Apocalipsis 18:16 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

 

 

La caída de Babilonia

 

 

 

18 Después de esto vi a otro ángel descender del cielo, que tenía gran poder, y la tierra fue iluminada con su gloria. Y clamó con potente voz, diciendo: ¡Cayó, cayó la gran Babilonia! Se ha convertido en habitación de demonios, en guarida[a] de todo espíritu inmundo y en guarida[b] de toda ave inmunda y aborrecible. Porque todas las naciones han bebido del[c] vino de la pasión[d] de su inmoralidad, y los reyes de la tierra han cometido actos inmorales con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido con la riqueza[e] de su sensualidad[f].

Y oí otra voz del cielo que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no participéis de sus pecados y para que no recibáis de sus plagas; porque sus pecados se han amontonado[g] hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus iniquidades. Pagadle tal como ella ha pagado, y devolvedle[h] doble según sus obras; en la copa que ella ha preparado, preparad[i] el doble para ella. Cuanto ella se glorificó a sí misma y vivió sensualmente[j], así[k] dadle tormento y duelo[l], porque dice en su corazón: “Yo estoy sentada como reinay no soy viuday nunca veré duelo[m].” Por eso, en un solo día, vendrán sus plagas: muerte, duelo[n] y hambre, y será quemada con fuego; porque el Señor Dios que la juzga es poderoso[o]Y los reyes de la tierra que cometieron actos deinmoralidad y vivieron sensualmente[p] con ella, llorarán y se lamentarán por ella cuando vean el humo de su incendio, 10 mirando de pie desde lejos por causa del temor de su tormento, y diciendo: “¡Ay, ay, la gran ciudad, Babilonia, la ciudad fuerte!, porque en una hora ha llegado tu juicio.” 11 Y los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan por ella, porque ya nadie compra sus mercaderías[q]12 cargamentos de oro, plata, piedras preciosas[r], perlas, lino fino, púrpura, seda y escarlata; toda clase de maderas olorosas[s] y todo objeto de marfil y todo objeto hecho de maderas preciosas, bronce, hierro y mármol;13 y canela, especias aromáticas[t], incienso, perfume, mirra, vino, aceite de oliva; y flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos, carros, esclavos[u] y vidas humanas[v]14 Y el fruto que tanto has anhelado[w] se ha apartado de ti, y todas las cosas que eran lujosas y espléndidas se han alejado[x] de ti, y nunca más las hallarán. 15 Los mercaderes de estas cosas que se enriquecieron a costa de ella, se pararán lejos a causa del temor de su tormento, llorando y lamentándose, 16 diciendo: “¡Ay, ay, la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, púrpura y escarlata, y adornada de oro, piedras preciosas y perlas[y]!,17 porque en una hora ha sido arrasada tanta riqueza.” Y todos los capitanes, pasajeros[z] y marineros, y todos los que viven del mar, se pararon a lo lejos,18 y al ver el humo de su incendio gritaban, diciendo: “¿Qué ciudad es semejante a la gran ciudad?” 19 Y echaron polvo sobre sus cabezas, y gritaban, llorando y lamentándose, diciendo: “¡Ay, ay, la gran ciudad en la cual todos los que tenían naves en el mar se enriquecieron a costa de sus riquezas!, porque en una hora ha sido asolada.” 20 Regocíjate sobre ella, cielo, y también vosotros, santos, apóstoles y profetas, porque Dios ha pronunciado juicio por vosotros contra ella[aa].

21 Entonces un ángel poderoso[ab] tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó al mar, diciendo: Así será derribada con violencia Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada. 22 Y el sonido de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti; ni artífice de oficio alguno se hallará más en ti; ni ruido de molino se oirá más en ti; 23 luz de lámpara no alumbrará más en ti; tampoco la voz del novio[ac] y de la novia[ad]se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra, pues todas las naciones fueron engañadas por tus hechicerías. 24 Y en ella fue hallada la sangre de los profetas, de los santos y de todos los que habían sido muertos sobre la tierra.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

 

Jovenes Cristianos – ¡¿YO ESTRESADA?! ¡NAAAAHHHH!

Pasaje clave: Lucas 10:38-42.

 

 

 

En muy poco versículos podemos hacer un chequeo de las características de estas hermanas.

Tranquila Marta, Tranquila.

La identidad de Marta se había construido (con el paso de los años) sobre “el hacer” para ser. A ver… te lo explico de otra manera. Ella necesitaba “hacer cosas y más cosas” para sentirse bien consigo misma. El “hacer” la hacía sentir frente a los demás una mujer valorada y aceptada.

Ella sentía que cuanto más hacia por los demás más aceptación y valoración ganaba.

“Hago, me aceptan”. “Hago, me valoran”. “Hago, soy importante para los demás”. “Hago, hablan bien de mí”. Ella es la que sale a recibir a Jesús (vs.38), ella es la que se ocupa de preparar todo y de servir, ella es la que se queja porque los demás calientan un banco y no hacen nada (vs.40).

