceniza. 22 Por eso os digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para vosotras. 23 Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás elevada hasta los cielos? ¡Hasta el Hades[q]descenderás[r]! Porque si los milagros[s] que se hicieron en ti se hubieran hecho en Sodoma, ésta hubiera permanecido hasta hoy. 24 Sin embargo, os digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma que para ti.

 

 

 

                 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

Devocional Diario – ¿QUE ES LA ADORACION?

Pasaje clave: Juan 4:23-24.

 

 

1. Lo que no es la adoración.

A. No es “sólo es música y canciones”. Todas las partes de la reunión son un acto de adoración: la oración, la lectura de la Biblia, el canto, el silencio, la predicación, las ofrendas, la Santa Cena, etc.

B. No es un “estilo de música”: si la canción es movida se la llama “alabanza”, si es lenta se la llama “adoración”. Esto también es un error.

La adoración no tiene nada que ver con el estilo, el volumen o el ritmo de una canción. Con cualquier estilo o ritmo podemos adorar a Dios, porque no existe un estilo “bíblico” de adoración. El secreto es hacerlo “en espíritu y en verdad”.

C. No es “cerrar los ojos o levantar las manos”.

D. No es el momento “aburrido de la reunión”.

E. No es un relleno hasta que todos llegan.

F. No es repetir palabras mecánicamente.

G. No es exclusiva del ministerio de alabanza.

H. La adoración no es el “ritual del domingo” (Isaías 29:13), es pasión y compromiso por y con Dios.

2. La adoración no es para nuestro propio beneficio.

“Hoy me gusto mucho la adoración”.

“Hoy la adoración fue muy lenta y aburrida”.

“Me encanta la alabanza. Qué bien dirige el director y cómo tocan los músicos”.

“La gente se duerme en la adoración”.

“Hoy no recibí nada en la adoración”.

“Le faltó vida. Hoy sentí que le faltó vida. Estuvo medio aplastado”.

“¡Cuándo va a terminar! ¡Cuándo va a terminar! ¡Me quiero ir a mi casa!”.

Todos estos conceptos están equivocados, son un error. ¡La adoración no es para ninguno de nosotros, la adoración es para Dios! ¡Es para complacerlo y agradarlo a Él! No nos cantamos ni nos adoramos a nosotros mismos, todo es para Él.

3. Qué es la adoración.

Es una expresión de amor al Señor (Mt.22:37).

Es tener hambre por la presencia de Dios. (Sal.84:1-2, 4, 16:11).

Es un estilo de vida.

¿Eres un adorador?

 

 

 

Por Edgardo Tosoni

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION 

 

 

Vanos remordimientos

 

 

Nadie puede mirar hacia el pasado sin encontrar cosas de las cuales arrepentirse; se escuchan lamentos de haber perdido oportunidades, de dejar conflictos sin resolver, por no realizar proyectos, metas o cumplir ciertos deseos, por lo que terminamos diciendo: “si tan sólo”.

“y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. 1 Corintios 15:8-10.

El apóstol Pablo podía haber estado con Jesús desde el principio, podría haber tenido todas las facilidades y oportunidades; pero aborrecía el Evangelio, consideraba a Jesús un blasfemo, por lo que trató de exterminar a los cristianos. Sabía que había desperdiciado mucho tiempo y que otros se le adelantaron, pero tuvo la capacidad de seguir adelante y de decir “he trabajado más que ellos aunque no yo sino la gracia de Dios que está conmigo”.

Qué fácil le hubiera sido pasar el resto de su vida en vanos remordimientos acerca del pasado. Él mismo dice: “y por último se me apareció a mí que soy el más insignificante de los apóstoles porque perseguí a la iglesia”. Seguro que lamentaba amargamente todo lo que hizo pero no se pasó el resto de su vida lamentándose, sentado en un rincón y repitiendo “fui el último en entrar ¿Por qué lo hice? ¿Cómo puede haberlo rechazado?”

Si somos cristianos, lo que importa antes que nada, no es lo que hayamos sido, sino lo que ahora somos. “Por la gracia de Dios, soy lo que soy”. No se puede cambiar el pasado, por tanto, si es un tema que nos aflige repitamos lo siguiente:
“No importa cual haya sido mi pasado “yo soy lo que soy” ¿Quién soy yo? Una persona que ha sido perdonada y reconciliada con Dios por medio de la sangre que su Hijo derramó en la cruz. Soy un hijo de Dios, adoptado en su familia y voy camino a la gloria.”

Lo que importa no es lo que fuiste, por tanto, si el enemigo te ataca recordándote el pasado, vuélvete y dile “todo lo que dices es verdad, yo fui así, pero ya no me interesa lo que fui, sino lo que soy por la gracia de Dios.”

Si aún no has soltado el pasado, te animo a ponerte de rodillas para pedirle perdón al Señor de lo que hayas hecho. Él te escucha, te conoce y entiende, por lo que no tienes que seguir ocultándote de Él, es tiempo de empezar de nuevo. ¡Ya no mires atrás, que hay mucho por hacer adelante!

 

 


Shirley Chambi
CVCLAVOZ