Esdras 4:6

La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

Oposición a la construcción

 

 

Cuando se enteraron los enemigos de Judá y de Benjamín de que el pueblo del destierroestaba edificando un templo al Señor, Dios de Israel, se llegaron a Zorobabel y a los jefes de casas paternas, y les dijeron: Vamos a edificar con vosotros, porque, como vosotros, buscamos a vuestro Dios, y le hemos estado ofreciendo sacrificios desde los días de Esar-hadón, rey de Asiria, que nos trajo aquí. Pero Zorobabel y Jesúa y los demás jefes decasas paternas de Israel les dijeron: No tenéis nada en común con nosotros para que juntosedifiquemos una casa a nuestro Dios, sino que nosotros unidos la edificaremos al Señor, Dios de Israel, como nos ordenó el rey Ciro, rey de Persia. Entonces el pueblo de aquella[a]tierra se puso a desanimar al[b] pueblo de Judá, y a atemorizarlos para que dejaran de edificar; y tomaron a sueldo contra ellos consejeros para frustrar sus propósitos, todos los días de Ciro, rey de Persia, hasta el reinado de Darío, rey de Persia.

En el reinado de Asuero[c], al principio de su reinado, escribieron una acusación contra los habitantes de Judá y de Jerusalén.

Y en los días de Artajerjes[d], Bislam, Mitrídates, Tabeel y sus demás compañeros escribieron a Artajerjes, rey de Persia, y el texto[e] de la carta estaba en escritura aramea y traducido del arameo. 8 [f]Rehum, el comandante, y Simsai, el escriba, escribieron una carta al rey Artajerjes contra Jerusalén, de esta manera: Rehum[g], el comandante, Simsai, el escriba, y sus demás compañeros, los jueces y los gobernadores de menos categoría, los oficiales, los secretarios, los hombres de Erec, los babilonios, los hombres de Susa, es decir, los elamitas, 10 y las demás naciones que el grande y noble Asnapar[h] deportó y estableció en la ciudad de Samaria, y en el resto de la provincia al otro lado del Río[i]. Y ahora 11 esta es la copia de la carta que le enviaron: Al rey Artajerjes, de tus siervos, los hombres de la provincia al otro lado del Río: Y ahora 12 sepa el rey que los judíos que subieron de ti han venido a nosotros en Jerusalén; están reedificando la ciudad rebelde y perversa, y están terminando las murallas y reparando los cimientos. 13 Ahora sepa el rey, que si esa ciudad es reedificada y las murallas terminadas, ellos no pagarán tributo, ni impuesto, ni peaje, lo cual perjudicará los ingresos de los reyes. 14 Y[j] debido a que estamos en el servicio[k] del palacio, y no es apropiado que veamos el menosprecio al rey, por eso hemos enviado para hacerlo saber al rey, 15 a fin de que se investigue en el libro de las Memorias de tus padres. Y en el libro de las Memorias hallarás y sabrás que esa ciudad es una ciudad rebelde y perjudicial a los reyes y a las provincias, y que en tiempos pasados se han incitado rebeliones dentro de ella; por eso fue devastada esa ciudad. 16 Nosotros informamos al rey que si esa ciudad es reedificada y las murallas terminadas, como resultado, el territorio más allá del Río no será tuyo.

17 Entonces el rey envió respuesta a Rehum, el comandante, a Simsai, el escriba, y a sus demás compañeros que habitan en Samaria y en las demás provincias al otro lado del Río: Paz. Y ahora 18 el documento que nos enviasteis ha sido leído claramente[l] delante de mí.19 Y por mí fue proclamado[m] un decreto; se investigaron los hechos, y se ha descubierto que esa ciudad en tiempos pasados se ha levantado contra los reyes, y que en ella se ha fomentado rebelión e insurrección; 20 que reyes poderosos han reinado[n] sobre Jerusalén, gobernando todas las provincias más allá del Río, y que se les pagaba tributo, impuesto y peaje. 21 Ahora pues, proclamad un decreto para que estos hombres paren la obra y que esa ciudad no sea reedificada hasta que salga un decreto de mí. 22 Y cuidaos de no ser negligentes en cumplir este asunto; ¿por qué se ha de aumentar el daño en perjuicio de los reyes?

23 Entonces, tan pronto como la copia del documento del rey Artajerjes fue leída delante de Rehum, del escriba Simsai, y sus compañeros, fueron a toda prisa a Jerusalén, a los judíos, y los hicieron parar por la fuerza[o].

24 Entonces cesó la obra en la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y quedó suspendida hasta el año segundo del reinado de Darío, rey de Persia.

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

Promesas de Dios ->   No distraerse es parte del éxito.
Vaya tras sus meta sin flaquear ni dudar.
Mantenga los ojos puestos en la línea de llegada.

 

 

 

Hebreos 10:23

Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa.

Salmos 26:1
Hazme justicia, oh SEÑOR, porque yo en mi integridad he andado, y en el SEÑOR he confiado sin titubear.

Lamentaciones 3:23
son nuevas cada mañana; ¡grande es tu fidelidad!

1 Corintios 1:9
Fiel es Dios, por medio de quien fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo, Señor nuestro.

1 Corintios 10:13
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que podáis resistirla.

2 Corintios 9:13
Por la prueba dada por esta ministración, glorificarán a Dios por vuestra obediencia a vuestra confesión del evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos;

Hebreos 3:1
Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad a Jesús, el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe.

