Romanos 2:18

 

 

 

 

La ley y el pueblo judío

 

 

 

17 Pero si tú, que llevas el nombre de judío y te apoyas en la ley; que te glorías en Dios,18 y conoces su voluntad; que apruebas las cosas que son esenciales[k], siendo instruido por la ley, 19 y te confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,20 instructor[l] de los necios, maestro de los faltos de madurez[m]; que tienes en la ley la expresión misma del conocimiento y de la verdad; 21 tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas[n] que no se debe robar, ¿robas? 22 Tú que dices que no se debe cometer adulterio, ¿adulteras? Tú que abominas los ídolos, ¿saqueas templos[o]?23 Tú que te jactas de la ley, ¿violando la ley deshonras a Dios? 24 Porque el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros, tal como está escrito. 25 Pues ciertamente la circuncisión es de valor si tú practicas la ley, pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión se ha vuelto incircuncisión. 26 Por tanto, si el incircunciso[p] cumple los requisitos de la ley, ¿no se considerará su incircuncisión como circuncisión? 27 Y si el que es físicamente incircunciso guarda la ley, ¿no te juzgará a ti, que aunque tienes[q] la letra de la ley y eres circuncidado[r], eres transgresor de la ley? 28 Porque no es judío el que lo es exteriormente, ni la circuncisión es la externa, en la carne; 29 sino que es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del corazón, por el Espíritu, no por la letra; la alabanza del cual no procede de los hombres, sino de Dios.

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

 

Promesas de Dios – Parte del Éxito

 



No distraerse es parte del éxito.

Vaya tras sus meta sin flaquear ni dudar.

Mantenga los ojos puestos en la línea de llegada.



Hebreos 10:23

Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa.

Salmos 26:1
Hazme justicia, oh SEÑOR, porque yo en mi integridad he andado, y en el SEÑOR he confiado sin titubear.

Lamentaciones 3:23
son nuevas cada mañana; ¡grande es tu fidelidad!

1 Corintios 1:9
Fiel es Dios, por medio de quien fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo, Señor nuestro.

1 Corintios 10:13
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que podáis resistirla.

2 Corintios 9:13
Por la prueba dada por esta ministración, glorificarán a Dios por vuestra obediencia a vuestra confesión del evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos;

Hebreos 3:1
Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad a Jesús, el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe.

Hebreos 3:6
pero Cristo fue fiel como Hijo sobre la casa de Dios, cuya casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin nuestra confianza y la gloria de nuestra esperanza.

Hebreos 11:11
También por la fe Sara misma recibió fuerza para concebir, aun pasada ya la edad propicia, pues consideró fiel al que lo había prometido.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

REFLEXION

SIMPLEMENTE CALLA

 

 

 



Cuando estamos pasando por problemas familiares, injusticias, deudas, etc., siempre tendemos a sentirnos abandonados porque creemos que nadie nos entiende, que nadie puede ayudarnos y que estamos a punto de caer en el abismo.

Permanecemos en un tiempo de silencio, en un desierto que cada vez nos desespera más y por más que nos esforcemos no podemos ver el propósito de esta prueba, pero ¿sabías que Dios permite que te mantengas en un desierto por una razón específica?

Tal vez sigues quejándote y buscando culpables de todo lo que te sucede y no le das espacio a Dios para que te hable.

Los desiertos son silenciosos, son esa clase de lugares que quisiéramos obviar, de esos momentos que no quisiéramos que existieran, porque simplemente nos desesperamos al no ver ni oír nada y por más que caminamos, seguimos sin percibir vida alguna, ni sonido alguno y es así como debemos permanecer ante Dios: callados.

Pero Dios dice: “Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón”. Oseas 2:14

Sin duda, Dios permite que lleguemos a los desiertos de la vida porque quiere hablar a nuestro corazón y a veces no hay otra forma de que lo escuchemos si no es por medio de esos desiertos.

¿Por qué no callas por un momento y escuchas lo que Dios tiene que decirte?

Deja de quejarte, deja de hablar cosas de las que luego te arrepentirás de haber dicho, simplemente calla, porque Dios quiere hablar a tu corazón.

No busques respuestas fuera del desierto, pues la salida está ahí mismo, Dios te la quiere dar.

Aprovecha que en el desierto no hay nada que te pueda distraer, sólo la voz de tu Padre que quiere hablar a tu vida.