Isaías 55:7

 

 

 

 

 

 

 

Misericordia para todos

 

 

 

 

55 Todos[a] los sedientos, venid a las aguas;
y los que no tenéis dinero, venid, comprad y comed.
Venid, comprad vino y leche
sin dinero y sin costo alguno.
¿Por qué gastáis dinero[b] en lo que no es pan,
y vuestro salario en lo que no sacia?
Escuchadme atentamente, y comed lo que es bueno,
y se deleitará vuestra alma en la abundancia[c].
Inclinad vuestro oído y venid a mí,
escuchad y vivirá vuestra alma;
y haré con vosotros un pacto eterno,
conforme a las fieles misericordias mostradas a[d] David.
He aquí, lo he puesto por testigo a los pueblos,
por guía y jefe de las naciones.
He aquí, llamarás a una nación que no conocías,
y una nación que no te conocía, correrá a ti
a causa del Señor tu Dios, el Santo de Israel;
porque El te ha glorificado.

Buscad al Señor mientras puede ser hallado,
llamadle en tanto que está cerca.
Abandone el impío su camino,
y el hombre inicuo sus pensamientos,
y vuélvase al Señor,
que tendrá de él compasión,
al Dios nuestro,
que será amplio en perdonar.
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos,
ni vuestros caminos mis caminos —declara el Señor.
Porque como los cielos son más altos que la tierra,
así mis caminos son más altos que vuestros caminos,
y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
10 Porque como descienden de los cielos la lluvia y la nieve,
y no vuelven allá sino que riegan[e] la tierra,
haciéndola producir y germinar,
dando semilla al sembrador y pan al que come,
11 así será mi palabra que sale de mi boca,
no volverá a mí vacía
sin haber realizado lo que deseo,
y logrado el propósito para el cual la envié.
12 Porque con alegría saldréis,
y con paz seréis conducidos;
los montes y las colinas prorrumpirán en gritos de júbilo delante de vosotros,
y todos los árboles del campo batirán palmas.
13 En lugar del espino crecerá el ciprés,
y en lugar de la ortiga crecerá el mirto;
y esto[f] será para gloria[g] del Señor,
para señal eterna que nunca será borrada.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

 

 

 

REFLEXION

¡Siempre Más que suficiente!
Publicado por Devocionales 

 

 

 



“…MI COPA ESTÁ REBOSANDO” (Salmo 23:5b)

 



F.B. Meyer escribió: “Cualquiera que sea la bendición de tu copa, seguro que rebosará. Con Dios, el becerro es siempre el becerro gordo (Ver Lucas 15:27), la túnica es siempre la mejor túnica (Ver Génesis 37:3b), el gozo es inefable (Ver 1 Pedro 1:8), y la paz sobrepasa todo entendimiento (Ver Filipenses 4:7). Los caminos de Dios están siempre caracterizados por la sobreabundancia”.

La última cosa por la que debemos preocuparnos en esta tierra, ¡es por no tener suficiente! Nuestra “copa está rebosando” (Salmo 23:5b).

Por ejemplo, vamos a hablar de la gracia:

“…cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia…” (Romanos 5:20b). 

El tener en abundancia significa tener un excedente, una medida exorbitante.

¿Se preocupan acaso los peces por quedarse sin el océano, o están ansiosos los pájaros por no tener suficiente espacio para volar?

La copa que el Señor te da, rebosa de misericordia.

¿Temes que llegue a secarse, que tu garantía caduque, que tus faltas sean demasiado grandes para la gracia de Dios?

¡De ninguna manera!

Antes de que Pablo alentase a los cristianos, los perseguía para matarlos. 

¿Cómo vivirías tú con eso? 

Sin embargo, escribió: “la gracia fue más abundante” (1Timoteo 1:14).

En las Escrituras, la copa rebosante era un símbolo poderoso.

Mientras tu copa estaba rebosando, significaba que eras bienvenido; sin embargo, cuando se quedaba vacía, el anfitrión te estaba sugiriendo que era hora de que te fueras. 

No obstante, si él realmente disfrutaba de tu compañía, se preocupaba de rellenar siempre la copa, hasta desbordarla, y se derramaba su contenido sobre la mesa.

¿Está tu copa rebosante hoy? 

¿Está tu mesa mojada? 

Eso significa:

(a) Que eres bienvenido a la mesa;

(b) Que tu asiento está reservado; nadie más va a ocupar tu sitio;

(c) Que tus necesidades serán suplidas en abundancia.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

 

 

 

 

REFLEXION

Publicado por Devocionales 


“CIERTAMENTE, EL BIEN Y LA MISERICORDIA ME SEGUIRÁN TODOS LOS DÍAS DE MI VIDA…” (Salmo 23:6)

 

 



David no dijo:

“Puede ser, posiblemente, o tengo el presentimiento”.

No, dijo: “Ciertamente, el bien y la misericordia” (Salmo 23:6). ¡Con Dios es algo seguro! Santiago escribió: “...en el cual no hay mudanza ni sombra de variación” (Santiago 1:17b). 

Nuestro estado de ánimo puede cambiar, nuestra forma de pensar puede alterarse, nuestra devoción puede flaquear, pero Dios nunca cambia. 

Escucha: “si somos infieles, Él permanece fiel, porque no puede negarse a Sí mismo” (2Timoteo 2:13). 

En los peores momentos de tu vida puedes seguir diciendo: “Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán” (Salmo 23:6).

”me seguirán…”.Se parece a otra promesa que Dios hizo: 

“vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas bendiciones…” (Deuteronomio 28:2).

Fíjate en las palabras ‘seguirán’, ‘vendrán’ y ’alcanzarán’. ¡No puedes escaparte de ellas! Las bondades de Dios siguieron a Jonás hasta las profundidades del mar (Ver Jonás 2:3), a Daniel hasta el foso de los leones (Ver Daniel 6:22), y a Juan en el exilio, abriéndole el cielo (Apocalipsis 1:1,2). 

Detente y mira atrás: Piensa en los apuros de los que Dios te ha sacado, los líos que te ha ayudado a resolver, las puertas que Él ha abierto para ti, y ¿qué es lo que ves? Bendiciones que no te mereces, de las que no puedes escapar ¡y que son nuevas cada mañana!

¿”todos los días de mi vida”?

Piensa en los días venideros y

¿qué ves?

¿Días en los que estarás sacando adelante una familia?

¿Días de trabajo en “un callejón sin salida”?

¿Días de soledad o de falta de salud?

¿Días ocupados en cuidar a un ser querido enfermo? 

”Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida” (Salmo 23:6)

“el bien” porque el Señor provee y ‘la misericordia’ porque Él perdona; ¡nunca pasarás un día sin esto!

Puede que digas: “Pero algunos días no siento la presencia de Dios”. ¡Entonces, en esos días confía en su promesa!