http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/

http://unencuentroconlapalabra.blogspot.com.co/

https://www.facebook.com/unencuentroconlapalbra

http://www.amigosporisrael.org/

 

Isaías 43:2 La Biblia de las Américas (LBLA)

Dios, único libertador de Israel

 

 

43 Mas ahora, así dice el Señor tu Creador, oh Jacob,
y el que te formó, oh Israel:
No temas, porque yo te he redimido,
te he llamado por tu nombre; mío eres tú.
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo,
y si por los ríos, no te anegarán;
cuando pases por el fuego, no te quemarás,
ni la llama te abrasará[a].
Porque yo soy el Señor tu Dios,
el Santo de Israel, tu Salvador;
he dado a Egipto por tu rescate,
a Cus[b] y a Seba en lugar tuyo.
Ya que eres precioso a mis ojos,
digno de honra, y yo te amo,
daré a otros hombres en lugar tuyo,
y a otros pueblos por tu vida.
No temas, porque yo estoy contigo;
del oriente traeré tu descendencia[c],
y del occidente te reuniré.
Diré al norte: “Entrégalos;”
y al sur: “No los retengas.”
Trae a mis hijos desde lejos
y a mis hijas desde los confines de la tierra,
a todo el que es llamado por mi nombre
y a quien he creado para mi gloria,
a quien he formado y[d] a quien he hecho.

Sacad[e] al pueblo ciego, aunque tiene ojos,
y a los sordos, aunque tienen oídos.
Todas las naciones a una se han reunido
y se han congregado los pueblos.
¿Quién de ellos declarará esto
y nos proclamará las cosas anteriores?
Que presenten sus testigos y que se justifiquen,
que oigan y digan: Es verdad.
10 Vosotros sois mis testigos —declara el Señor
y mi siervo a quien he escogido,
para que me conozcáis y creáis en mí,
y entendáis que yo soy.
Antes de mí no fue formado otro dios,
ni después de mí lo habrá.
11 Yo, yo soy el Señor,
y fuera de mí no hay salvador.
12 Yo soy el que lo he anunciado, he salvado y lo he proclamado,
y no hay entre vosotros dios extraño;
vosotros, pues, sois mis testigos —declara el Señor
y yo soy Dios.
13 Aun desde la eternidad[f], yo soy,
y no hay quien libre de mi mano;
yo actúo, ¿y quién lo revocará?

14 Así dice el Señor vuestro Redentor, el Santo de Israel:
Por vuestra causa envié a Babilonia
e hice descender como fugitivos a todos ellos,
[g]es decir, a los caldeos, en las naves de las cuales se gloriaban[h].

15 Yo soy el Señor, vuestro Santo,
el Creador de Israel, vuestro Rey.
16 Así dice el Señor,
que abre camino en el mar
y sendero en las aguas impetuosas;
17 el que hace salir carro y caballo,
ejército y fuerza
(a una se echarán y no se levantarán,
como pabilo han sido apagados y extinguidos):
18 No recordéis las cosas anteriores
ni consideréis las cosas del pasado.
19 He aquí, hago algo nuevo,
ahora acontece;
¿no lo percibís?
Aun en los desiertos haré camino
y ríos en el yermo.
20 Me glorificarán las bestias del campo,
los chacales y los avestruces,
porque he puesto aguas en los desiertos
y ríos en el yermo,
para dar de beber a mi pueblo escogido.
21 El pueblo que yo he formado para mí
proclamará mi alabanza.

22 Pero no me has invocado, Jacob,
sino que te has cansado de mí, Israel.
23 No me has traído las ovejas de tus holocaustos,
ni me has honrado con tus sacrificios.
No te he abrumado exigiendo[i] ofrendas[j],
ni te he cansado exigiendo[k] incienso.
24 No me has comprado con dinero caña aromática[l],
ni con la grosura de tus sacrificios me has saciado;
por el contrario me has abrumado con tus pecados,
y me has cansado con tus iniquidades.

