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2 Timoteo 3La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

Comisión a Timoteo

 

 

10 Pero tú has seguido mi enseñanza, conducta, propósito, fe, paciencia, amor, perseverancia, 11 persecuciones, sufrimientos, como los que me acaecieron en Antioquía, en Iconio y en Listra. ¡Qué persecuciones sufrí! Y de todas ellas me libró el Señor. 12 Y en verdad, todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos. 13 Pero los hombres malos e impostores iránde mal en peor, engañando y siendo engañados. 14 Tú, sin embargo, persiste en las cosas que has aprendido y de las cuales te convenciste, sabiendo de quiénes las has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. 16 Toda Escritura es inspirada por[f] Dios y[g] útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia[h]17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto[i], equipado para toda buena obra.

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

El Tomar La Iniciativa Según La Biblia
Publicado por: Devocionales en Articulos Cristianos 2 Comentarios


“MIRA LA HORMIGA…” (Proverbios 6:6)

Muchos de nosotros esperamos a que venga alguien a decirnos lo que debemos hacer. La siguiente historia nos habla de un hombre que estaba al servicio de unos duques. Un día, él fue llamado para hablar con su patrona. “Santiago, ¿cuánto tiempo hace que está usted con nosotros?”, dijo la duquesa. “Unos treinta años, Excelencia”, contestó. “Quiero recordar que usted fue contratado para cuidar al perro”, dijo ella. “Sí, Excelencia”. “Santiago, aquel perro murió hace veintisiete años”, dijo la duquesa. “Sí, Excelencia”, dijo él, “¿y qué le gustaría que hiciera ahora?”.

¿Por qué fracasamos en tomar la iniciativa? Porque no nos damos cuenta de las consecuencias de nuestra inactividad. Salomón escribió: “Mira la hormiga: sin tener capitán, gobernador ni señor, prepara en el verano su comida y recoge en el tiempo de la siega su sustento. Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás del sueño? Un poco de sueño, dormitar otro poco, y otro poco descansar mano sobre mano: así te llegará la miseria como un vagabundo, la pobreza como un hombre armado” (Proverbios 6:6-11)… Sea lo que sea que hagamos o no hagamos, siempre sufriremos las consecuencias. Los que dejan todo para más tarde acaban como aquel hombre descrito en esta estrofa del dramaturgo James Albery: “Él dormía bajo la luna y soñaba bajo el sol; vivía una vida de ‘voy a hacer muchas cosas’ y moría sin haber hecho nada”. Pablo escribió: “Tenemos, pues, diferentes dones, según la gracia que nos es dada…” (Romanos 12:6). Conocer tus capacidades es una de las claves para entender la asignación de tu vida; sin embargo, sólo tienes cierto tiempo para planificar y prepararte, y después tienes que actuar.

“ESFORZAOS, PUES, Y MANOS ALA OBRA. EL SEÑOR ESTARÁ CON EL BUENO”(2 Crónicas 19:11b)

Uno de los últimos obstáculos entre Israel y la Tierra Prometida fue el Río Jordán. Pero Dios tenía un plan y dijo a los sacerdotes que trasportaban el Arca que cuando entraran en el río, éste se abriría para que lo cruzaran. Aquí tienes dos lecciones importantes:

(1) ¡Nada sucederá si te detienes!.
No puedes esperar hasta que todo sea perfecto, como tampoco puedes quedarte parado hasta que ya no tengas miedo; debes tomar la iniciativa. Los vencedores saben que el dinamismo es tu “amigo”; cuando te pongas en movimiento, ciertas cosas se volverán más claras y fáciles, y cuando alcances suficiente ímpetu, muchos problemas se irán solucionando por sí solos. Quizás hayas escuchado la historia del turista que, estando en un pueblecito, le preguntó a un anciano: ¿Puede usted decirme alguna cosa por la que este pueblo es conocido?. Tras un momento de duda, él le respondió: “Verá usted, se sabe que desde aquí se puede llegar a cualquier parte del mundo”, y esto es cierto para ti también. Donde acabas en la vida no está determinado por cómo hayas empezado, más bien por si es que hayas empezado alguna vez… Si estás dispuesto a comenzar, nadie puede predecir hasta dónde puedes llegar en la vida.


