Éxodo 2:5-10 La Biblia de las Américas (LBLA)

Nacimiento de Moisés

 

 

Un hombre de la casa de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví. Y la mujer concibió y dio a luz un hijo; y viendo que era hermoso[a], lo escondió por tres meses.Pero no pudiendo ocultarlo por más tiempo, tomó una cestilla de juncos[b] y la calafateó con asfalto y brea. Entonces puso al niño en ella, y la colocó entre los juncos a la orilla del Nilo. Y la[c] hermana del niño se puso a lo lejos para ver[d] qué le sucedería[e]Y la hija de Faraón bajó a bañarse al Nilo, y mientras sus doncellas se paseaban por la ribera del río, vio la cestilla entre los juncos y mandó a una criada suya para que la trajera.

 

Moisés en casa de Faraón

 

Al abrirla, vio[f] al niño, y he aquí, el niño lloraba. Y le tuvo compasión, y dijo: Este es uno de los niños de los hebreos. Entonces la[g] hermana del niño dijo a la hija de Faraón: ¿Quieres que vaya y te llame una nodriza de las hebreas para que te críe al niño? Y la hija de Faraón le respondió: Sí, ve. Y la muchacha fue y llamó a la madre del niño. Y la hija de Faraón le dijo: Llévate a este niño y críamelo, y yo te daré tu salario. Y la mujer tomó al niño y lo crió. 10 Cuando el niño creció, ella lo llevó a la hija de Faraón, y vino a ser hijo suyo; y le puso por nombre Moisés[h], diciendo: Pues lo he sacado de las aguas.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

Promesas de Dios-> Mire a su alrededor y se angustiará,
mire en su interior y se deprimirá,
mire a Jesús y descansará.

 

 

Salmo 120:1
Al Señor clamé estando en angustia, y él me respondió.

Éxodo 34:24
Porque yo expulsaré a las naciones de tu presencia y ensancharé tus fronteras, y nadie codiciará tu tierra cuando subas tres veces al año a presentarte delante del SEÑOR tu Dios.

2 Samuel 22:7
En mi angustia invoqué al SEÑOR, sí, clamé a mi Dios; desde su templo oyó mi voz, y mi clamor llegó a sus oídos.

1 Reyes 12:27
si este pueblo continúa subiendo a ofrecer sacrificios en la casa del SEÑOR en Jerusalén, porque el corazón de este pueblo se volverá a su señor, es decir a Roboam, rey de Judá, y me matarán y volverán a Roboam, rey de Judá.

2 Crónicas 33:12
Cuando estaba en angustia, imploró al SEÑOR su Dios, y se humilló grandemente delante del Dios de sus padres.

Salmos 18:6
En mi angustia invoqué al SEÑOR, y clamé a mi Dios; desde su templo oyó mi voz, y mi clamor delante de El llegó a sus oídos.

Salmos 22:21
Sálvame de la boca del león y de los cuernos de los búfalos; respóndeme.

Salmos 66:14
los que pronunciaron mis labios y habló mi boca cuando yo estaba en angustia.

Salmos 102:2
No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; inclina hacia mí tu oído; el día en que te invoco, respóndeme pronto.

Salmos 118:5
En medio de mi angustia invoqué al SEÑOR; el SEÑOR me respondió y me puso en un lugar espacioso.

Jonás 2:2
y dijo: En mi angustia clamé al SEÑOR, y El me respondió. Desde el seno del Seol pedí auxilio, y tú escuchaste mi voz;

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

Como si fuera yo...

 

 

 



¿Te has puesto a pensar que es más fácil pedir prestado, que prestar?

¿No es mejor reír de un comentario hecho para otra persona, mientras no se rían de ti?

¿Acaso no toleramos escuchar ciertos chismes, porque nos parecen curiosos, siempre y cuando nuestra vida no se encuentre divulgada?

¿Por qué te pones a mirar la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no te fijas en el tronco que tú tienes en el tuyo? Y si tú tienes un tronco en tu propio ojo, ¿cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame sacarte la astilla que tienes en el ojo”? ¡Hipócrita!, saca primero el tronco de tu propio ojo, y así podrás ver bien para sacar la astilla que tiene tu hermano en el suyo. Mateo 7:3-5

Muchos se prestan para observar la vida de las personas que los rodean, son muy buenos para sacar conclusiones sobre lo que sus amigos deben o no hacer. 

Sin embargo, la palabra de Dios nos enseña a fijarnos primero en nosotros.

La verdad es que es fácil calificar y criticar mirando hacia fuera, mientras nosotros no seamos los afectados, pero que difícil es mirar hacia adentro y reconocer nuestros errores.

Dios te confronta a que arregles tu vida para que después puedas solucionar la de las demás personas.

“Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes...” Mateo 7:12

La palabra de Dios nos pide que seamos prácticos, es decir: Si te llega un comentario o chisme ¡no lo toleres más! Pon un alto, como si se tratara de tu propia vida.

No observes ni critiques la vida de tus vecinos porque tampoco te gustaría ser el juzgado, y si tienes la oportunidad de ayudar a alguien, hazlo, estoy segura que a ti también te gustaría que te socorrieran cuando lo necesites.

Hoy debes empezar a realizar un análisis interno personal, es decir una autocrítica a aquello que has estado haciendo mal y empezar a corregirlo.

No busques casos ajenos, solamente enfócate en ti y cada vez que trates con los demás, trátalos como si fueras tú.

¡Trata a los demás como quieres ser tratado!



Shirley Chambi 
CVCLAVOZ