Pero este “hacer para ser” tarde o temprano termina estresando a la persona, la cansa, la deprime, la pone de mal humor y todos los de alrededor lo sufren.

¿Qué le responde Jesús a Marta? (vs.41).

“Afanada” es estar ansiosa y muy preocupada.

“Turbada” es llamar la atención, llorar, hacer lío, alborotar.

Este tipo de estrés es muy frecuente en los chicos y chicas muy ocupados. “Esos” que están metidos en todo: Cursan el colegio, estudian inglés, van a computación, practican música, juegan al fútbol, son maestros de niños en la iglesia, dirigen la alabanza, enseñan en grupos pequeños, están de novios, etc., etc., etc.

Son chicos y chicas predispuestos a “correr” mucho y descansar poco, a vivir bajo muchas responsabilidades, siempre exigiéndose más y más en un continuo afán de perfección y exigencias. Tarde o temprano ese ritmo de vida los “plancha”. “Hacer para ser”.

Y si al mucho correr y al poco descanso le suman una inadecuada alimentación, entonces tenemos un candidato a la depresión.

Este tipo de depresión no se manifiesta de golpe. Es progresiva. Se va dando poco a poco. Día a día, hasta que se desencadena. Y lo más interesante es que el desencadenante puede ser cualquier “pavadita” que te haya sucedido o te hayan dicho. Entonces te vienes abajo. Como Marta.

Tengo el síndrome de Marta ¡¿Qué Hago?!

Si tu situación es similar a la de Marta, una de las cosas más importantes para hacer es establecer un orden de prioridades que te ayude a dedicarte a lo más importante y a dejar a un lado (por lo menos durante cierto tiempo) lo menos importante, lo menos urgente o aquello que te hace perder tiempo inútilmente y encima te cansa emocional y mentalmente. Aprende a decir No.

Es muy bueno que hagas las cosas con excelencia pero no corras desesperadamente detrás de la “perfección”. El perfeccionismo es para los obsesivos que emocionalmente no toleran que algo les salga “un poquito” diferente a lo que tenían planeado. Se enojan, se deprimen y se las agarran con todo el mundo. La excelencia, en cambio, es dar lo mejor de ti mismo dentro de tus posibilidades y recursos. Bajá los niveles de auto exigencia.

Dios te acepta y te valora por lo que eres y no por todo lo que haces ni por lo que tienes. Revisa y mejora tus tiempos de descanso y tu alimentación. Hazte un chequeo médico. Todo esto te será muy positivo. Y, por sobre todas las cosas… Imítala a María.

 

 

 

Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Lucas”

Por Edgardo Tosoni

 

 

 

 


Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

 

No estoy llorando...

 

 

 

Todos sabemos que la risa es la mejor de las terapias, pero lo que no se suele decir es que llorar también es bueno y saludable. Sin embargo al llanto, generalmente se le asigna una connotación negativa por parte de la sociedad, a pesar de que es algo tan natural como la risa e igual de necesario.

Desde que son pequeños se les enseña a los hombres que llorar es una muestra de “debilidad”, y más aun cuando asumen un liderazgo, ya sea en el trabajo, en el hogar u otras áreas. Siempre se quiere dar una apariencia de fortaleza frente a los demás, pero no se dan cuenta que la apariencia solo te ahoga por dentro.

Por esto tal vez te sorprenda el consejo que voy a darte en éstos momentos, pero ¡te animo a llorar!

“Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.” Mateo 5:4
Dios conoce exactamente lo que sientes, por lo cual ya no es necesario fingir, dando la imagen de que nada sucede. Recuerda que son bendecidos los que lloran porque recibirán consuelo, así que ponte de rodillas y habla con Dios porque delante de Él no tienes nada que ocultar.

Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias. Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu. Salmos 34:17-18

La Biblia dice que Dios está cerca de los quebrantados, de los que lloran, de aquellos que tienen dolor, por tanto no dudes más y ¡clama! Solo Él puede librarte de todas tus angustias.

Recuerda que el estrés, la tristeza, el dolor psíquico y físico, la alegría, los nervios, la angustia, la emoción, son sentimientos que podemos traducir en lágrimas. Cuando lo hacemos nos sentimos mucho mejor, pero si ahogamos el llanto sólo logramos aumentar la presión y el desequilibrio interior.

Además no olvides que llorar es una buena terapia para la salud, nos hace liberar adrenalina, una hormona que segregamos en situaciones de estrés, y noradrenalina, que actúa como neurotransmisor y tiene un efecto contrario al de la adrenalina. Cuando lloramos, eliminamos estas hormonas, lo que produce una sensación de desahogo y tranquilidad. Un ejemplo de esto es que, después de llorar, tanto niños como mayores se quedan dormidos.

Dios enjugará las lágrimas de los ojos de ellos, y ya no habrá muerte, ni más llanto, ni lamento ni dolor; porque las primeras cosas habrán dejado de existir. Apocalipsis 21:4

En el cielo es donde ya no habrá más llanto ¡Hoy puedes darte permiso para llorar!

 

 

 


Shirley Chambi
CVCLAVOZ