Mateo 23:29 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

 

 

Ocho ayes contra los escribas y fariseos

 

 

 

13 Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando. 14 [d]¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque devoráis las casas de las viudas, aun cuando por pretexto hacéis largas oraciones; por eso recibiréis mayor condenación.

15 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque recorréis el mar y la tierra para hacer un prosélito, y cuando llega a serlo, lo hacéis hijo del infierno[e] dos veces más que vosotros.

16 ¡Ay de vosotros, guías ciegos!, que decís: “No es nada el que alguno jure por el templo[f]; pero el que jura por el oro del templo[g], contrae obligación.”17 ¡Insensatos y ciegos!, porque ¿qué es más importante[h]: el oro, o el templo[i]que santificó el oro? 18 También decís: “No es nada el que alguno jure por el altar; pero el que jura por la ofrenda que está sobre él, contrae obligación.”19 ¡Ciegos!, porque ¿qué es más importante[j]: la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda? 20 Por eso, el que jura por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él; 21 y el que jura por el templo[k], jura por él y por el que en él habita; 22 y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por el que está sentado en él.

23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de más peso de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad; y éstas son las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar aquéllas. 24 ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello!

25 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpiáis el exterior del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de[l] robo y de desenfreno.26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato, para que lo de afuera también quede limpio.

27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28 Así también vosotros, por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.

29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, 30 y decís: “Si nosotros hubiéramos vivido[m] en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en derramar la sangre de los profetas.” 31 Así que dais testimonio en contra de vosotros mismos, que sois hijos[n] de los que asesinaron a los profetas. 32 Llenad, pues[o], la medida de la culpa de vuestros padres. 33 ¡Serpientes! ¡Camada de víboras! ¿Cómo escaparéis del juicio[p] del infierno[q]34 Por tanto, mirad, yo os envío profetas, sabios y escribas: de ellos, a unos los mataréis y crucificaréis, y a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad, 35 para que recaiga[r] sobre vosotros la culpa de toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequías, a quien asesinasteis entre el templo[s] y el altar. 36 En verdad os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

 

Jovenes Cristianos – ¡¿YO PREDICAR?! ¡NAAAHHH!

Pasaje clave: Lucas 10:1-24.

 

 

 

Lucas dedica este capítulo casi exclusivamente a la predicación del evangelio. O cómo hablarles de Jesús a tu familia y compañeros sin morir en el intento.

El Señor nos manda a hablar de su palabra y a mostrar su paz, pero ¿cómo lo hacemos?

Te comparto algunas ideas bien prácticas:

1º. Muéstrales lo positivo que Dios está haciendo contigo.

Tus conductas y reacciones hablan más fuerte que tus palabras. Ellos no quieren escuchar un discurso, una predica, ellos esperan ver algo distinto en tu vida. Tu testimonio es la clave en tu casa y con tus amigos. Nada es más perjudicial que decir una cosa y hacer otra, por eso tienes que hacer la diferencia en donde te encuentres y dejar que tu vida refleje el amor de Dios.

2º. Ten bien en claro tu identidad en Cristo.

No seas un camaleón que cambia según el medio ambiente. Eres un hijo de Dios en todo momento y en todo lugar. Vive como Dios quiere que vivas y habla lo que Dios quiere que hables. La gente está cansada de los falsos y mentirosos. Sé un auténtico hijo de Dios y te escucharán.

3º. Sé sabio.

El Espíritu Santo convence de pecado, no nosotros. No presiones a nadie. El que no quiere no quiere. Evita las discusiones y peleas sobre la fe y la iglesia, porque sólo sirven para alejar a las personas de Dios. Solamente habla del amor y del perdón de Dios y muéstrales cómo ha cambiado realmente tu vida.

4º. Agrada a Dios y no a las personas.

Jesús nos envía como corderos en medio de lobos. ¿Quiénes son los “lobos”? Los que se burlan, los que se te ríen en la cara, los que te rechazan porque eres cristiano, los que te “gastan” porque no vives como ellos y vas a la iglesia, etc. Pero tranquilo, no nos rechazan a nosotros, rechazan a Jesús (vs.16).

No dudes, ni tengas miedo de lo que dicen. No estás solo. Jesucristo mismo está a tu lado para ayudarte. No niegues a Jesús para quedar bien con la gente. Tienes que quedar bien con Dios y todo lo que hagas te saldrá bien.

 

 

 

Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Lucas”

Por Edgardo Tosoni

 

 

 


Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

 

Por amor

 

 

 

Edward VIII, quien fue conocido como duque de Windsor, nació el 23 de junio de 1894 y murió el 28 de mayo de 1972. Es recordado como el rey que menos tiempo duró en su trono.

Tras la muerte de su padre, como hijo mayor era su deber asumir el mando sobre todo cuanto controlaba en aquel tiempo el imperio Británico. Sin embargo, se produjo una gran crisis constitucional cuando se supo de sus intenciones de matrimonio con una celebridad de Hollywood, quien contaba con dos divorcios en su historial. Ella era Wallis Simpson.

Los ministros y todo aquel que formaba parte de la corte real, se pusieron duramente al matrimonio argumentando que nadie la aceptaría como reina. Los obstáculos que se levantaban contra esta historia de amor eran cada vez mayores por la gran cantidad de miembros que levantaban su vos en contra de este matrimonio. Entre ellos, el mismísimo primer ministro Stanley Baldwin.

Edward solo tenía dos opciones; renunciar a la corona o renunciar al amor de su vida. Finalmente, el 11 de diciembre de1936, el monarca de Reino Unido tomó la decisión en favor de su amor por Wallis, aunque tuvo que renunciar a su corona.

Se dice que los hombres pueden hacer todo por amor, hasta cosas que nunca antes se habían imaginado que harían. Ese es el caso del príncipe Edward que para muchos se convierte en un adalid del romanticismo.

Una historia similar se escribió hace 2000 años atrás, cuando Dios mismo, decidió dejar su lugar en el cielo, su poder, el señorío y su trono, para ir en busca de la humanidad a quien amaba con un amor infinitamente mayor al que podamos imaginarnos.

“Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna.” Juan 3:16 Versión DHH
Jesús, el Hijo de Dios, renunció a su deidad para nacer en un cuerpo humano y quedar sujeto a los mismos contratiempos que tenemos todos en la vida. Ahora sabría que se siente tener hambre o sed, o bien la sensación de no tener dinero, de trabajar bajo el sol, de caminar por varios kilómetros para llegar a un lugar, etc. Esos 33 años que Él vivió en la tierra , significó un tiempo de preparación que culminaría en la cruz del calvario, ofreciendo su vida en un acto de amor por excelencia, perfecto y sin mancha.

Todo esto lo hizo por su incondicional amor a la humanidad.

El rey Edward, estando en el trono decidió renunciar a esa posición por amor, de igual manera, Jesús, siendo Dios, decidió despojarse de su lugar en el cielo, para nacer de una mujer virgen y rescatar a la humanidad, a través de su muerte en la cruz.

El cumplimiento de una promesa tan grande y hermosa, sin lugar a dudas debe ser motivo de alegría y de regocijo.

“Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres. Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.” Lucas 2:10-15 Versión RVR1960.

Recibamos el regalo que Dios nos ha dado y permitamos que en nuestro corazón, nazca una salvación.

 

 


Hector Colque
CVCLAVOZ