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Proverbios 31:31 La Biblia de las Américas (LBLA)

Palabras del rey Lemuel

Elogio de la mujer hacendosa

 

 

10 Mujer hacendosa[h], ¿quién la hallará?
Su valor supera en mucho al de las joyas.
11 En ella confía el corazón de su marido,
y no carecerá de ganancias.
12 Ella le trae bien y no mal
todos los días de su vida.
13 Busca lana y lino,
y con agrado[i] trabaja con sus manos[j].
14 Es como las naves de mercader,
trae su alimento de lejos.
15 También se levanta cuando aún es de noche,
y da alimento a los de su casa,
y tarea[k] a sus doncellas.
16 Evalúa un campo y lo compra;
con sus ganancias[l] planta una viña.
17 Ella se ciñe[m] de fuerza,
y fortalece sus brazos.
18 Nota que su ganancia es buena,
no se apaga de noche su lámpara.
19 Extiende sus manos a la rueca,
y sus manos[n] toman el huso.
20 Extiende su mano[o] al pobre,
y alarga sus manos al necesitado.
21 No tiene temor de la nieve por los de su casa,
porque todos los de su casa llevan ropa escarlata[p].
22 Se hace mantos para sí;
su ropa es de lino fino y de púrpura.
23 Su marido es conocido en las puertas,
cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
24 Hace telas de lino y las vende,
y provee[q] cinturones a los mercaderes[r].
25 Fuerza y dignidad son su vestidura,
y sonríe al futuro[s].
26 Abre su boca con sabiduría,
y hay enseñanza[t] de bondad en su lengua.
27 Ella vigila la marcha de su casa,
y no come el pan de la ociosidad.
28 Sus hijos se levantan y la llaman bienaventurada,
también su marido, y la alaba diciendo:
29 Muchas mujeres[u] han obrado con nobleza,
pero tú las superas a todas.
30 Engañosa es la gracia y vana la belleza,
pero la mujer que teme[v] al Señor, ésa será alabada.
31 Dadle el fruto de sus manos,
y que sus obras la alaben en las puertas.

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

¿Qué Cosas Que Debes Superar En La Vida?
Publicado por: Devocionales en Preguntas y Respuestas Cristianas, Respuestas Cristianas 0

 

 

“NO TE APARTES … NI A LA DERECHA NI A LA IZQUIERDA, PARA QUE SEAS PROSPERADO EN TODAS LAS COSAS QUE EMPRENDAS” (Josué 1:7)

Peter Williams escribió: “Evitar situaciones en las que te puedas equivocar podría ser la mayor equivocación de todas”. Durante los próximos días vamos a considerar algunos aspectos que debes superar para prosperar en la vida. Ciertas situaciones. ¿Te sientes como que estás atrapado en un atolladero? Tal vez quieras ir a la universidad pero no puedes permitírtelo, cambiar de trabajo, pero no quieres arriesgar tu salario actual ni afectar tu plan de pensiones. Tal vez te sientas atrapado por una enfermedad o discapacidad física. El secreto para superar algo es dividir las circunstancias en dos clases: las situaciones que puedes cambiar y las que no. Casi todas las cosas de la vida se pueden alterar o enfocar de distinta forma. Pero no siempre se puede hacer en el instante. Haz una lista de las cosas que puedes cambiar.

Muchos fallamos una y otra vez, porque persistimos en querer cambiar lo incambiable. Deja de dar cabezazos contra la pared y piensa de forma realista. Entiende la diferencia entre fe y fantasía. Alguien dijo: “Para todo problema en el mundo o bien hay un remedio o no lo hay”. Si hay solución búscala, y si no la hay, no le des más vueltas. Dios te ha dado ciertos dones. Cuando los descubres, los ejercitas y los desarrollas Él te hará triunfar aun en medio de circunstancias que parecen imposibles. Haz caso omiso de lo que no puedes cambiar, céntrate en lo que puedes y verás cómo se presentarán las oportunidades. Como dijo Aníbal en su famosa marcha a través de los Alpes: “O encontramos un camino, o lo hacemos”. Tú también necesitas ese mismo espíritu.