Hebreos 3:6
pero Cristo fue fiel como Hijo sobre la casa de Dios, cuya casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin nuestra confianza y la gloria de nuestra esperanza.

Hebreos 11:11
También por la fe Sara misma recibió fuerza para concebir, aun pasada ya la edad propicia, pues consideró fiel al que lo había prometido.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

REFLEXION

¿Eres un padre ejemplar?

 

 

 




Una conocida historia nos ilustra una gran verdad en cuanto a la paternidad: Una mañana llegué puntual a la escuela de mi hijo porque día antes la maestra nos había dicho: “No olviden venir a la reunión de mañana, es obligatoria”.

¡¿Pues qué piensa esta maestra?! ¿Cree que podemos disponer fácilmente del tiempo a la hora que ella diga? 

Si supiera lo importante que era la reunión que tenía a las 8:30, de ella dependía un buen negocio y... ¡tuve que cancelarla!

Ahí estábamos todos, papás y mamás, la maestra empezó puntual, agradeció nuestra presencia y empezó a hablar. 

No recuerdo qué dijo, mi mente divagaba pensando cómo resolver ese negocio tan importante, ya me imaginaba comprando esa nueva televisión con el dinero que recibiría.

En ese instante la maestra me entregó la boleta de mi hijo. 

Regresé a mi lugar y me dispuse a verla. “¿Para esto vine? ¿Qué es esto?” La boleta estaba llena de seises y sietes. Avergonzado guardé las calificaciones inmediatamente.

De regreso a casa aumentó más mi coraje a la vez que pensaba: “Pero ¡si le doy todo!

¡Nada le falta!

¡Ahora sí le va a ir muy mal!” Llegué, entré a la casa, azoté la puerta y grité: -“¡Ven acá Juan!” Juan estaba en el patio y corrió a abrazarme gritando: “¡Papá!”.

“¡Qué papá ni que nada!” 

Lo retiré de mí, me quité el cinturón y no sé cuántos azotes le di al mismo tiempo que decía lo que pensaba de él y finalicé con la frase:

“¡¡ Y te me vas a tu cuarto!!” Juan se fue llorando, su cara estaba roja y su boca temblaba.

Mi esposa no dijo nada, sólo movió la cabeza negativamente y se metió a la cocina.Cuando me fui a acostar, ya más tranquilo, mi esposa se acercó y entregándome la boleta de calificaciones de Juan, que estaba dentro de mi saco, me dijo: “Lee despacio y después toma una decisión”. 

Al leerla, vi que decía: boleta de calificaciones “Calificando a papá”:

Por el tiempo que tu papá te dedica a conversar contigo antes de dormir: 6, por el tiempo que dedica para jugar contigo: 6, por el tiempo que dedica para ayudarte en tus tareas: 6, por el tiempo que dedica saliendo de paseo con la familia 7, por el tiempo que dedica en contarte un cuento antes de dormir 6, por el tiempo que dedica en abrazarte y besarte 6, por el tiempo que dedica para escuchar tus dudas o problemas 6, por el tiempo que tu papá dedica para enseñarte cosas 7. Calificación promedio: 6.22

Los hijos habían calificado a sus papás. 

El mío me había puesto seis y sietes (sinceramente creo que merecía cincos o menos) Me levanté y corrí a la recamará de mi hijo, lo abracé y lloré. 

Me hubiera gustado poder regresar el tiempo... pero eso era imposible. Juanito abrió sus ojos, aún estaban hinchados por las lágrimas, me sonrió, me abrazó y me dijo: “¡Te quiero papito!" Cerró sus ojos y se durmió.

“Los hijos son un regalo del Señor;son una recompensa de su parte”.Salmos 127:3 NTV

Dios nos ha dado la bendición de ser padres, pero al final de nuestros días nos pedirá cuentas de qué es lo que hicimos con nuestros hijos.

Al ver a niños en las calles trabajando arduamente para llevarse el pan del día a la boca, estoy más convencida de que si cada padre pasara más tiempo con su hijo, educándolo, corrigiéndolo y cubriendo todas sus necesidades básicas, tanto materiales como de afecto, no habría delincuencia juvenil.

Al igual que esta historia muchos padres están pendientes de ganar más dinero y creen que es suficiente darles todo lo que necesitan materialmente ; otros padres que gastan el poco dinero que ganan en alcohol y otros vicios, por lo que sus hijos sufren carencias económicas y afectivas.

Estoy consciente que no es fácil ser un buen padre; sin embargo, existen principios básicos de gran utilidad que podemos encontrar en la Biblia.

Estos sabios consejos nos beneficiaran enormemente tanto a nosotros como a nuestras familias:

Sacar tiempo para estar con ellos, comunicarnos con ellos de la manera correcta, escucharlos y comprenderlos, disciplinarlos con amor y elogiarlos cuando han logrado algo, amando y respetando a nuestro conyugue, enseñándoles con nuestro ejemplo a amar a Dios.

¡Despertemos papás! Aprendamos a darle el valor adecuado aquello que es importante en la relación con nuestros hijos, ya que en gran parte, de ella depende el triunfo o fracaso en sus vidas.

¿Te has puesto a pensar que calificaciones te darían hoy tus hijos? Esmérate por sacar buenas notas.

¡Un buen padre nunca está demasiado ocupado!



Lourdes Villarroel
CVCLAVOZ