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Juan 13:16  La Biblia de las Américas (LBLA)

 

Jesús, ejemplo supremo de humildad

12 Entonces, cuando acabó de lavarles los pies, tomó su manto, y sentándose[d] a la mesa otra vez, les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?13 Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y tenéis razón[e], porque lo soy.14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. 15 Porque os he dado ejemplo, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. 16 En verdad, en verdad os digo: un siervo no es mayor que su señor, ni un enviado es mayor que el que lo envió. 17 Si sabéis esto, seréis felices si lo practicáis.18 No hablo de todos vosotros; yo conozco a los que he escogido; pero espara que se cumpla la Escritura: “El que come mi pan ha levantado contra mi su calcañar.” 19 Os lo digo desde ahora, antes de que pase, para que cuando suceda, creáis que yo soy[f]. 20 En verdad, en verdad os digo: el que recibe al que yo envíe, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


Juez.

El juez es la máxima autoridad de un tribunal de justicia, por lo que de él dependen las decisiones que se tomen y también los resultados. Así mismo, la Biblia menciona que: “…el SEÑOR es nuestro juez...” Isaías 33:22

Muchas veces tomamos el lugar de jueces para realizar sentencias o acusaciones, pero olvidamos que este no es nuestro rol; como vimos en la definición, un juez “es la máxima autoridad” por lo que este título solamente se le puede atribuir a Dios. Él conoce nuestro destino, las consecuencias de nuestros actos y es el único que puede darnos otra oportunidad.

Con respecto a este tema me gustaría hacer énfasis en un caso:

Una joven cometió fornicación con su novio, motivo por el cual quedó embarazada. Obviamente esta fue una situación que puso a muchos como jueces, quienes simplemente la criticaban y no le hablaban. Gracias a Dios tuve la oportunidad de conversar con ella, por lo que me compartió la vergüenza que sentía y la decisión que tomó de apartarse del Señor.

Mientras estuvimos estudiando la Biblia, ella comprendió que podía arrepentirse y corregir su camino. Por supuesto que también aceptó que debía enfrentar las consecuencias y parte de ello era la vergüenza que sentía. Entonces, decidió contraer matrimonio, acordaron una fecha y ambos se esforzaron por salir adelante con Dios a pesar de las críticas.

Después de mucho tiempo ella volvió a contactarse conmigo informándome que estaba muy contenta de no haberse alejado del camino del Señor por la mirada de otros y que estaban siendo sumamente bendecidos.

“De nuevo, por segunda vez, llegó a él una voz: Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú impuro.” Hechos 10:15 (LBLA)

A muchos nos resulta difícil comprender la misericordia de Dios, por lo que a veces creemos ser mejores jueces que Él. Pero la realidad es que Él es el juez supremo y el único que puede perdonarnos y limpiarnos de toda impureza ¿Si Dios la perdonó por qué piensas que es impura?

Este tiempo examínate qué rol estás ocupando; la parte que te corresponde como hijo de Dios es preocuparte por las almas que se están perdiendo ¿Cómo lo haces? Te animo a acercarte a aquellos que consideras que han caído o se están apartando, tal vez necesitan una mano para regresar.

Shirley Chambi
CVCLAVOZ

 

 

UN ENCUENRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

EN EL TIEMPO ADECUADO


“De Jehová son los pasos del hombre; ¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino? Lazo es al hombre hacer apresuradamente voto de consagración, Y después de hacerlo, reflexionar.” Proverbios 20:24-25 (RVR1960).

Estos versículos mencionan que es peligroso comprometerse con algo de forma apresurada, porque existe la posibilidad de que al pensarlo bien se quiera dar marcha atrás.

Esta advertencia aplica también en nuestras relaciones, como es el caso del noviazgo. Algunas personas deciden aventurarse en una relación, simplemente con el fin de evitar la soledad, por impulso e incluso simplemente por probar.

No obstante, esta decisión puede traer dolorosas consecuencias, si se toman de manera apresurada y sin la debida reflexión. Por el contrario, si antes de tomar una decisión, nos dedicamos a buscar la dirección de Dios, el resultado será satisfactorio y podremos disfrutar de un precioso noviazgo en sintonía con la voluntad de Dios.

Por lo tanto, no te apresures en iniciar una relación, consulta primero con Dios, para que Él sea Señor de tu vida también en este tema.

Cesia Serna
CVCLAVOZ