“ME DOY POR COMPLETO, CON TODO MI SER” (1 Corintios 9:27 parafraseado)

Lo segundo que tienes que enfrentar son las emociones. Aunque pueden ser un indicador de cómo te sientes y una pista de lo que debe cambiar en tu vida, no dejes nunca que estas dicten tus decisiones. Pregúntale a alguien de los que rinden al máximo en su carrera y te dirá que una buena parte de sus energías va canalizada a contrarrestar sus emociones. No obstante, analizar tus emociones para entender la raíz de lo que te preocupa puede ser un indicador muy fidedigno de tu condición. Considera estas dos aseveraciones:

1) ‘No tengo ninguna gana de trabajar hoy’
¿Cuál es el motivo? ¿Te acostaste muy tarde anoche? Tal vez tengas que cambiar tus horarios. ¿Estás alimentándote bien? Quizás tengas que ajustar tu dieta. ¿Estás desmotivado? Habla con Dios, lee Su Palabra, pasa tiempo con un amigo que te aliente, etc. No te quedes ahí sin más, ¡haz algo!

2) ‘Estoy un poco deprimido’
¿Sacas tiempo para descansar y relajarte? ¿Te has tomado unas vacaciones? Por lo general nuestro estado de ánimo mejora con el ejercicio físico, así que empieza a moverte y a ponerte en forma. No puedes permitirte vivir dirigido por tus emociones. Estas te van a retrasar, a detener o a crear rodeos en tu camino al éxito. Si dices ‘Estoy esperando la inspiración’, el novelista Jack London afirmó: ‘No puedes esperar la inspiración, tienes que ir tras ella con un garrote’. Sigue el ejemplo del apóstol Pablo: “En cuanto a mí, no corro a ciegas, ni lucho como quien da golpes al aire. Si golpeo mi cuerpo con rigor y lo someto a disciplina, es porque yo, que he proclamado a otros el mensaje, no quiero quedar descalificado” (1 Corintios 9:26-27).

“…SOBRE TODAS LAS COSAS, ADQUIERE DISCERNIMIENTO” (Proverbios 4:7 NVI)

La tercera cosa que debe superar en el camino al éxito es la ignorancia. El escritor Don Wood comentó: “La estupidez es para siempre; la ignorancia tiene remedio”. A menudo no pensamos con claridad o no buscamos la información y los conocimientos que necesitamos. Tomás Edison falló muchas veces pero su éxito no fue fruto de la casualidad sino de la preparación.

Muchos de nosotros subestimamos el conocimiento. Por ejemplo, puesto que los ordenadores nos permiten intentar algo muchas veces no le dedicamos tiempo a leer el manual. Andamos con tantas prisas que somos reacios a parar y buscar lo que necesitamos saber. Puesto que los jóvenes se sienten presionados a empezar a trabajar, a menudo no entienden el valor de invertir tiempo en la educación superior. El campeón jugador de golf Jack Nicklaus recomendó: “Aprende las leyes fundamentales del juego y sé siempre fiel a ellas; los parches no funcionan”.

A lo mejor eres lo bastante afortunado como para que te den un ascenso que supera tu grado de competencia. Pero si tus conocimientos no están a la altura de tu posición, estás abocado a fracasar. Veamos unos versículos que nos puede ayudar a vivir: “¡Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría y obtiene la inteligencia, porque su ganancia es más que la ganancia de la plata, sus beneficios más que los del oro fino! Más preciosa es que las piedras preciosas: ¡nada que puedas desear se puede comparar con ella! Larga vida hay en su mano derecha, y en su izquierda, riquezas y honra. Sus caminos son caminos deleitosos; todas sus veredas, paz. Es árbol de vida para los que de ella echan mano, y bienaventurados son los que la retienen” (Proverbios 3:13-18).

