2 Reyes 17:36  La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

 

Causas de la caída del reino de Israel

 

 

 

 

17 En el año doce de Acaz, rey de Judá, Oseas, hijo de Ela, comenzó a reinar sobre Israel en Samaria, y reinó nueve años. E hizo lo malo ante los ojos del Señor, aunque no como los reyes de Israel que habían sido antes de él. Subió contra él Salmanasar, rey de Asiria, y Oseas fue hecho su siervo, y le pagaba tributo. Pero el rey de Asiria descubrió una conspiración de[a] Oseas, quien había enviado mensajeros a So, rey de Egipto, y no había pagado tributo al rey de Asiria como había hecho año tras año; por tanto el rey de Asiria lo detuvo y lo encadenó en la cárcel. Entonces el rey de Asiria invadió todo el país y subió a Samaria, y le puso sitio por tres años. En el año noveno de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria y se llevó a Israel al destierro en Asiria, y los puso en Halah y en Habor, río de Gozán, y en las ciudades de los medos.

Esto[b] sucedió porque los hijos de Israel habían pecado contra el Señor su Dios, que los había sacado[c] de la tierra de Egipto de bajo la mano de Faraón, rey de Egipto, y habían reverenciado a otros dioses; y anduvieron en las costumbres[d] de las naciones que el Señor había arrojado de delante de los hijos de Israel, y en las costumbres de los reyes de Israel que ellos habían introducido[e]Y los hijos de Israel secretamente hicieron cosas[f] que no eran rectas contra el Señor su Dios. Además se edificaron lugares altos en todas sus ciudades, desde las torres de atalaya hasta las ciudades fortificadas. 10 Se erigieron pilares sagrados y Aseras[g] sobre toda colina alta y bajo todo árbol frondoso, 11 y quemaron incienso allí en todos los lugares altos, como las naciones que el Señor se había llevado al destierro de delante de ellos; e hicieron cosas malas provocando al Señor12 Y sirvieron a ídolos, acerca de los cuales el Señor les había dicho: Vosotros no haréis esto. 13 Y el Señor amonestaba a Israel y a Judá por medio de todos sus profetas y de todo vidente, diciendo: Volveos de vuestros malos caminos y guardad mis mandamientos, mis estatutos conforme a toda la ley que ordené a vuestros padres y que os envié por medio[h] de mis siervos los profetas. 14 Sin embargo, ellos no escucharon, sino que endurecieron su cerviz como[i] sus padres, que no creyeron en el Señor su Dios. 15 Desecharon sus estatutos y el pacto que El había hecho con sus padres, y sus advertencias con las cuales los había amonestado. Y siguieron la vanidad y se hicieron vanos, y fueron en pos de las naciones que los rodeaban, respecto de las cuales el Señor les había ordenado que no hicieran como ellas. 16 Y abandonaron todos los mandamientos del Señor su Dios, y se hicieron imágenes fundidas de dos becerros; hicieron una Asera[j], adoraron a todo el ejército de los cielos y sirvieron a Baal. 17 Hicieron pasar por el fuego a sus hijos y a sus hijas, practicaron la adivinación y los augurios, y se entregaron a[k] hacer lo malo ante los ojos del Señor, provocándole. 18 Y el Señor se airó en gran manera contra Israel y los quitó de su presencia; no quedó sino sólo la tribu de Judá.

19 Tampoco Judá[l] guardó los mandamientos del Señor su Dios, sino que anduvieron en las costumbres[m] que Israel había introducido[n]20 Y el Señor desechó a toda la descendencia[o] de Israel, y los afligió y los entregó en mano de saqueadores, hasta que los echó de su presencia. 21 Cuando El arrancó a Israel de la casa de David, ellos hicieron rey a Jeroboam, hijo de Nabat. Entonces Jeroboam apartó a Israel de seguir alSeñor, y les hizo cometer[p] un gran pecado. 22 Y los hijos de Israel anduvieron en todos los pecados que había cometido Jeroboam; no se apartaron de ellos, 23 hasta que elSeñor quitó a Israel de su presencia, como El había hablado por medio[q] de todos sus siervos los profetas. E Israel fue llevado de su propia tierra al destierro, a Asiria, hasta hoy.