(2) Tienes que estar dispuesto a perseverar.
El Río Jordán no se secó en el momento en el que los sacerdotes entraron en él; el Señor lo secó más de cuarenta kilómetros río arriba, por lo que tuvieron que esperar a que toda aquella cantidad de agua pasara (lee Josué 3:14-17). ¿Por qué crees que Dios lo hizo de esa manera? Porque Él ve todas las cosas en su conjunto y planeó una apertura lo bastante ancha, no para que cruzaran una o dos personas sino más de un millón. Así que, confía en el Señor, y toma la iniciativa.

“NO TEMÁIS… EL SEÑOR… VA DELANTE DE VOSOTROS…” (Deuteronomio 1:29-30)

Fíjate en estas dos cosas sobre tomar la iniciativa:

(1) Tomar la iniciativa cierra la puerta al miedo.
Todos tenemos miedo; la pregunta es: ¿vamos a controlarlo o a dejar que nos controle a nosotros? Norman Vincent Pale dijo: “La acción es una gran restauradora y constructora de la confianza. La falta de acción no es sólo el resultado sino también la causa del temor. Tal vez, la acción que emprendas salga bien y quizás otras acciones o ajustes sean necesarios más adelante, pero cualquiera de ellas es mejor que ninguna”. Para tener alguna posibilidad de llegar a donde deseamos llegar, tenemos que hacer un esfuerzo: no hay nada más desolador o agotador que estar pendiente de una tarea no terminada. Cuanto más posponemos las cosas, más difíciles se vuelven. A menudo, el trabajo es mucho más difícil cuando acumulamos un montón de pequeñas tareas que deberían haberse hecho ayer, la semana pasada o el mes pasado. La manera de deshacerse de un trabajo difícil es: ¡hacerlo!.

(2) Tomar la iniciativa abre la puerta a las oportunidades.
La gente que toma la iniciativa y trabaja duro puede tener éxito o puede fracasar, pero todo aquél que no la toma tiene garantizado el fracaso. Así que, pregúntale a Dios: ¿Hay alguna decisión que debo tomar, algún problema que debo resolver, algún proyecto que debo empezar, algún objetivo que debo tener o aspirar, o alguna oportunidad que debo aprovechar?. Salomón escribió: El que al viento observa, no sembrará, y el que a las nubes mira, no segará (Eclesiastés 11:4). Es mejor estar seguro un ochenta por ciento y empezar que esperar a estarlo cien por cien, porque tal vez la oportunidad deje de existir…

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

¡Necesito paz!

Había una vez un Rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas intentaron.
El Rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente huieron dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.

La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas placidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos los que miraron esta pintura pensaron que ésta reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura también tenía montañas. Pero éstas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba lo pacífico en lo más mínimo.

Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en medio de su nido...

La definición de paz que encontramos en el diccionario es ausencia de conflictos y guerras pero entendemos que la paz, según la biblia, es un fruto del Espíritu Santo que nos permite vivir en confianza y esperanzados de que a pesar de las dificultades todo estará bien. Al igual que está ilustración, el Señor nos enseña que de Él proviene una paz que es diferente a la que el mundo nos quiere hacer entender. En un cuadro de tenebrosidad y tormentas podemos visualizar una diferencia. Juan 14:27 dice “La paz os dejo, mi paz os doy. No como el mundo la da, yo os la doy. Que no se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” (RV1960)

La paz que nos da incluye salud y bienestar espiritual, junto con la evidencia de que se está en buena relación con Dios. No hay desbordes de ansiedad y angustia, porque hemos aprendido a dejar nuestras circunstancias en las manos del Señor. Esta paz nos ayuda a reconocer que no estamos solos, que Él suplirá todo lo que nos falte, que el Señor es el Todopoderoso y quien tiene control sobre nuestras situaciones. Nos hace confiar decididamente en Dios de tal manera que descansamos en Él en medio de las tormentas de la vida.

Juan 16:33 nos enseña “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (RV1960)

El Rey escogió la segunda pintura. ¿Sabes por qué? Porque paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de estas cosas permanecemos calmados dentro de nuestro corazón y con la mirada puesta en Jesús.

Ese tipo de paz, ¡sólo Dios te la puede dar!

 

 

 

 

Claudia Carvajal
CVCLAVOZ