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Entrenados para la guerra.

 

 

“Pelea la buena batalla de la fe; haz tuya la vida eterna, a la que fuiste llamado y por la cual hiciste aquella admirable declaración de fe delante de muchos testigos.” 1Timoeto 6:12(NVI)

En estos días hemos podido ver a países que han empezado teniendo en desacuerdos y que han terminado en guerras, lo cual ha puesto a una gran multitud de luto. Vemos el sufrimiento de aquellos que han perdido seres queridos y aun sus bienes materiales, pero pocos vemos a quienes han dado su vida para que esto no empeore, nos somos muchos los que nos preocupamos por los soldados.

¿Qué sucede con los soldados que han peleado en la guerra? Unos mueren, otros quedan traumatizados por el hecho, algunos con heridas leves que con el tiempo sanan y tal vez pocos quedan mutilados, pero los que han podido librar la buena batalla y han salido victoriosos, quedan vivos, sin rasguño alguno, listos para el próximo enfrentamiento. De la misma forma al cristiano desde el momento que recibe a Cristo en su corazón, se le es declarada una guerra espiritual permanente y sólo depende de cada uno, el salir en victorioso.

Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.” (1 Pedro 5:8)

Todo soldado necesita entrenamiento para librar la batalla. Nosotros como soldados de Jesús necesitamos ejercitarnos y no bajar la guardia porque nuestro adversario no perderá ninguna oportunidad para intentar derrotarnos. ¿Qué estás haciendo para entrenarte? O dicho de otra forma. ¿Cómo está tu vida de oración? ¿Estás meditando en su palabra? No olvides que la Palabra de Dios es el mejor manual de instrucciones para vencer a nuestro adversario.

Si no estás preparado y aun continúas conviviendo con la mentira, el adulterio, los vicios, etc. Créeme que tu fin será la muerte espiritual, ni los choques eléctricos que te den en tu congregación serán útiles para levantarte, pues la decisión está en ti.

Si eres de aquellos soldados que ha caído en el combate y vive imaginando que lo matan finalmente quedarás enfermo mentalmente y no sólo eso, sino que también, perderás la batalla o en el peor de los casos, saldrás sin haberla peleado.

Si como soldado de Jesús te han herido porque no has recibido el saludo del pastor o tal vez han conspirado en contra tuya, es hora de que le permitas al Señor que limpie tus heridas para que con amor pueda vendarlas y suavizarlas con la unción de su Espíritu Santo.

Tal vez has sido mutilado en medio de la batalla y el enemigo te ha quitado el gozo de servirle a Dios en un ministerio y ahora te conformas con congregarte cuando en realidad tienes tiempo para más. Recordemos que en medio de la mutilación se pierde bastante sangre hasta quedar sin vida, y eso es lo que satanás está haciendo en esto días. Por ello debemos estar firmes y preparados para la batalla.

Un buen soldado de Jesucristo es aquél que entró con una mente sana, peleó la batalla y pudo salir bien librado de ella. Este es el soldado que Dios está buscando para hacerlo parte de su ejército real. Y para que al final le sean entregadas las bendiciones que vienen de lo alto. ¿Cómo se logra entrar a la buena batalla y salir sin rasguños? Llevando por completo la armadura de Dios y tan pronto termine la batalla sigamos firmes sin la necesidad de ir a terapia intensiva (Efesios 6:10-20). Si hay algo que le impide al soldado estar firme es el dolor que aqueja su cuerpo. No vayas a la guerra con heridas en tu corazón, necesitas una sanidad completa, de lo contrario, serás presa fácil y el blanco perfecto del diablo, porque él sabrá donde apuntarte para darte por vencido.

¿Quieres ser un soldado que va de victoria en victoria? Prepárate y entrena tus tiempos de oración y de ayuno y con la palabra en tus labios podrás lanzar misiles para derrotar al enemigo.


Ruth Mamani
CVCLAVOZ