24 Y el rey de Asiria trajo hombres de Babilonia, de Cuta, de Ava[r], de Hamat y de Sefarvaim, y los puso en las ciudades de Samaria en lugar de los hijos de Israel. Y tomaron posesión de Samaria y habitaron en sus ciudades. 25 Y aconteció que como al principio de habitar ellos allí, no temieron al Señor, el Señor envió leones entre ellos que mataron a muchos de ellos. 26 Entonces hablaron al rey de Asiria, diciendo: Las naciones que has llevado al destierro a las ciudades de Samaria, no conocen la costumbre del dios de la tierra; por eso él ha enviado leones entre ellos, y he aquí, los leones los matan porque ellos no conocen la costumbre del dios de la tierra.

27 Y el rey de Asiria ordenó, diciendo: Llevad allá a uno de los sacerdotes que llevasteis al destierro[s], y que él vaya y habite[t] allí; y que les enseñe la costumbre del dios de la tierra. 28 Y vino uno de los sacerdotes que habían llevado al destierro desde Samaria, y habitó en Betel, y les enseñó cómo habían de temer al Señor29 Pero cada nación continuó haciendo sus propios dioses, y los pusieron en las casas de los lugares altos que los samaritanos habían hecho, cada nación en las[u] ciudades en que habitaban.30 Y los hombres de Babilonia hicieron a Sucot-benot; los hombres de Cuta hicieron a Nergal; los hombres de Hamat hicieron a Asima; 31 y los aveos hicieron a Nibhaz y a Tartac; y los de Sefarvaim quemaban a sus hijos en el fuego como ofrenda a Adramelecy Anamelec, dioses de Sefarvaim. 32 También temían al Señor y nombraron de entre sí[v]sacerdotes de los lugares altos, que oficiaban por ellos en las casas de los lugares altos. 33 Temían al Señor y servían a sus dioses conforme a la costumbre de las naciones de donde habían sido llevados al destierro.

34 Hasta el día de hoy siguen haciendo conforme a sus antiguas costumbres. No temen al Señor, ni siguen[w] sus estatutos ni sus ordenanzas ni la ley ni el mandamiento que el Señor había ordenado a los hijos de Jacob, a quien puso el nombre de Israel, 35 con los cuales el Señor hizo un pacto y les ordenó, diciendo: No temeréis a otros dioses ni os inclinaréis ante ellos, no los serviréis ni les ofreceréis sacrificios. 36 Sino que alSeñor, que os hizo subir de la tierra de Egipto con gran poder y con brazo extendido, a El temeréis y ante El os inclinaréis y a El ofreceréis sacrificios. 37 Y los estatutos, las ordenanzas, la ley y el mandamiento que El os escribió, cuidaréis de cumplirlossiempre, y no temeréis a otros dioses. 38 Y el pacto que he hecho con vosotros, no lo olvidaréis, ni temeréis a otros dioses. 39 Sino que al Señor vuestro Dios temeréis, y El os librará de la mano de todos vuestros enemigos. 40 Pero ellos no escucharon, sino que hicieron conforme a su antigua costumbre. 41 Y aunque estas naciones temían al Señor, también servían a sus ídolos[x]; y de la misma manera que hicieron sus padres, así hacen hasta hoy sus hijos y sus nietos.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

Promesas – Avanza lento pero Seguro

No pienses que no pasa nada, simplemente, porque no ves tu crecimiento, o no escuchas el zumbido de los motores.

Las grandes cosas crecen en silencio.

 

 

Avanza Lento pero Seguro!
Tienes una meta…
un deseo…

Avanza hacia el camino lento
pero no te detengas…

Gálatas 6:9

No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.

2 Corintios 9:6

Pero esto digo: El que siembra escasamente, escasamente también segará; y el que siembra abundantemente, abundantemente también segará.

Salmos 126:5

Los que siembran con lágrimas, segarán con gritos de júbilo.

Isaías 40:31

pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.

1 Corintios 15:58

Por tanto, mis amados hermanos, estad firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

REFLEXION

¡TENGO SED!
Devocionales, Enrique Monterroza, Meditaciones, Reflexiones Cortas, Reflexiones 

A veces pareciera que estamos en una sequia muy profunda, esas etapas de crisis en donde las cosas se ponen difíciles y en donde una profunda sed se apodera de nuestra vida.

Todos sabemos que no podemos vivir sin el agua, un líquido tan vital para la vida del hombre, eso quiere decir que en donde falta agua, también faltara la vida.

Y es que a veces pareciera que vamos en un desierto interminable en donde el sol, la arena y la desesperación de nunca llegar a nuestro destino hacen que esa sed que sentimos se vuelva insoportable.