25 Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo,
y no recordaré tus pecados.
26 Hazme recordar, discutamos juntos nuestro caso;
habla tú para justificarte.
27 Tu primer padre pecó,
y tus voceros[m] prevaricaron[n] contra mí.
28 Por tanto, profanaré[o] a los príncipes del santuario[p],
y entregaré a Jacob al anatema y a Israel al oprobio.

 

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

¿Cómo Recibir Respuesta a Tus Oraciones Según La Biblia?
Publicado por: Devocionales en Preguntas y Respuestas Cristianas, Respuestas Cristianas 0

 

 

“SI PERMANECÉIS EN MÍ … OS SERÁ HECHO” (Juan 15:7)
¿Has pasado semanas, meses o incluso años orando por algo concreto? ¿Estás diciendo ‘Señor, sé lo que dice Tu Palabra, entonces por qué no me funciona?’ Para poder obtener los resultados por los que estás orando, tienes que ser capaz de responder a estas tres preguntas:

1) ¿Estás orando por la voluntad de Dios?
Jesús dijo: “Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho” (Juan 15:7). La palabra “permanecer” habla de intimidad y de una conexión muy cercana. Nos evoca la imagen del “hogar”, ese lugar donde hay provisión y cuidado. Cuando tengas esa clase de relación con Dios, conocerás Su corazón y sus deseos tan bien que tu voluntad va a estar en armonía con la Suya. Y por consiguiente obtendrás lo que pides.

No des por hecho que tu oración está dentro de la voluntad de Dios; compruébala aplicando el “principio de permanencia”. Cuando permaneces maduras espiritualmente. Y cuando eres espiritualmente maduro empiezas a hablar de forma diferente; tus oraciones no son introspectivas y egocéntricas; el tiempo que pasas en la presencia de Aquel a quien amas llega a tener más valor que el resultado. No te importa esperar, porque entiendes que el tiempo de Dios es perfecto. Y si Él decide no responder a tu petición, te gozas y dices ‘Entonces es porque tienes algo mejor para mí, y confío en Ti’. ¿Has alcanzado ese punto en tu caminar con el Señor?

“TRATA BIEN A TODOS … LUEGO, CUANDO INVOQUES AL SEÑOR, ÉL TE RESPONDERÁ” (Isaías 58:6, 9 parafraseado)

2) ¿Estás saboteando tus oraciones?
Dios les dijo a los israelitas que la razón por la que sus oraciones no eran contestadas era su costumbre de acusar y criticar a los demás (véase Isaías 58:9-10). ¿Eres culpable de lo mismo? Es tan importante glorificar a Dios con las palabras que hablas cuando no estás orando como cuando estás. La Biblia nos dice que hay una relación directa entre tener una lengua suelta y criticona y no recibir respuesta a las oraciones. Tu modo de tratar a los demás determinará cómo Dios te trate a ti (véase Efesios 6:7-8). Así lo expone el Señor:

“…Dejar ir libres a los oprimidos, y romper todo yugo … que partas tu pan con el hambriento, y recibas en casa a los pobres sin hogar … Entonces tu luz despuntará como la aurora, y tu recuperación brotará con rapidez; delante de ti irá tu justicia; y la gloria del Señor será tu retaguardia. Entonces invocarás, y el Señor responderá; clamarás, y El dirá: “Heme aquí.” Si quitas de en medio de ti el yugo, el amenazar con el dedo y el hablar iniquidad, y si te ofreces al hambriento, y sacias el deseo del afligido, entonces surgirá tu luz en las tinieblas, y tu oscuridad será como el mediodía. Y el Señor te guiará continuamente, saciará tu deseo en los lugares áridos y dará vigor a tus huesos…” (Isaías 58:6-11 LBLA). Lo anterior significa que la respuesta a tus oraciones depende de dos cosas: tus actitudes y tus acciones hacia el prójimo.

