http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/

facebook un encuentro con la palabra

http://www.amigosporisrael.org/

 

 

1 Tesalonicenses 3:4 La Biblia de las Américas (LBLA)

Interés de Pablo por sus hijos en la fe

 

 

 

Por lo cual, no pudiendo soportarlo más, pensamos que era mejor quedarnos solos en Atenas, y enviamos a Timoteo, nuestro hermano y colaborador de Dios[a] en el evangelio de Cristo, para fortaleceros y alentaros respecto a vuestra fe; a fin de que nadie se inquiete[b] por causa de estas aflicciones, porque vosotros mismos sabéis que para esto hemos sido destinados. Porque en verdad, cuando estábamos con vosotros os predecíamos que íbamos a sufrir aflicción, y así[c] ha acontecido, como[d] sabéis. Por eso también yo, cuando ya no pude soportar más, envié para informarme de[e] vuestra fe, por temor a que el tentador os hubiera tentado y que nuestro trabajo resultara en vano. Pero ahora Timoteo ha regresado[f] de vosotros a nosotros, y nos ha traído buenas noticias de vuestra fe y amor y de que siempre tenéis buen recuerdo de nosotros, añorando vernos, como también nosotros a vosotros; por eso, hermanos, en toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados respecto a vosotros por medio de vuestra fe; porque ahora sí que vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor. Pues ¿qué acción de gracias podemos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos regocijamos delante de nuestro Dios a causa de vosotros, 10 según oramos intensamente de noche y de día que podamos ver vuestro rostro y que completemos lo que falta a vuestra fe?

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

La Palabra de Dios Tu Brújula Espiritual
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 2 Comentarios

 

 

“…ABRAHAM… VIO DE LEJOS EL LUGAR” (Génesis 22:4b)
Imagínate al Señor enviando a Abraham a un lugar “…que Yo te diré” (Génesis 22:2b)... Las mujeres suelen entender esto mejor que los hombres. Cuando le pregunto a mi esposa qué es lo que va a comprar, a veces me responde: “No lo sé, pero cuando lo vea, lo sabré”. Hay algunas cosas que sabes pero que no puedes explicar. Escucha: tenemos la unción [comprensión] de Dios y conocemos todas las cosas (cfr. 1 Juan 2:20).

Observa lo que ocurrió: “Al tercer día alzó Abraham sus ojos y vio de lejos el lugar” (Génesis 22:4) ¡Lo encontró! No hay nada como el momento en que ves algo que estabas buscando; “las campanas suenan” y tu brújula espiritual interna marca: ¡Aquí está!. Cuando te encuentras en el mar, todas las aguas parecen iguales, y ahí es donde necesitas una brújula, la tengas o no la tengas. Si ves a alguien que se entusiasma por cosas que no se ven, ¡obsérvalo! O no tomó su medicación ese día, o es que ve lo que tú no puedes ver. Porque se entusiasma con lo invisible, esta persona acaba haciendo lo imposible. ¿Que por qué? ¡Porque ha aprendido a hacer caso a su brújula espiritual! David venció a Goliat porque él fue el único hombre que tuvo fe para hacerlo, sabiendo que era un momento crucial en su vida.

Si no lo hubiera aprovechado, seguramente habría vuelto a cuidar ovejas. Cuando llegue tu momento, levántate y di: “Este “gigante” es mío”, sin importarte cuántas personas huyan de él. El Señor te ha dado una brújula espiritual. ¡aprende a usarla!


“…SE SOSTUVO COMO VIENDO AL INVISIBLE” (Hebreos 11:27b)
Empieza a usar la brújula espiritual que Dios ha puesto dentro de ti. Sí, es arriesgado, pero se te abrirán puertas que ninguna otra cosa hará. ¿Te acuerdas de la viuda a quien el profeta Elías pidió su última comida (lee 1 Reyes 17)? Cuando el miedo le susurró: “Sólo tienes suficiente para ti misma”, su brújula espiritual indicó: “Da lo que tienes, y el Señor te devolverá lo que necesites”. Ella lo hizo, y sobrevivió a la hambruna.

Cuando Saúl vio a Goliat, él dijo a David: “Tú no podrás ir contra aquel filisteo…” (1 Samuel 17:33). Pero cuando David vio a Goliat, inmediatamente su brújula espiritual apuntó hacia Dios y declaró: “El Señor… me librará…” (1 Samuel 17:37). Fíjate en Noé: construyendo un zoológico flotante en medio del “desierto” porque oyó una voz que nadie más escuchó, y como resultado, su familia se salvó, sus hijos se convirtieron en líderes del nuevo orden mundial y su nombre fue inmortalizado.

La historia está llena de personas como ésas, tal y como Benjamín Franklin, quien se atrevió a volar su cometa en una tormenta, descubriendo así la electricidad, o como Annie Sullivan, quien vio en Helen Keller una grandeza que iba a inspirar al mundo en los años venideros. No, no eran dioses, ni tampoco perfectos, simplemente eran “portadores de brújulas” que veían lo que otros no eran capaces de ver, y actuaron en consecuencia. ¿Qué te ha mostrado Dios que otros no pueden ver? Sea lo que sea, para eso Él te dará poder con el fin de realizarlo.

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

Cuando la espera te desespera

 

 

Una semilla pasa por un proceso de germinación para convertirse en una planta, este proceso requiere de un tiempo variable de acuerdo al tipo de semilla. Una promesa de Dios, podemos compararla con una semilla, que también demanda tiempo de espera para ver su cumplimiento.

Esperar que una semilla germine no nos afecta; sin embargo, el tiempo del cumplimiento de una promesa muchas veces se nos hace eterno y desesperamos, en especial cuando las circunstancias dan contrariedad a lo que anhelamos porque nuestro razonamiento humano mira lo limitado sin considerar que Dios no tiene límites.

El Señor nos da semillas, promesas, todas son diferentes y requieren tiempo para que puedan germinar y brotar; pero ¿Qué pasa cuando ponemos más nuestra confianza en la semilla (promesa) que en el aquél que nos la prometió?Desviamos nuestra atención y nos frustrarnos, incluso hacemos de lado al Proveedor.

La espera de una promesa es diferente no por lo que vayamos a recibir sino por Quién nos la dio. Alguien podría prometernos algo que jamás nos dará, como lo hacen los anuncios publicitarios o quienes prometen darte un crédito para que obtengas el auto de tus sueños y al final ese vehículo te roba el sueño por la deuda que tienes que pagar al banco cada mes.

Entonces ¿Por qué dudamos? Porque no nos esforzamos y mantenemos nuestra confianza en Dios, como dice Salmos 31:24 dice: “Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón.”
Aunque nos cuesta ver con esperanza cuando nuestra promesa no brota debemos poner nuestra atención en Dios, su presencia hará que la semilla germine a su tiempo.

Aunque la espera nos desespere conservemos la esperanza en nuestro Padre, quien siempre nos dará lo mejor de acuerdo a sus planes perfectos.
¡Dios cumplirá!

 

 

 


Soraida Fuentes
CVCLAVOZ