1 Crónicas 29:16,21

 

 

 

 

 

 

Ofrendas para el templo

 

 

 

 

29 Entonces el rey David dijo a toda la asamblea: Mi hijo Salomón, el único que Dios ha escogido, es aún joven y sin experiencia, y la obra es grande; porque el templo[a] no es para hombre, sino para el Señor Dios. Con toda mi habilidad he provisto para la casa de mi Dios, el oro para las cosas de oro, la plata para las cosas de plata, el bronce para las cosas de bronce, el hierro para las cosas de hierro, la madera para las cosas de madera; tambiénpiedras de ónice, piedras de engaste, piedras de antimonio, piedras de varios colores, toda clase de piedras preciosas y piedras de alabastro en abundancia. Y además, en mi amor por la casa de mi Dios, el tesoro que tengo de oro y de plata, lo doy a la casa de mi Dios, además de todo lo que ya he provisto para la santa casa, es decir, tres mil talentos[b] de oro, del oro de Ofir, y siete mil talentos de plata acrisolada para revestir las paredes de los edificios[c]de oro para las cosas de oro, y de plata para las cosas de plata, es decir, para toda la obra hecha por los artesanos[d]. ¿Quién, pues, está dispuesto a dar su ofrenda[e] hoy al Señor?

Entonces los jefes de las casas paternas, y los jefes de las tribus de Israel, y los jefes de millares y de centenares, con los supervisores sobre la obra del rey, ofrecieron voluntariamente sus donativos; y para el servicio de la casa de Dios dieron cinco mil talentos y diez mil monedas[f] de oro, diez mil talentos de plata, dieciocho mil talentos de bronce y cien mil talentos de hierro. Y todos los que tenían[g] piedras preciosas las dieron al tesoro de la casa del Señor a cargo de[h] Jehiel gersonita. Entonces el pueblo se alegró porque habían contribuido voluntariamente, porque de todo corazón hicieron su ofrenda alSeñor; y también el rey David se alegró en gran manera.

10 Y bendijo David al Señor en presencia de toda la asamblea. Y David dijo: Bendito eres, ohSeñor, Dios de Israel, nuestro padre por los siglos de los siglos. 11 Tuya es, oh Señor, la grandeza y el poder y la gloria y la victoria y la majestad, en verdad, todo lo que hay en los cielos y en la tierra; tuyo es el dominio, oh Señor, y tú te exaltas como soberano sobre todo.12 De ti proceden la riqueza y el honor; tú reinas sobre todo y en tu mano están el poder y la fortaleza, y en tu mano está engrandecer y fortalecer a todos. 13 Ahora pues, Dios nuestro, te damos gracias y alabamos tu glorioso nombre. 14 Pero ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que podamos ofrecer[i] tan generosamente todo[j] esto? Porque de tiproceden todas las cosas, y de lo recibido de tu mano te damos. 15 Porque somos forasterosy peregrinos delante de ti, como lo fueron todos nuestros padres; como una sombra son nuestros días sobre la tierra, y no hay esperanza. 16 Oh Señor, Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos preparado para edificarte una casa para tu santo nombre procede de tu mano, y todo es tuyo. 17 Sabiendo yo, Dios mío, que tú pruebas el corazón y te deleitas en la rectitud, yo he ofrecido voluntariamente todas estas cosas en la integridad de mi corazón; y ahora he visto con alegría a tu pueblo, que está aquí, hacer sus ofrendas a ti voluntariamente. 18 Oh Señor, Dios de nuestros padres Abraham, Isaac e Israel, preserva esto para siempre en las intenciones del corazón[k] de tu pueblo, y dirige su corazón hacia ti; 19 y da a mi hijo Salomón un corazón perfecto para que guarde tus mandamientos, tus testimonios y tus estatutos, para que los cumpla todos y edifique el templo[l], para el cual he provisto. 20 Entonces David dijo a toda la asamblea: Bendecid ahora al Señor vuestro Dios. Y toda la asamblea bendijo al Señor, al Dios de sus padres, y se inclinaron y se postraron ante el Señor y ante el rey. 21 Y al día siguiente sacrificaron víctimas al Señor y le[m] ofrecieron holocaustos: mil novillos, mil carneros y mil corderos, con sus libaciones y sacrificios en abundancia por todo Israel. 22 Comieron, pues, y bebieron aquel día delante del Señor con gran alegría.