“Y ANDAD EN AMOR, COMO TAMBIÉN CRISTO NOS AMÓ” (Efesios 5:2)

3) ¿Tienes una actitud de amor?
La Biblia dice: “Y andad en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros…” (Efesios 5:2). Tu boca es una parte fundamental del caminar en amor. No somos conscientes de cuánto podemos hacer para edificar a otros con nuestras palabras. Pero tenemos que ser muy cuidadosos de no decir cosas que los puedan derribar. La Biblia afirma: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso…” (Jeremías 17:9). ¿Qué mensajes estás dando? ¿Qué está saliendo de tu boca? Cuando estamos demasiado ocupados para demostrar amor, estamos demasiado ocupados. Y es hora de sopesar nuestros motivos y actitudes. ¿Cómo lo hacemos? Examinando nuestra lengua y lo que sale de nuestra boca.

¿Recuerdas la última vez que fuiste al médico y te pidió que abrieras la boca y dijeras ‘Aaaah’? La razón por la que los médicos hacen eso es para examinar la lengua. Así como la lengua le indica al doctor mucho acerca de tu salud física, también te puede revelar mucho acerca de tu salud espiritual. Para recibir respuesta a tus oraciones tienes que examinar tu corazón en tres áreas:

1) Aprender a permanecer en Cristo. Eso te llevará a un mayor grado de madurez espiritual y te ayudará a descubrir la autoridad que tienes en la oración.

2) Hablar de acuerdo con la Palabra de Dios. Al hacerlo podrás mover las montañas de tu vida (véase Marcos 11:23).

3) Crecer en tu caminar de amor. Eso te brindará numerosas oportunidades de demostrar a los demás quién es Dios de verdad.

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

¡Cuidalo! Vale más de lo que piensas.

 

 

Carlitos era un niño travieso y juguetón, por lo cual, cada zapatilla que se ponía no duraba mucho tiempo. Pero, tenía un par de zapatillas azules que cuidaba con recelo, las utilizaba sólo en salidas importantes para no ensuciarlas, ni envejecerlas y así poder lucirlas delante de todos sus amiguitos, la pregunta era: ¿Por qué tanto cuidado a esta zapatilla?

La madre de Carlitos manifestó que su padre le había regalado esas zapatillas y cada vez que se las ponía esperaba que su progenitor se sintiera contento.

Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.Romanos 12:1 (NVI)

Carlitos amaba a su padre y seguramente muchas veces tuvo ganas de ensuciarse con las zapatillas puestas, pero cada vez que pensaba en su padre cambiaba de parecer.

Algo parecido debería pasar con nosotros, el Señor espera que cuidemos nuestra santidad así como Carlitos cuidaba sus zapatillas, temiendo que se pueda ensuciar, buscando que nuestra vida sea del agrado para Dios. La palabra “santo” viene de la palabra griega “hagios” que significa “consagrado o apartado para Dios” Es decir, al agrado de nuestro padre.

“Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria”Isaías 6:3
Decir que amamos a Dios y vivir practicando el pecado es una gran mentira, la palabra de Dios dice que Él es tres veces Santo, por tanto, una persona que ama a Dios tendría que esforzarse por vivir una vida santa, sin mancha.

Ser santo no debería ser una carga; cuando hay amor se convierte en una hermosa lucha de ser diferente al resto y esforzase por hacer lo correcto, es el amor puro que impulsa a cambiar. No se trata de ser perfecto, seguir una lista de reglas y lineamientos, sino, de luchar por parecerse al Padre, esforzarse para agradarle con nuestra vida.

No esperes crecer en santidad si ocupas poco tiempo a solas con Dios y no tomas en serio su palabra. Este tiempo te animo a pedirle perdón si has ignorado este tema y tomar la decisión de agradar a Dios viviendo en santidad.

 

 

 


Shirley Chambi
CVCLAVOZ