Efesios 3:20

 

 

 

Pablo ora otra vez por los efesios

 

 

 

14 Por esta causa, pues, doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo[o],15 de quien recibe nombre toda familia[p] en el cielo y en la tierra, 16 que os conceda, conforme a las riquezas de su gloria, ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior; 17 de manera que Cristo more por la fe en vuestros corazones; y que arraigados y cimentados en amor, 18 seáis capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, 19 y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.

Doxología

20 Y a aquel que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos[q], según el poder que obra en nosotros, 21 a El sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

 

Promesas – Dios Lo Hará

 



Hay piedras que Él va a remover y te levantará.

Hoy tus sueños resucitarán. 

Créele porque no hay dificultad en Él, tus mares abrirá, porque Él lo hará otra vez. Su nombre es el gran Yo Soy, creelé porque Dios lo hará otra vez.

Éxodo 3:14
Y dijo Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y añadió: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me ha enviado a vosotros.

Juan 8:58
Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: antes que Abraham naciera, yo soy.

Hebreos 13:8
Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos.

Apocalipsis 1:8
Yo soy el Alfa y la Omega–dice el Señor Dios– el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.

Éxodo 6:2
Continuó hablando Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy el SEÑOR;

Éxodo 23:21
Sé prudente delante de él y obedece su voz; no seas rebelde contra él, pues no perdonará vuestra rebelión, porque en él está mi nombre.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

 

 

 

REFLEXION

La Felicidad matrimonial
Publicado por Devocionales 

 

 

 



“BIENAVENTURADOS LOS POBRES EN ESPÍRITU.” (Mateo 5:3)

La Felicidad matrimonial en la Biblia

Cuando el camino de rosas se esfuma y llega la realidad, ¿qué hace que unos matrimonios sean felices y que otros se suman en la miseria?

¿Es cuestión de suerte?

¿Son los buenos genes?

¿Es el mantenerse firme?

¡Qué va! 

La felicidad matrimonial que transciende las circunstancias cambiantes se fundamenta en las bienaventuranzas de Jesús.

Echémosles un vistazo:

1) Bienaventurados los humildes

“Bienaventurados (felices…) los pobres en espíritu (humildes, que se consideran insignificantes)”. 

El orgullo que consiste en echarse flores y reclamar derechos trae miseria, mientras que la humildad, el negarse a sí mismo y el mirar por las necesidades de tu compañero trae felicidad.

2) Bienaventurados los mansos: los amables, pacientes y apacibles.

Si tratas las dificultades y las deficiencias de tu marido o mujer con amabilidad, tacto y perseverancia demostrarás ese amor que sana los episodios dolorosos del matrimonio.

3) Bienaventurados los misericordiosos

Tarde o temprano nos haremos daño el uno al otro.

Habrá heridas, decepciones y enfados, y también el deseo de hacérselo pagar.

Pero así como la venganza engendra más venganza, la misericordia engendra más misericordia.

La misericordia no es “dejarle que se salga con la suya”.

El tratarse con gracia es recíproco; crea un ambiente en el que, si caes, tu cónyuge te extenderá misericordia, y pone fin a los conflictos cuando ninguna otra cosa funciona.

4) Bienaventurados los pacificadores

La necesidad de “tener razón” y “ganar” no hace otra cosa que intensificar el conflicto.

En el matrimonio, cuando uno “gana”, ambos pierden.

Renunciar a una victoria personal para ser pacificador es la máxima victoria.

Estarías perdido por la eternidad si Jesús no hubiera cedido Sus derechos por tus faltas y pecados.

El anillo no es el único símbolo del matrimonio cristiano, sino también la cruz grabada en él.

Si rendimos el “yo” no crucificado, como lo hizo Cristo, fomentaremos la felicidad matrimonial.