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Mateo 16:20 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

La confesión de Pedro

 

 

13 Cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? 14 Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; pero otros, Jeremías o uno de los profetas. 15 El les dijo*: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo[g], el Hijo del Dios viviente.17 Y Jesús, respondiendo, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Yo también te digo que tú eres Pedro[h], y sobre esta roca[i] edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades[j] no prevalecerán contra ella. 19 Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será[k] atado en los cielos; y lo que desates en la tierra, será[l] desatado en los cielos. 20 Entonces ordenó a los discípulos que a nadie dijeran que El era el Cristo[m].

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

Jovenes Cristianos – ¿MENTIRAS PIADOSAS?


Pasaje clave: Génesis 31.

 

 

Son muchísimas las actitudes que pueden desencadenar conflictos entre dos personas, pero una de las más comunes, dolorosas y con peores consecuencias es la mentira. ¿Te pasó alguna vez?

Labán (el suegro) y Jacob (el yerno) habían adquirido el hábito de mentirse y estafarse mutuamente. Cada uno, basados en mentiras y estafas, procuraba sacar ventajas del otro. Por supuesto, ninguno lo hacía abiertamente, aunque resultaba muy obvio.

Saca tus propias conclusiones de la relación entre ellos: 31:7-9. 31:15-16. 31:20-21. 31:25-28. 31:38-41.

Como verás, todo el mundo aprovechó para sacar los trapitos al sol; pero si prestaste atención ninguno reconoció sus propios errores y responsabilidades.

Pero los problemas empeoran cuando se meten personas que en vez de ayudar complican más las cosas. Labán se aprovechaba de Jacob haciéndolo trabajar como a un mono y siempre lo estafaba de alguna manera para retenerlo, porque sus negocios le iban muy bien. Jacob quería irse lo antes posible, pero mientras se quedaba se enriquecía a costa de Labán, engañándolo. A todo esto en un arrebato de idolatría, a Raquel se le ocurre la estúpida idea de robar los ídolos de su padre, y entonces, además de la huida desesperada de Jacob, termina pudriéndose todo. Te darás cuenta que no disfrutaban de las mejores relaciones familiares.

¡¿Yyyyyyyyy?! ¿Qué tiene que ver esto conmigo?

¡Muchísimo! Porque tienes que decidir cómo vas a establecer tus relaciones con los demás.

¿Sobre la base de la mentira y la hipocresía o sobre la base de la verdad y la confianza?

Aparentemente la mentira es la salida más rápida y fácil para escapar de los problemas. Sí, es verdad, es la más rápida y fácil, pero sus consecuencias son desastrosas. En cambio, ir siempre de frente con la verdad, no siempre es fácil, pero a la larga tú terminas siendo el beneficiado.

Piénsalo.

¿Buscas ser sincero y auténtico en tus sentimientos, palabras y actitudes, o por el contrario, recurres a la falsedad?

¿Eres capaz de decir la verdad aunque tengas que perder algo al hacerlo?

¿Cómo reaccionas ante los engaños de los otros? ¿Y cómo piensas que pueden afectarles a ellos tus mentiras si llegaran a descubrir la verdad?

¿Sabías que la mentira es un invento de Satanás y que además es un pecado que debilita tu relación personal con Dios?

Confiésalo y comienza a practicar la verdad, aunque al principio no te resulte fácil. Ten en cuenta que Dios es testigo de toda palabra que hablas sin importar con quién lo haces (31:50).

 

 

Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Génesis”

 

 

 

Por Edgardo Tosoni

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

Transformados  

 

 

Pedro fue uno de los discípulos de Jesús a quien se menciona reiteradamente en la Biblia. Si estudiamos su persona, podemos encontrarnos que era de esos hombres impulsivos, charlatanes, quien se metía constantemente en dificultades porque persistía en hablar sin reflexionar, lo que lo llevó a negar a su Maestro no solamente una vez, sino tres veces. Era un hombre sin estudios, parte del vulgo de aquellos tiempos, su profesión: pescador.

Pablo, era conocido como perseguidor de cristianos, un hombre cruel y sanguinario que buscaba terminar con la vida de los que se decían seguidores de Cristo. Estuvo presente no sólo en la lapidación de Esteban, sino que además, se ofreció a vigilar los vestidos de los asesinos. A diferencia de Pedro, fue instruido y formado en la escuela de los mejores doctores de la Ley.

Historias diferentes, con rumbos distintos, con personalidades distintas pero con un común denominador, fueron transformados por Dios. Hechos 2, nos describe a un Pedro que dio uno de los mejores discursos acerca de Cristo, y ante una multitud de miles. Y Pablo, de ser perseguidor de cristianos, se convirtió en un audaz predicador de Cristo.

Dios es quien hizo su obra transformadora en sus vidas, fue por su Espíritu Santo que muchos de sus defectos o debilidades se desvanecieron y llegaron a ser instrumentos de honra y útiles en el servicio a Dios.
Como personas tenemos muchos defectos con los cuales luchamos cada día, aspectos negativos que están en nuestra personalidad y que incluso puede llegar a lastimar a otros.

Sin embargo, tenemos la esperanza de que podemos ser diferentes, transformados al igual que estos hombres, es posible dejar nuestra timidez, agresividad, deshonestidad, impaciencia, enojo, etc. Si buscamos a Dios y le pedimos que nos cambie, Él lo hará, su Espíritu Santo nos dará la fortaleza para cambiar. Tan sólo necesitamos estar dispuestos.

Su palabra dice: “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.” 2 Corintios 3:18 (RV1960)

Si tan solo nos acercamos y rendimos a Él. Dios está dispuesto a transformar nuestras vidas.

 

 


Claudia Carvajal
CVCLAVOZ