Sin embargo en medio de lo insoportable del desierto y a pesar de nuestras quejas constantes por encontrarnos en ese lugar, Dios usa su creatividad infinita para darnos de beber, lo hizo en el desierto con el Pueblo de Israel cuando estos tenían mucha sed y no había agua: “«Tú y Aarón tomen la vara y reúnan a toda la comunidad. 

En presencia de todo el pueblo, háblale a la roca y de ella brotará agua. De la roca proveerás suficiente agua para satisfacer a toda la comunidad y a sus animales».” Números 20:8 (Nueva Traducción Viviente).

A pesar de que Moisés no siguió las instrucciones exactas dadas por Dios, Él hizo que de la roca saliera agua y que todos bebieran: “Enseguida Moisés levantó su mano y golpeó la roca dos veces con la vara y el agua brotó a chorros. Así que toda la comunidad y sus animales bebieron hasta saciarse.” Números 20:11 (Nueva Traducción Viviente).

Es que Dios no se olvida de su pueblo, a pesar de los reclamos, a pesar de no seguir instrucciones, Dios puede hacer que de una roca salga agua para que bebamos y nos saciemos.

En otra ocasión Sansón aquel hombre con una fuerza sobrenatural dada por Dios, lucho contra muchos filisteos con una quijada de asno, matando a todos sus enemigos, luego de esa lucha la Biblia narra: “Después Sansón tuvo mucha sed y clamó al Señor: «Has logrado esta gran victoria por medio de la fuerza de tu siervo, ¿y ahora tengo que morir de sed y caer en manos de estos paganos?»” Jueces 15:18 (Nueva Traducción Viviente).

Después de una enorme batalla Sansón sintió una sed tan profunda que pensaba que podía causarle la muerte, seguramente era una sed insoportable y sumado al cansancio de la lucha seguramente sus palabras eran literalmente lo que sentía.

Sin embargo Dios nunca deja abandonados a los suyos y la Biblia dice que: “Entonces Dios hizo que brotara agua a chorros de un hoyo en el suelo de Lehi, y Sansón se reanimó al beber. Luego llamó a ese lugar «Manantial del que Clamó», el cual todavía se encuentra en Lehi hasta el día de hoy.” Jueces 15:19 (Nueva Traducción Viviente).

Al leer estas dos historias reales y bíblicas no puedo más que pensar que Dios cuida de los suyos y que a pesar del cansancio del desierto, de lo fuerte de la lucha y de la sed insoportable que puedas tener, debes tener la seguridad que Él te dará de beber.

Dios puede hacer que de una roca salga agua o abrir un hoyo en el suelo y hacer que brote agua a chorros, para Él no hay nada imposible.

Quizá últimamente te has sentido en uno de los perores desiertos de tu vida, en donde la sed de ver resultados cada día crece más, sin embargo no puedes rendirte, no lo puedes hacer porque Dios siempre ha estado contigo, a pesar de lo duro del desierto Él está allí, a pesar de la enorme sed que puedas tener, Él sigue estando allí, solamente descansa, no te quejes y con una actitud humilde rinde tu ser ante Él, estoy seguro que Dios puede sacar agua de cualquier lugar y darte de beber para que cobres animo, solamente no te rindas.

Pueda que vienes de luchar una de las batallas más duras que has enfrentado, quizá las fuerzas se te han agotado por completo y una enorme sed de justicia se ha apoderado de tu vida, sin embargo tienes que saber que Dios nunca ha dejado de estar pendiente de ti y de tus cosas, que Él no tendrá al justo por injusto, ni al injusto por justo, Dios te dará de bebe agua de tranquilidad, esa que te hará estar seguro que Él se encargara de todo y que el resultado será satisfactorio.

No importa lo difícil del desierto, ni lo dura que haya sido la batalla, ni mucho menos la enorme sed que en este momento tengas en tu vida, Dios utilizara su creatividad divina e infinita para darte de beber esa agua que da vida, que renueva, que fortalece y que da confianza, solamente ¡No te rindas!
¡DIOS TE DARÁ DE BEBER!

“Partió las rocas en el desierto para darles agua como de un manantial burbujeante. Hizo que de la roca brotaran corrientes de agua, ¡y que el agua fluyera como un río!”
Salmos 78:15-16 (Nueva Traducción Viviente)

Autor: Enrique Monterroza