Y por segunda vez proclamaron rey a Salomón, hijo de David, y lo ungieron como príncipe para el Señor, y a Sadoc como sacerdote. 23 Entonces Salomón se sentó en el trono del Señorcomo rey en lugar de su padre David; prosperó y le obedeció todo Israel. 24 Y todos los oficiales, los hombres valientes, y también todos los hijos del rey David juraron obediencia al rey[n] Salomón. 25 Y el Señor engrandeció en gran manera a Salomón ante los ojos de todo Israel, y le confirió un reinado glorioso como nunca había tenido ningún rey en Israel antes de él.

26 David, hijo de Isaí, reinó, pues, sobre todo Israel; 27 el tiempo que reinó sobre Israel fuede cuarenta años; reinó en Hebrón siete años y en Jerusalén reinó treinta y tres. 28 Y murió en buena vejez, lleno de días, riquezas y gloria; y su hijo Salomón reinó en su lugar. 29 Los hechos del rey David, desde el primero hasta el último, están escritos en las crónicas del vidente Samuel, en las crónicas del profeta Natán y en las crónicas del vidente Gad, 30 con todo su reinado, su poder y todos los acontecimientos que vinieron sobre él, sobre Israel y sobre todos los reinos de aquellas[o] tierras.

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

 

 

 

Promesas – Confía hoy en Dios para que haga todas tus peleas

 

 

 

 



Muchas personas dicen que tenemos que pelear nuestras
propias batallas, pero la Palabra de Dios dice que el Señor peleará por nosotros.
Confía hoy en Dios para que haga todas tus peleas.

La Humildad puede hablar por ti.

Gálatas 5:22-23
El fruto del Espíritu es… humildad.

Eclesiastés 7:8
Mejor es el fin de un asunto que su comienzo; mejor es la paciencia de espíritu que la altivez de espíritu.

Jeremías 33:6
he aquí, yo le traeré salud y sanidad; los sanaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad.

Mateo 7:16
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos?

Romanos 5:1
Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo,

Romanos 8:5
Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu.

1 Corintios 13:4
El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante;

Efesios 5:9
(porque el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad),

Colosenses 3:12
Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia;

1 Tesalonicenses 1:6
Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, habiendo recibido la palabra, en medio de mucha tribulación, con el gozo del Espíritu Santo,

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

 

 

 

 

REFLEXION

Desecha tus ídolos como la Biblia manda
Publicado por Devocionales 

 

 

 

 



“DE TODOS VUESTROS ÍDOLOS OS LIMPIARÉ” (Ezequiel 36:25)

Todo lo que ocupe el lugar de Dios en tu vida es un ídolo.

¡Deséchalo!

Eso incluye “ídolos generacionales”. 

Cuando Gedeón destruyó el altar que erigió su padre a ídolos paganos, los hombres de la ciudad quisieron matarle (Ver Jueces 6:30).

¿Por qué?

“Porque siempre fue así en nuestra ciudad”.

¿Te suena familiar? 

Si el sistema de las personas a tu alrededor excluye a Dios, ¡ha de ser cambiado!

Los que no reconocen a Dios, ¡se ponen en lugar de Dios!

El mandatario rico no estaba perdido por tener dinero sino porque el dinero le tenía a él (Ver Lucas 18:22,23).

Le daba seguridad y autoestima.

Sin embargo, ¡nadie sino Dios puede darte esas cosas!

¿Y qué de tus relaciones? 

La Biblia dice:

“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos” (2 Corintios 6:14). 

No puedes poner un buey y un asno con los mismos arreos y conseguir que aren, ¡porque sus naturalezas son distintas!

Cuando Dios te dice que sueltes a alguien, pero te mantienes apegado a él, es idolatría (y locura).

Dios te dice hoy:

“¡Quiero limpiarte de todos tus ídolos!”.

El proceso del “destete” puede ser doloroso, porque “todos queremos lo que queremos, cuando lo queremos”. 

Supone auténtica confianza saber que puedes dejar lo que tienes y recibir algo mejor a cambio.

Sea un empleo, una relación, un servicio o la elección de una carrera mediocre, tu Padre quiere “destetarte” de lo más pequeño y darte lo más grande. 

Sus planes son mucho mejores que los tuyos, de modo que, cueste lo que cueste, ¡vale la pena hacer el cambio!